Preocupación por el deterioro de Siradella

Vecinos de O Grove insisten en demandar del gobierno local la aplicación de un urgente plan de choque mediante el cual se puedan acondicionar las zonas turísticas de la localidad, con la esperanza de que sean disfrutadas por los propios mecos y sus visitantes ahora que llega la Semana Santa.

Citan como ejemplo dos casos concretos de lo que tachan de «abandono y dejadez», como son el mirador de Monte Siradella y la playa urbana de Confín.

En el primer caso, además, con el agravante de que «su penoso estado constituye un claro peligro, ya que cualquiera puede caerse al vacío o incluso clavarse alguno de los clavos y tornillos que sobresalen de la madera».

Aluden así los mecos a lo destrozada que está la balaustrada que protege dicho mirador, desde el que se aprecian vistas sobre el istmo de A Lanzada y el Atlántico que lo han convertido en uno de los puntos turísticos más importantes de O Grove.

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Además de situarse allí el centro de interpretación de la naturaleza de la Consellería de Medio Ambiente, lo cual también propicia la llegada de visitantes.

Al hablar de la playa urbana de Peralto-Confín, lo que hacen los denunciantes es dejar constancia de que «se trata de uno de los lugares más visitados, ya que está en el centro del pueblo, y no es lógico que presente esta mala imagen ahora que llega la Semana Santa», reflexionan.

Esgrimen estos vecinos y algunos hosteleros del entorno que «no es que haya algas acumuladas o que la arena esté cubierta de trozos de madera que arrastra la corriente durante el invierno, ya que eso puede ser algo entendible; lo que ocurre es que sobre la playa crece la maleza como si fuera un monte, y eso es un claro indicador de una preocupante falta de mantenimiento».

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Estas quejas se suman a las referidas a los accesos a Area da Cruz y a otras playas del municipio que, como se indicó hace días, se encuentran en malas condiciones, tras haberse visto seriamente dañados por los temporales del invierno.

En todos los casos, los vecinos y empresarios que alertan del supuesto «abandono» coinciden en reclamar celeridad en el acondicionamiento de las zonas naturales y turísticas, ante la posibilidad de que, si el tiempo acompaña, O Grove pueda recibir a un gran número de visitantes a lo largo de todo el mes.