«Nuestro deseo es que la historia de Bob la apliquen en sus vidas»

Su trabajo ha sido exhibido y premiado en todo el mundo y, recientemente, los hermanos Juan y Alejandro Mingarro, que integran el dúo artístico Brosmind, se han estrenado en el mercado del libro infantil con el lanzamiento de Bob del revés, obra publicada en Alba Editorial y que ayer presentaron en Vigo en un formato cuentacuentos.

Bob del revés es su primer libro infantil, ¿cómo nace este proyecto?

Sí, y este es nuestro primer libro donde realmente somos autores completos, donde hacemos tanto el guion como las ilustraciones. Tenemos una serie de recursos gráficos que utilizamos en nuestro trabajo con un estilo bastante definido y reconocible. Muchas veces, dibujábamos personajes que tenían la cabeza al revés, como Bob, y el mundo de la publicidad es muy efímero y las campañas enseguida se acaban y no se puede volver a saber de esos personajes. Es por esto que quisimos darle una historia a uno de ellos, recurrente en nuestras ilustraciones, y explicar cuál era su origen. Así nació la idea de hacer la historia de Bob. Empezamos a trabajar sobre ello y en el libro vemos el primer día de colegio de este niño, que tiene la cabeza al revés, y cómo se siente observado y no sabe si son imaginaciones suyas o es porque tiene la cabeza al revés. A lo largo del día, gracias a una serie de amigos que conoce, descubre que en el mundo todos somos diferentes.

Pone el foco en la diversidad, ¿es más fácil canalizar este tipo de mensajes para el público infantil través de la ilustración?

Sí, porque es muy directa. El niño tiene la cabeza al revés y es un recurso muy exagerado que les llama mucho la atención y eso ayuda a que lo entiendan, no son otros matices más concretos como la raza o cultura, que sería más difícil de comprender para ellos. Aquí lo entienden y les parece divertido y supongo que, con el tiempo, cada uno lo trasladará a su propia experiencia vital. Ese es nuestro deseo, que gracias a la historia de Bob, lo apliquen en sus vidas y aprendan esta lección. El libro reflexiona sobre la diferencia y la abraza, porque el mundo es más rico gracias a que existe esa diversidad.

¿Cómo fue la experiencia de participar en todo el proceso?

Muy bien, nos hemos sentido muy cómodos. Siempre hemos sido un dúo creativo desde pequeños, hemos compartido la creación desde niños, haciendo nuestras propias historias o cómics, pero profesionalmente no. Es algo que nos gusta, incluso vocacional, diría, pero por las circunstancias o el propio mercado, nos especializamos en trabajo publicitario, donde nunca tuvimos la oportunidad de contar nuestras propias historias, aunque siempre estaban allí, preparadas. El libro en realidad es una cosa que nos ha salido de forma bastante natural y que hemos disfrutado mucho.

Con ese trabajo publicitario se han hecho un hueco en el mercado internacional, ¿cuesta el reconocimiento en «casa»?

Sí, pero es una cosa que también va por épocas. Llevamos toda nuestra trayectoria trabajando en el extranjero, mucho al inicio en Estados Unidos, en Europa e incluso en Asia, y por el motivo que sea, a veces hay un mercado que flaquea y otro que de repente repunta. Sí que es verdad que, cuando empezamos, en España nos costó un poco, porque aquí no hay tanta tradición o industria del cómic que respalda a la ilustración como en otros países europeos. En España, tradicionalmente, no se le tiene tanta consideración al trabajo del ilustrador. Al principio sí que nos costó un poquito y sí que pudimos, gracias a poder trabajar en un mercado global, ganarnos la vida y hacer carrera en el extranjero, pero también pienso que en España sí hay editoriales y festivales que aprecian a los autores españoles.