Sogama defiende ante las quejas que Baión cumple el límite de ruidos

Sogama salió ayer al paso de las quejas vecinales por ruidos de la planta de biorresiduos que posee en Baión (Vilanova), defendiendo que las últimas mediciones realizadas arrojan unos niveles «muy por debajo de los límites legales», incluyendo los de olores. No obstante, invita a los afectados a contactar con la sociedad para ofrecer cualquier aclaración y, en todo caso, realizará nuevos análisis en los próximos días.

La firma explicó que una vez conocida la situación se puso en contacto con la empresa concesionaria de la instalación, la cual «está sometida a exhaustivos controles medioambientales entre los que se presta especial atención a los ruidos y los olores».

Sin embargo, indicaron que las últimas mediciones, que además realiza una empresa externa «acreditada», subrayaron, «evidencian que tanto los niveles de ruidos como de olores están muy por debajo de los límites legales».

Asimismo, desde la Sociedade Galega do Medio Ambiente puntualizaron que durante la última semana no se han producido cambios ni modificaciones en la operativa habitual de esta planta, donde se compostan residuos orgánicos a nivel industrial, y es por ello que las quejas vecinales les han llamado «la atención», indican en un comunicado.

A disposición

Con todo, y como ya han hecho en el pasado, cuando se ha producido algún problema, destacan que la gestora «mantiene un diálogo fluido y cercano con los vecinos y que hoy -por ayer- volverá a contactar con ellos para recoger sus impresiones».

Del mismo modo, invitan a cualquier residente en las inmediaciones a contactar directamente con ellos. Y como parte de esta filosofía, también anuncian que aún así, en los próximos días realizarán nuevas mediciones, para «comprobar que todo sigue en orden», puntualizan.

Cabe recordar que, en esta ocasión, las quejas ciudadanas se centraban en el ruido que realizan las turbinas y los ventiladores, llegando a mantenerse durante las 24 horas del día, lamentaban en declaraciones a este diario. Asimismo recordaban que no era la primera vez, pero se había tratado de algo bastante puntual. Respecto a los malos olores registrados el pasado verano, habrían remitido tras el ultimátum dado por el Concello de Vilanova para que se solventase.