El nuevo proyecto del cuartel de Cambados cambia el parking subterráneo y baja un piso
Patrimonio de la Xunta autoriza la construcción con las modificaciones, que incluyen la elevación de toda la construcción en 2,3 metros y la supresión del sótano previsto para salvar los problemas geológicos de la parcela

Imagen de archivo de la parcela donde se construirá el nuevo cuartel de Cambados. / Iñaki Abella
El nuevo proyecto del cuartel de Cambados acaba de recibir autorización de Patrimonio de la Xunta y presenta destacadas modificaciones con respecto al original. Así, para superar los problemas geológicos que impidieron hacer la cimentación, paralizando la obra y obligando a reiniciar todo el proceso para contratarla, se va a elevar toda la construcción en 2,3 metros respecto a la cota prevista inicialmente y en la planta baja se habilitará el aparcamiento, que iba a ser subterráneo.
La alta presencia de roca en niveles superiores y la elevada presión de una bolsa de aguas subterráneas impidieron excavar hasta la cota prevista para habilitar ese sótano contemplado en el proyecto de 2020.
Este iba por debajo de los edificios, iba a ocupar prácticamente toda la parcela y tenía por destino unas 52 plazas de aparcamiento, un área de lavado-taller y otra destinada a almacenes. También era el lugar pensado para habilitar los cinco calabozos para los detenidos y el depósito de armas de una instalación con previsión de futuro de 130 agentes trabajando.
Para recuperar este espacio necesario en este cuartel, que acogerá la Capitanía de la Guardia Civil de O Salnés -ubicada temporalmente en A Mercé-, la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (Siepse) plantea como solución general «elevar el edificio completo en 2,3 metros respecto a la cota que tenía prevista al principio».
Bloque de viviendas
De este modo, el garaje y los almacenes se habilitarán en una planta baja que tendrá una cubierta transitable situada a esa altura respecto a la del acceso de la parcela. Además quedará parcialmente oculta por el cierre perimetral y por el muro del pazo de Fefiñáns. Sobre esta se construirán los dos bloques de edificios previstos y que también presentan cambios.
El destinado a las oficinas de la Guardia Civil contará con cuatro plantas y el de viviendas con cinco. Este sufre una modificación con la eliminación de la superior -un bajo cubierta que estaba destinado a trasteros-, para no superar la altura máxima que alcanzaría con los cambios mencionados anteriormente. Inicialmente se contemplaba la creación de 16 domicilios.
El cuartel contará con un patio central elevado que llevará un cierre diáfano de una altura máxima de 1,50 metros y compuesto por perfiles tubulares de acero en color gris, que será el tono que también llevará el nuevo cierre de la finca.
Protección de Fefiñáns
Así lo indica la documentación examinada por la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta que ha autorizado la construcción del nuevo acuartelamiento. Se trata de un trámite obligado porque la parcela de la calle Valle-Inclán linda al norte con el jardín del conjunto del pazo de Fefiñáns, declarado BIC, y está incluida en su entorno de protección, aunque se encuentra fuera de la delimitación del conjunto histórico de Cambados.
En su resolución, señala que la fachada norte quedará a unos cinco metros de distancia del muro protegido, concluyendo que en lo que respecta a la protección del patrimonio cultural «se considera que la propuesta modificada presenta un grado de integración en el entorno equivalente al del proyecto autorizado previamente».
Con esto, los técnicos se refieren a las revisiones realizadas ya con el proyecto original. De hecho, en una de estas ya habían solicitado la realización de una franja de respeto entre el muro del sótano y del encuentro con el muro del pazo. También han examinado cuestiones como la composición de las fachadas, que emplearán granito y aluminio composite.
El precio inicial era de 9 millones y 450.000 euros ya se fueron en indemnizaciones
El nuevo cuartel tenía que haber estado terminado en 2023, pero las obras se torcieron desde el principio debido a los problemas geológicos. La cimentación se convirtió en un imposible y desde su inicio, en el verano de 2022, las paralizaciones se sucedieron y se vivió un incremento considerable del presupuesto, pasando de los seis millones iniciales a los nueve.
Ahora está por ver a cuánto asciende, pero en el anterior presupuesto solo en movimientos de tierras y cimentaciones se iban más de 600.000 euros. No obstante, la factura ya es gruesa teniendo en cuenta que la sociedad estatal promotora, Siepse, ya ha tenido que abonar más de 450.000 euros de indemnización a la empresa constructora, Edhinor, así como a las dos firmas contratadas para la dirección de obra y de la calidad de los trabajos, por la resolución de los contratos y los daños y perjuicios derivados de las paralizaciones de los trabajos por parte del Ministerio de Interior.
La satisfacción del Concello por conseguir una demanda histórica pronto se tornó en un quebradero de cabeza y el alcalde de Cambados, Samuel Lago, siempre ha sido muy crítico con el proceder inicial y los retrasos sufridos, pero ahora confía en la promesa obtenida de que tarde o temprano habrá nuevo cuartel en la localidad.
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