Paco & Lola mueve los lunares

La bodega de Meaño cumple 20 años y comienza una nueva etapa cambiando su icónica imagen

Hombres y mujeres que hacen realidad Paco & Lola, donde el potencial humano también es su tarjeta de presentación.

Hombres y mujeres que hacen realidad Paco & Lola, donde el potencial humano también es su tarjeta de presentación. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Val do Salnés

El «albariño de la botella de lunares», como lo conocen muchos, o el «albariño que entra por los ojos», que es como mejor puede explicarse lo llamativo de su diseño.

No es otro que Paco & Lola, el fruto de una reconocida marca de la Denominación de Origen Rías Baixas creada en 2005 con el nombre de Sociedad Cooperativa Vitivinícola Arousana, a modo de cooperativa y a instancias de diferentes viticultores que, en cierto modo, fueron unos visionarios que apostaron por la subzona productora Val do Salnés.

Tarjeta de presentación

Veinte años después, la propia bodega Paco & Lola, asentada en Meaño, decide retocar su entrañable imagen corporativa, pero siendo sabedora de que los lunares que la caracterizan y adornan su etiqueta son su principal tarjeta de presentación.

Lo que sucede es que en esta firma vitivinícola juegan un papel crucial las más de 430 familias que la conforman, abasteciéndola desde 2.100 viñedos que suman 275 hectáreas de superficie.

Por ese potencial humano, y por la lección aprendida durante las dos últimas décadas de trabajo, hasta convertirse en uno de los buques insignia de Rías Baixas, ha llegado el momento de «adaptarse a los cambios» y «tomar decisiones que pongan en valor todo lo que representa Paco & Lola».

Así lo explicó este viernes Carlos Carrión, el presidente de esta bodega arousana en la que dicen «dejar atrás» ese distintivo tradicional de los lunares «que nos ha caracterizado en el camino iniciado hace 20 años, cuando ya teníamos claro que queríamos hacer algo distinto, dando prioridad a la calidad».

Dejar atrás ese diseño obedece a una «decisión estratégica» que marca el comienzo de una nueva etapa.

Los vinos de Paco & Lola.

Los vinos de Paco & Lola. / FdV

Y su arranque se hace coincidir, precisamente, con la conmemoración del 20 aniversario de la marca, desde el convencimiento de que 2025 «será un gran año para nuestra bodega».

El momento, argumentan, de «poner en valor la innovación, el carácter y el equipo humano que nos ha traído hasta aquí», desde que Paco & Lola comenzó su andadura con ese «arriesgado diseño de marca que al principio recibió numerosas críticas».

Aunque «pronto se demostró que aquella etiqueta era acertada, contribuyendo al éxito que nos ha llevado a traspasar fronteras y a conquistar los paladares de medio mundo», sentencian en el equipo de Carlos Carrión.

Tanto es así que ese diseño también recibió premios y reconocimientos internacionales. Al igual que el albariño de Paco & Lola, que recientemente cosechó siete medallas en el certamen Mundus Vini y otros tantos en Viniespaña.

Destacó entre los premios el Gran Oro para el Paco & Lola Prime, «un vino que refleja el carácter del terruño del Val do Salnés con una crianza sobre lías finas durante al menos un año que otorga un equilibrio perfecto y un gran potencial de evolución en botella».

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