Paradela celebra la Resurreción con bailes y flores

Paradela pudo desquitarse ayer un poco de las penas acumuladas esta Semana Santa. Tras la cancelación en cascada de las principales escenificaciones de su Pascua viviente, por fin la lluvia dejó representar la Resurrección. Es la más sencilla de las funciones, pero una de las más emotivas, por el importante papel que tienen en ella los niños. Una treintena de chavales, la mayoría de la parroquia de Paradela, vestidos de ángeles, saludaron la buena nueva de la Resurrección de Jesús con canciones, coreografías y el lanzamiento de pétalos de flores en el atrio de la iglesia parroquial.

Les observaban cientos de personas desde las gradas o de pie desde la carretera. Apenas hizo falta abrir el paraguas. Fue un día muy especial para todos los vecinos de Paradela y parroquias colindantes que hacen posible esta Semana Santa -declarada de Interese Turístico Galego-, porque el Jueves y el Viernes Santo se quedaron con las ganas de actuar; ayer solo lo pudieron hacer unos pocos, pero todos estaban vestidos con sus trajes de romanos y sus túnicas de «pueblo».

La representación de la Resurrección se hizo como es habitual en el jardín del atrio de la iglesia, donde estaba recreado el sepulcro de Jesús. Dos soldados romanos custodiaban la entrada, cuando de repente una fuerte explosión hizo caer la piedra que tapaba la entrada. Los soldados cayeron de bruces. Poco después llegó María Magdalena, y un ángel le dio la noticia de que Jesús ya no estaba allí, sino que había resucitado.

El director dramático, Fernando Oubiña, se mostraba ayer contento , «porque los niños son la semilla de nuestra Semana Santa» y ellos pudieron actuar. Los actos concluyeron con la misa y una procesión, en la que salieron las imágenes del Sagrado Corazón, la Virgen María y un ángel de la guardia, que portaban media docena de chicos.