Un «raño» de esperanza en la ría

Antiguamente, los «rañeiros» alcanzaban abril «con los bolsillos llenos» después de seis meses de intensa actividad en las zonas de libre marisqueo de la ría. Desde que esos espacios comunes están «muertos», las carteras están más vacías que nunca.

Es por ello que abril marca un nuevo punto de partida, en este caso concentrando a los mariscadores de a flote en las autorizaciones que corresponden a cada cofradía de pescadores.

Es, por tanto, un mes de incertezas y esperanza, ya que el sector sigue confiando en que llegue la ansiada recuperación o, a menos, que se frene el progresivo declive de la actividad marisquera.

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Tras un primer trimestre que invita a la esperanza, ya que las descargas de bivalvos se han incrementado en las lonjas arousanas en relación con el año anterior, ahora es momento de lanzar los «raños» al agua para empezar a programar la temporada alta que está por venir, primero con Semana Santa y después, con el tirón propio del verano.

¿Habrá almeja y berberecho de talla comercial suficiente? Esa es la pregunta que, con el paso de los días, empezarán a responder los «rañeiros», que desde el lunes pasado van sumándose, poco a poco, a esta nueva campaña.

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Una actividad que se mantendrá hasta septiembre para, en octubre, dar paso a otra pesimista temporada de libre marisqueo.

San Martiño de O Grove

Quedan por delante seis meses de trabajo en autorizaciones marisqueras que, en el caso de la cofradía de pescadores mancomunada San Martiño, serán el sustento de unos 80 tripulantes a bordo de 57 embarcaciones.

Son los protagonistas autorizados por la Consellería do Mar en este pósito, con socios de O Grove, Cambados, Vilanova, Poio, Sanxenxo, Meaño y Ribadumia.

Se les conceden 150 días probables de extracción en zonas como las trabajadas durante la última semana, tales como Cantareira, Punta Cabreira, Casa da Toxa, Canle da Toxa y Lombo do Hotel.

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También pueden largar sus «raños» en Lombo das Ostras, Beiro-Rego do Sol, Lombo de Insuíña, Canle de Tourís, Punta Cruz das Ánimas y Punta Mourisca, en todos los casos para extraer almeja fina, babosa, bicuda, japónica y rubia, además de berberecho, carneiro, relojito, cornecho truncado y cornecho espinoso.

A Illa

Prácticamente las mismas especies permitidas en las autorizaciones de la cofradía de A Illa, en este caso con 361 barcos implicados en la campaña y un máximo de tres tripulantes en cada uno de ellos.

Los socios isleños disponen de 119 días de actividad entre Punta Aguiuncho y Punta Furado y desde Sapeiras de Terra hasta Punta Quilme, lo cual incluye zonas como A Canteira, O Bao, Camaxe-Salinas, Xastelas, Arnela y Punta Carreirón.

Cambados y Carril

No muy lejos de allí, entre Rego do Alcalde y Punta Tragove, pueden trabajar 140 rañeiros de la cofradía de pescadores de Cambados, a los que se permite intervenir a bordo de 120 embarcaciones.

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Tienen 150 días autorizados, tanto en esa zona como desde Punta Borrón y el puerto cambadés hasta Punta Borrelo, permitiéndose desde la Consellería do Mar la extracción de especies como la babosa, la fina, rubia, bicuda, japónica, berberecho, birollo, carneiro y reloj.

Aunque con menos peso en su cofradía y su lonja, donde el protagonismo es para los parquistas, Carril también dispone de plan para marisqueo a flote en autorizaciones, en este caso válido para la zona de A Fangueira y una treintena de barcos que, con un tope de 58 tripulantes, tienen 50 días de permiso concedidos durante todo el año.

Vilanova

Treinta jornadas menos que las concedidas por Mar a la cofradía de pescadores de Vilanova, con 160 tripulantes y 80 barcos inscritos en el correspondiente plan de explotación.

El mismo que establece la posibilidad de intervenir a flote en el sublitoral de Esteiro de Vilamaior, A Corbala, entre Punta Basella y Corbala, desde Punta Basella hasta Punta Sinas y desde allí hacia el río Aduana.