Indignación en O Grove ante una oleada de robos que suma cinco nuevos asaltos
Logran entrar en tres locales de hostelería y en un caso, el ladrón fue sorprendido y huyó en bicicleta
El Concello pide más presencia de Guardia Civil y busca policías locales

FDV
Vecinos y comerciantes de O Grove están indignados con la oleada de robos que sufre la localidad y que este fin de semana se completó con el asalto a cinco establecimientos. En tres consiguieron entrar y en dos ocasiones, el presunto ladrón tuvo que huir a la carrera al verse sorprendido. Todo para un botín conocido hasta el momento que no superaría los 200 euros y que deja daños por un valor superior.
El Concello asegura que está «preocupado» y que ha solicitado a la Subdelegación más presencia de la Guardia Civil, además de buscar una «vía rápida» para completar la mermada plantilla de la Policía Local por la coincidencia de bajas.
«Es una vergüenza»
El periplo empezó ya en la madrugada del viernes, cuando entraron en el Bar Giso provocando pérdidas económicas por daños. Una antigua alarma los espantó, pero no demasiado porque el sábado volvieron a actuar, sembrando malestar en un trayecto de unos 600 metros en pleno centro urbano.
«Es una vergüenza lo que está pasando», comentaban desde la Taberna de Beli, en la Avenida de Beiramar, donde pudieron grabar al autor y aunque la calidad es buena, el hombre parecía conocer bien la situación de sus cámaras interiores.
Se cubrió el rostro al máximo con la capucha de una chaqueta y una bufanda estilo «braga», además de usar guantes. Fue directo a la zona de la caja y como estaba vacía, al bote de propinas, que se llevó con entre 100 y 200 euros.
El reloj marcaba poco más de la una de la madrugada cuando, en un ejercicio cercano al contorsionismo, logró entrar por una ventana tras cortar uno de los barrotes colocados precisamente para evitar entradas indeseadas como esta.
El mismo método que siguieron en la Taberna Ferriños, en la plaza de O Corgo, y luego en el Metropol, de la calle Montiño de Arriba, a donde llegó sobre seis de la madrugada, pero un vecino le estropeó los planes y huyó a la carrera en una bicicleta dejándose atrás una mochila blanca con herramientas.
«Estamos todos en el punto de mira»
Sobre esa hora también sonó la alarma de Regalos Belomar, situada no muy lejos, en Pablo Iglesias, y su propietaria se lamentaba ayer del arranque que tuvo: «Entré en el comercio y no vi nada, pero si llega a estar dentro... Pudo salirme cara la cosa. La verdad es que nos sentimos impotentes porque estamos todos en el punto de mira».
La petición de vigilancia nocturna por parte de la Policía Local era ayer un clamor, sobre todo porque todo esto se suma al caso del ladrón de bolsos -quedó en libertad a la espera de juicio-y del asaltó a una casa aún sin resolver.
El alcalde, Jose Cacabelos, comprende la «alarma social», pero señala que la Guardia Civil «está trabajando y confiamos en que pronto haya resultados satisfactorios».
Asimismo indica que en enero pidieron cuatro policías locales a la Academia de Seguridade, pero su ingreso se retrasaría «meses o incluso un año», así que están buscando una «una vía más rápida para tenerlos antes del verano».
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