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364 millones de almejas para reflotar el marisqueo y generar riqueza

Desde 2010, Mar permitió remover y oxigenar 13 millones de metros cuadrados

Alfonso Villares acudió a la ría para escenificar el apoyo de la Xunta al sector

El conselleiro colaboró en la siembra de 2,8 millones de unidades en O Galiñeiro

La siembra de almeja protagonizada ayer por el conselleriro Alfonso Villares.

La siembra de almeja protagonizada ayer por el conselleriro Alfonso Villares. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

Más de 364 millones de unidades de almeja esparcidos en casi 5 millones de metros cuadrados de bancos marisqueros repartidos por toda Galicia. Así pueden resumirse las acciones desplegadas desde el año 2010 por la Consellería do Mar para tratar de paliar la caída de la productividad marisquera en las rías de la comunidad.

Por cierto, que 199 millones de unidades eran almeja babosa, 138 millones correspondieron a la japónica, más de 26 millones eran alevines de fina y 575.000 individuos sembrados pertenecían a la especie conocida como almeja rubia.

Y hay otras cifras tanto o más contundentes. Como por ejemplo que en ese mismo periodo se removieron, oxigenaron y/o descompactaron alrededor de 13 millones de metros cuadrados.

Un momento de la siembra realizada ayer.

Un momento de la siembra realizada ayer. / Iñaki Abella

Traslado de áridos

Sin menospreciar el aporte o traslado de áridos en una superficie de 30.452 metros cuadrados, ni la aprobación de proyectos de regeneración por parte de la Consellería do Mar valorados en 3,2 millones de euros, desde el año 2023.

Todo esto sale a relucir a raíz de otra llamativa siembra de almeja babosa en la ría de Arousa, esta vez capitaneada por el conselleiro Alfonso Villares y participada por miembros de la cofradías de pescadores, con el patrón mayor, Alejandro Pérez, a la cabeza.

Se llevó a cabo ayer al amparo del proyecto de regeneración del conocido y estratégico banco marisquero de O Galiñeiro.

La almeja sembrada ayer.

La almeja sembrada ayer. / Iñaki Abella

Una hoja de ruta que contempla este aporte de 2,8 millones de unidades de babosa y, con una ayuda económica de 65.000 euros concedida por la propia Consellería, el «descompactado y remoción de sustrato» en una superficie de 130.000 metros cuadrados.

Sin olvidar el posterior seguimiento técnico de la siembra y la oxigenación del lecho marino para determinar si la pretendida regeneración es viable.

Esta visita de Villares, que participó activamente en la siembra lanzando una buena cantidad de almeja por la borda , desde la embarcación habilitada a tal efecto por la cofradía, lo llevó a recordar que ya hace dos años se desplegaron tareas de recuperación similares, en aquella ocasión en una superficie de 20.000 metros cuadrados.

«Compromiso continuado»

Es por ello, y por todo el trabajo realizado desde 2010 en pro de la mejora de la productividad marisquera, que el conselleiro cree demostrado «el compromiso continuado de la Xunta» con el sector.

Un apoyo «para seguir impulsando la competitividad de esta actividad estratégica para la comunidad» que se sustenta en el Plan de Competitividad y Sostenibilidad del Marisqueo en Galicia 2024-2025, dotado con 123 millones de euros.

Villares lanzando almeja al agua.

Villares lanzando almeja al agua. / Iñaki Abella

Se trata, en definitiva, de «iniciativas con las que ahondar en la recuperación y conservación de las zonas productivas para garantizar la sostenibilidad de la actividad marisquera».

Pero también para «dar cumplimiento a los indicadores de la Directiva Marco como la mejora de la biodiversidad, generación de nuevos espacios para el asentamiento de especies y preservación del stock de especies comerciales como la almeja babosa», detallan en Mar.

Aluden así a los beneficios que este tipo de medidas reportan a las cofradías y agrupaciones de mariscadores, aunque siendo conscientes de que estas «actuaciones de recuperación del hábitat marino en favor de especies de interés marisquero» también tienen «un impacto positivo en el conjunto de la sociedad».

La razón parece evidente: si se refuerza la actividad marisquera también se genera empleo y se beneficia al conjunto de la economía local de cada pueblo costero, en este caso concreto, de Cambados.

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