Cuando al mejor barrio de Vilagarcía se le da de lado: el abandono de Rosalía de Castro

Las ramas de eucalipto tapan las luminarias en Bamio. |  FDV

Las ramas de eucalipto tapan las luminarias en Bamio. | FDV

Antonio Touriño

Antonio Touriño

Vilagarcía

A los vecinos de Rosalía de Castro se les cae el alma a los pies cuando transitan por su calle, aquella que en su día fue parte del conocido como Barrio de la Prosperidad de Vilagarcía. Su estado actual es decadente, denuncian.

El abandono de la calle Rosalía de Castro en Vilagarcía es más que evidente a pesar de ser el eje con más posibilidades de la ciudad y que, además, da servicio a la enorme playa urbana de A Concha-Compostela, de unos dos kilómetros de longitud.

Principal entrada a la playa de A Concha-Compostela. |  FDV

Principal entrada a la playa de A Concha-Compostela. | FDV

Desde Villa Güimil, una casona colonial en ruinas en venta al principio de la avenida, hasta la glorieta de Carril, son decenas de casas cerradas y en estado de total abandono, en gran parte porque las administraciones (Xunta y Ayuntamiento) han suspendido cualquier inversión en el entorno.

Deterioro de infraestructuras

La calle es el claro ejemplo de la desidia institucional, con un asfaltado tan precario que casi dispone de tanta superficie de socavones y baches como área asfaltada, una situación que afecta tanto a la calzada, como las plazas reservadas al aparcamiento junto a la playa e incluso aceras.

Obviamente, el pintado de la calle también está en consonancia con este estado de olvido/desidia permanente, por lo que tanto los conductores como los peatones suelen sufrir las consecuencias de esa deficiente señalización.

«Los pasos de peatones están borrados», explica uno de los vecinos que intentaba esta misma semana cruzar desde la acera del jardín de Artime al contrario.

Párking ondulado junto a la playa

Pero también los conductores que trataban de estacionar junto a la principal entrada a la playa critican que el suelo de los aparcamientos esté ondulado porque hace años que no ha pasado una apisonadora por este lugar.

«Es una pena que nadie mire por esta avenida que ha sido una de las más relevantes de la ciudad», explicaba otro de los consultados que también se queja de la suciedad en la calle, la falta de baldosas en las aceras e incluso de la estrechez de paso en determinados puntos de la avenida.

Oscuridad absoluta en la vía

Pero una de las quejas que concitan más unanimidad es el deficiente alumbrado en toda la avenida. «Acaban de retirar cinco farolas en esta acera de Villa Güimil y de noche queda todo a oscuras», exponen con indignación.

Pero esta falta de luz es una constante hasta la plaza da Liberdade, pues el Ayuntamiento ha optado recientemente por mejorar la iluminación en el paseo peatonal a orillas de la playa en vez de alumbrar la propia calle que también debería dar servicio a los vecinos de la misma.

Llama la atención que solo por el lado izquierdo de la vía, es decir por la acera de mayor número de edificios, existan farolas de iluminación pública.

Ello no sería relevante si las luminarias tuvieran suficiente intensidad, pero se da la circunstancia de que las bombillas led instaladas a una altura de casi diez metros apenas alumbran la calle y muy poco la acera sobre la que están instaladas las enormes farolas desde hace varias décadas.

Y es que hasta los báculos acusan ese total abandono de Rosalía de Castro, pues son varios los que aparecen doblados, con óxidos, suciedad y restos de publicidad y pegatinas pegadas hace años, incluso cables a la vista.

Bamio, más alejado todavía

Pero no solo Rosalía de Castro sufre esta desidia por parte de las administraciones públicas. Continuar hacia Bamio lleva a una conclusión casi idéntica y basta con echar un vistazo a las glorietas para comprobar que hace mucho tiempo que nadie de Mantenimiento se ha dignado a pasar por cerca de ellas.

Y a mayor inri, hasta las nuevas obras que se realizan en la zona trasera de la gasolinera ya presentan un aspecto de que más pronto que tarde se va a convertir en una deplorable selva.

Basta con echar un vistazo a unas aceras nuevas que tienen un ancho de menos de un metro; al talud que se deshace como grava sobre las tajeas o las minifarolas que ya aparecen cubiertas por el follaje de los eucaliptos para llegar a la conclusión de que en nada, el acceso al cementerio de Carril también quedará intransitable.

Balneario o cruceiro de Santiago

Xunta y Ayuntamiento tendrán que tomar cartas en el asunto cuanto antes. Ver el abandono del balneario de A Concha o que hace más de una década que el cruceiro de la iglesia de Santiago está decapitado demuestra ese desinterés del que hablan los vecinos.

Y es que el entorno que defienden es espectacular, con la isla de Cortegada al frente, una playa que hace solo unos meses ha sido levantada para eliminar el abrojo y una arquitectura colonial que sigue llamando la atención a pesar de que el abandono es patente.

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