El buen tiempo anima el paseo playero, hasta en caballo

La cálida jornada despertó el lado más playero de muchos vecinos de O Salnés que ayer se acercaron a los arenales arousanos a dar paseos, principalmente. Los baños de sol fueron la tónica general de los más atrevidos, que llegaron a desempolvar el bañador, aunque también hubo algún valiente que probó el agua.

De esta jornada primaveral de playa incluso disfrutaron una veintena de caballos del Centro Ecuestre Ares, que chapoteaban en la orilla de la Compostela de Vilagarcía.

Aunque el día amaneció con un aspecto que invitaba a la esperanza de unas elevadas temperaturas, se quedó en una cosa más bien suave y muchos de los que este domingo tomaron las calles, los paseos o las terrazas de hotelería solo se atrevieron a quitarse algunas capas de ropa.

No obstante, como dice el refrán, «juventud divino tesoro», y los más jóvenes que hicieron de las playas su terreno de juego no dudaron incluso en darse un chapuzón. Pero una de las imágenes más llamativas del día la ofreció el grupo de la hípica de Vilagarcía.

Contaba su técnico deportivo, Ainara Sotelino, que es la tercera vez que organizan este tipo de ruta y que tiene más éxito que las del monte y otros escenarios.

Algunos participantes acudieron con sus propios caballos y otros eran alumnos a las riendas de animales pertenecientes a este centro con una legión de aprendices: 160 durante todo el año de los cuales, 120 acuden semanalmente a sus clases. «Es algo diferente y los niños disfrutan muchísimo, pero también los caballos que, aunque al principio, cuando ven el agua les da como cosa, luego se lo pasan en grande y chapotean como niños», explica la entrenadora.

Recogida de excrementos

Sotelino indica que no son tan frecuentes porque requieren de una infraestructura y permisos especiales. Así, el camino desde sus instalaciones, ubicadas en A Laxe, estuvo escoltado por la Policía Local de Vilagarcía y el centro llevó varios vehículos de apoyo. Uno, el escoba, estuvo dedicado exclusivamente a retirar los excrementos que los animales iban dejando, tanto en la carretera como en el arenal.

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