El sector turístico de O Salnés celebra una buena Semana Santa pese al tren de borrascas

La ocupación superó en muchos negocios el 80 por ciento

Los torneos deportivos, la gastronomía y la oferta de servicios termales y de spa evitaron una cascada de cancelaciones

El balance fue peor para los dueños de terrazas

Dos niños en una clase de surf, este puente festivo, en A Lanzada.

Dos niños en una clase de surf, este puente festivo, en A Lanzada. / Iñaki Abella

Arousa

Llovió sin compasión durante los días centrales de Semana Santa. El viento, además, hizo que algunas jornadas fuesen feas y desapacibles. Y aún así el sector turístico de O Salnés afirma que ha sido una buena campaña. Quizás con tiempo soleado hubiese colgado el cartel de lleno, pero en cualquier caso el balance final es mucho mejor de lo esperado para un puente tan pasado por agua.

Jorge Olleros, del Hotel spa Atlántico San Vicente do Mar cifra el volumen de ocupación en un 80 por ciento y, más allá de los números, destaca que «los clientes estuvieron contentos». «El mal tiempo evitó el lleno, pero de todos modos no fue una mala Semana Santa, apenas hubo cancelaciones, y la gente descansó, disfrutó». En su opinión, la gastronomía de las Rías Baixas y la oferta de servicios termales o de spa que existe en O Salnés es un seguro de vida para el sector turístico cuando la meteorología se pone de espaldas.

Aficionadas de Castilla-León, en el Vilagarcía Basket Cup. |  I.Abella

Los paraguas fueron necesarios durante todo el fin de semana en Vilagarcía. / Iñaki Abella

Sin salir de O Grove, Beatriz Castro, del Cons da Garda, estima que la ocupación fue de un 90 por ciento entre el Jueves Santo y ayer domingo. «Sí que hubo muchas cancelaciones y salidas anticipadas, pero también entradas de última hora que no esperábamos viendo el temporal que estábamos teniendo». Apunta que en la noche del sábado solo tuvo dos habitaciones libres, de un total de 40, y que la mayoría de los viajeros eran personas gallegas o de las comunidades más próximas, que estaban buscando «desconexión».

También en O Grove, Óscar Álvarez, del Bosquemar, afirma que «sorprendentemente, fue una buena Semana Santa». De hecho, asegura que el volumen de ocupación entre el Domingo de Ramos y el pasado miércoles «fue mejor que otros años», y que entre Jueves Santo y Viernes Santo lograron el 75 por ciento. «Tal y como se presentaba la situación pensábamos que iba a ser una hecatombe, pero en absoluto. Prácticamente, la ocupación final ha sido similar a la de otras semanas santas con mejor tiempo».

Ya fuera de O Grove, en Vilagarcía, el Playa Compostela rondó el 95 por ciento de ocupación durante los festivos. Sí sufrieron algunas cancelaciones, pero pocas, puesto que tenían muchos cuartos reservados por los torneos deportivos de base que se celebraron en O Salnés durante el puente, y estos viajeros se desplazaron igualmente pese al mal tiempo para ver jugar a los niños. «Si estuviese buen tiempo habríamos llenado el hotel», consideran en el Playa Compostela. Pese a todo están satisfechos.

Gente paseando por Vilagarcía, el fin de semana. |  Iñaki Abella

Aficionadas de Castilla-León, en el Vilagarcía Basket Cup. / Iñaki Abella

El balance es un poco más comedido en el caso de los negocios vinculados a la restauración, como los restaurantes, bares, cafeterías o pubs. Rafael Barreiro, de la asociación de comerciantes y hosteleros Zona Aberta, de Vilagarcía, sostiene que «el mal tiempo redujo el volumen de trabajo», y que impidió por ejemplo funcionar bien las terrazas. También aguó los festivos para los establecimientos de ocio nocturno.

«Hubo gente por Vilagarcía y los torneos deportivos generaron mucho flujo de personas hacia la hostelería, pero el mal tiempo no ayudó al consumo», afirma Barreiro. Por ello, añade que, «el balance no es completamente negativo, pero es cierto que no se cumplieron las expectativas. El mal tiempo estropeó lo que pudo haber sido una buena Semana Santa».

En Meaño, Nacho Crespo, del hotel Quinta de San Amaro declara que, «el tiempo fue tremendamente malo, pero aún así no ha cancelado nadie». Asegura que estuvieron al cien por cien entre el Jueves Santo y ayer Domingo de Resurrección; en muchos casos, los huéspedes eran personas que «saben perfectamente que al venir a Galicia existe la posibilidad de que se encuentren con lluvia». «Pero no les importa, y además saben que a estas alturas del año puede pasarles en cualquier otro destino. Incluso en Sevilla llovió estos días», señala Crespo.

Lo que sí notó él, como en el caso de Rafael Barreiro, es que la afluencia al restaurante del hotel -que está abierto al público general- fue menor estos días. «Falló un poco la gente de cercanía, salieron menos por el mal tiempo».

Las viviendas turísticas estaban a un 60% al inicio de la campaña

Dulcinea Aguín, presidenta de Aviturga (Asociación de Vivendas Turísticas de Galicia) no se atreve a sacar conclusiones de la campaña, «porque hemos quedado en recabar todos los datos a partir del martes», por mañana. En todo caso, y a falta de recibir toda esa información de los asociados, tiene la impresión de que la Semana Santa recién concluida ha sido «un poco más floja que la de 2024».Señala que al inicio de las vacaciones escolares estaban a un 60% de ocupación, y considera que las cifras finales probablemente no se movieron mucho de ahí debido a las malas previsiones meteorológicas, que apenas daban una tregua desde Jueves Santo hasta ayer domingo. «No podemos decir que fue una Semana Santa idílica, porque no lo fue». En cualquier caso, aún tenían alguna gente ayer domingo, pues hoy lunes es festivo en varias autonomías.

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