Los vecinos de Os Duráns denuncian trifulcas entre adolescentes y okupas

Los conflictos en torno a la casa okupada de Os Duráns, en Vilagarcía, no cesan. Si durante los últimos años las disputas y altercados protagonizados por sus inquilinos habían generado un profundo malestar entre los vecinos, ahora los problemas han adquirido una nueva dimensión: grupos de adolescentes han convertido el inmueble en el centro de sus actos vandálicos, lo que ha desencadenado nuevos episodios de tensión.

El último incidente tuvo lugar en la noche del pasado viernes, cuando un grupo de jóvenes lanzó piedras contra las ventanas y la puerta de la vivienda. Según relatan testigos presenciales, este tipo de ataques se han vuelto frecuentes en las últimas semanas y se producen principalmente durante los fines de semana. Los vecinos creen que se trata de una nueva forma de gamberrismo por parte de estos adolescentes, que parecen haber encontrado en la casa okupada un objetivo recurrente.

La situación ha dado pie a enfrentamientos verbales entre los okupas y los jóvenes. En varias ocasiones, los habitantes de la casa han salido al exterior para encararse con los atacantes, generando broncas y gritos a altas horas de la madrugada. Los testigos aseguran que algunos de estos enfrentamientos han involucrado a grupos de más de diez adolescentes, lo que ha intensificado la sensación de inseguridad en la zona.

La casa okupada de Os Duráns ha sido motivo de quejas vecinales durante años. Sus inquilinos, conocidos por protagonizar altercados y conflictos internos, han convertido el inmueble en un foco de inseguridad. Peleas, ruidos, suciedad y, en ocasiones, la presencia de individuos en estado de embriaguez o bajo los efectos de sustancias tóxicas han sido algunas de las problemáticas denunciadas por los residentes del barrio.

A pesar de que los vecinos han elevado sus quejas en repetidas ocasiones y han llegado a organizar protestas y denuncias formales, el inmueble sigue ocupado y las autoridades no han procedido a su desalojo. La falta de intervención ha hecho que la comunidad se sienta desamparada y sin soluciones a la vista.

Uno de los episodios más graves tuvo lugar en la última noche de 2024, cuando un incendio se desató en una zona exterior de la casa. El fuego, que se originó en un área repleta de maleza y escombros, puso en serio peligro una vivienda contigua habitada por personas mayores. La estructura de esta casa, predominantemente de madera, hizo temer un desenlace mucho más trágico.

Ahora, en el contexto de los nuevos enfrentamientos con los adolescentes, algunas voces del barrio apuntan a que aquel incendio podría haber sido provocado como parte de estas acciones vandálicas. Aunque no existen pruebas concluyentes, la coincidencia en el tiempo entre los ataques de los jóvenes y el incendio ha generado sospechas entre los vecinos.

Los residentes de la calle Os Duráns manifiestan su creciente preocupación por la deriva que está tomando la situación. Mientras que antes los problemas surgían únicamente por las disputas internas de los okupas, ahora la casa se ha convertido en el epicentro de enfrentamientos con grupos externos, lo que añade un nuevo factor de inestabilidad al barrio.