Ravella garantiza que no habrá retrasos en Conde Vallellano

Tras las críticas recibidas por parte de comerciantes y vecinos de Conde Vallellano y calles anexas, el Gobierno de Vilagarcía apela a la calma, asegurando que no van a producirse retrasos en la ejecución de las obras de peatonalización que allí se llevan a cabo.

Lo garantiza, y asegura que todo marcha según lo previsto, después de que FARO DE VIGO se hiciera eco ayer de la preocupación ciudadana en este sentido.

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Los comerciantes y residentes manifestaron con preocupación que ha sido preciso reabrir zanjas ya tapadas en dicha calle porque alguien se había confundido con el calibre de los tubos elegidos. Y esto los hace temer que se retrase la finalización de las obras, por lo que piden al Concello que esté vigilante y que haga todo lo necesario para que las molestias sean las menores posibles.

Es decir, piden a Ravella que vele por ellos y sus negocios, ya que estos ciudadanos y comerciantes no quieren que ocurra algo parecido a lo que pasó en la calle anexa de Arzobispo Lago, lastrada por infinidad de problemas antes, durante y después de las obras de embellecimiento.

Problemas constantes

Una calle, cabe recordar, que el Concello recepcionó después de muchos problemas y que a pesar de haber sido inaugurada hace poco más de un año, nunca llegó a estar a pleno rendimiento.

De ahí que las fuentes instaladas en esta calle nunca funcionaran correctamente desde que finalizó la obra. Unas fuentes averiadas en repetidas ocasiones anteriores que tampoco funcionan en la actualidad. Y ya llevan varias semanas sin hacerlo.

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Los comerciantes de Conde Vallellano, aún aplaudiendo la obra que se lleva a cabo en su calle, esperan que no suceda lo mismo, por eso piden amparo al Concello.

Pero parece que a Ravella no le han gustado esas quejas, de ahí que emitiera ayer un comunicado asegurando que, de momento, «no hay ningún retraso».

Para explicar lo sucedido aducen en el gobierno de Alberto Varela que la concesionaria del servicio de aguas, Espina y Delfín, instaló tuberías para renovar la red de abastecimiento.

Y resulta que una vez realizadas las pruebas pertinentes, «los técnicos de la empresa consideraron que sería mejor poner tubos de otro material que les da mayor confianza para prevenir cualquier problema futuro».

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Por tanto, «no es cierto que hubiera problema alguno con el calibre» de los tubos. ¡Lo que se cambió fue el material!

Así trata de justificar Ravella los trabajos realizados en las últimas semanas, y así intenta tranquilizar a los comerciantes y vecinos, a los que dice que, al menos de momento, «no hay ningún retraso en la obra».

Esto lleva al ejecutivo a hacer un llamamiento «a la responsabilidad y la prudencia», remarcando que los más beneficiados con estas obras «serán los propios establecimientos comerciales y hosteleros asentados en la zona, además de los vecinos y propietarios de viviendas, que podrán disfrutar en pocos meses de un espacio humanizado».

Algo, por cierto, que los vecinos y comerciantes nunca pusieron en duda, ya que, hay que insistir, aplauden la obra.

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Lo único que piden, cabe insistir, es que Ravella haga todo lo necesario para evitar retrasos y que no suceda lo mismo que en Arzobispo Lago.

Frente a lo cual el ejecutivo vilagarciano sentenciaba ayer que, «obviamente, toda obra implica unas molestias, pero los beneficios serán inmensamente superiores».

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A lo que vecinos y comerciantes responden: «Nosotros opinamos lo mismo, pero pedimos que no nos causen más trastornos de los meramente necesarios».

Por cierto, los damnificados por las obras de Conde Vallellano dejan claro que estarán «especialmente atentos» a la evolución de las mismas, «con la esperanza de que se cumpla esa promesa del Concello y no se produzcan retrasos».