¿Será posible dragar ahora en el Ulla, Carril, Tragove y Meloxo?

Los dragados de los puertos y bancos marisqueros de las Rías Baixas llevan un lustro paralizados a causa de las protestas desatadas en su momento, promovidas por quienes consideraban una amenaza medioambiental verter los áridos extraídos en una especie de fosa en mar abierto situada frente a la ría de Arousa, por detrás de las islas de Sálvora y Ons, que se había utilizado durante años para este fin.

Pero resulta que el mismo Gobierno que paralizó aquellos vertidos –el de España–, señala ahora que la fosa es el lugar más indicado para realizar los vertidos de dragados como el del Lérez, tal y como se indicaba ayer en FARO.

Una posibilidad que ha sido bien acogida en buena parte del sector del mar, pues son muchos los que coinciden en señalar que «si por fin se pueden depositar los áridos sobrantes en Sálvora, será posible retomar dragados pendientes y afrontar otros nuevos».

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Sale a relucir el dragado de Os Lombos do Ulla, tantas veces solicitado por cofradías de pescadores como las de Rianxo y Carril. Este último un puerto donde se realizó el último dragado antes de la parálisis, el cual necesita ser ampliado.

Como también se plantea dragar Tragove (Cambados) para dar calado a la flota del cerco y evitar los problemas que atraviesa en época de mareas vivas como las de este fin de semana.

Barcos bateeiros

Sale a relucir, igualmente, la necesidad de dragar Porto Meloxo (O Grove) para facilitar las maniobras de los barcos auxiliares de acuicultura ahora que Portos parece en disposición de instalar el dique tantas veces demandado, aunque sea mediante un pantalán flotante.

«Con los dragados ocurre lo mismo que con los contenedores de basura, pues nadie quiere uno ante su puerta, pero todos los necesitamos y usamos», indicaban ayer en la cofradía de O Grove.

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«Lógicamente, si queremos mejorar bancos marisqueros y garantizar la seguridad en los puertos hay que hacer dragados», espetan en el pósito.

Algo en lo que coincide el patrón mayor de Cambados, Alejandro Pérez. «No se puede estar pidiendo dragados en el Ulla, como hacen Rianxo y Carril, para regenerar los bancos marisqueros si al mismo tiempo la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) pone pegas al vertido de los áridos en Sálvora –añade el cambadés–. Si estas labores son beneficiosas para el marisqueo y puertos como el de Tragove y tantos otros debemos llevarlas a cabo, quizás buscando también zonas de vertido por detrás de Ons y Cíes para los dragados de la ría de Vigo».

Rosa Quintana

Llegados a este extremo, puede recordarse que en el año 2019, la entonces conselleira de Mar, Rosa Quintana, mostraba su incredulidad ante la oposición mostrada por la PDRA al proyecto de vertido del dragado del río Lérez.

Alegaba la conselleira que se trataba de verter en Sálvora áridos finos, pero no lodos contaminantes. Para añadir que todos los trámites cumplían la normativa ambiental y que la clausura de aquel punto de vertido no solo paralizaría el dragado del Lérez, sino otros 50 proyectados por la Xunta, a petición de las cofradías gallegas.

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«No puede ser que ahora digan que se trata de lodos contaminados que van a derramarse en Sálvora, porque ni son lodos, ni están contaminados, ni van a Sálvora, sino que se depositan en un punto que cumple con todos los requisitos y está autorizado para ello desde 1998 por el Estado», señalaba la titular de Mar hace seis años.

Desde aquel momento se hicieron dragados proyectados con anterioridad –como el inacabado de Carril y el de O Corgo (O Grove)–, pero en 2021 el Ministerio de Transición Ecológica ordenó que cesasen los depósitos de áridos en Sálvora, lo cual obligó a paralizar otros muchos dragados, de ahí que actualmente estén pendientes al menos dieciséis en las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa y Muros.

Aquella paralización obligó a la Xunta a buscar alternativas, planteando en todo momento la conveniencia de reabrir la zona habilitada históricamente a la altura de la isla de Sálvora.

Parece que el Gobierno gallego no estaba desencaminado, pues como se detallaba ayer, el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), dependiente del Gobierno de España, emitió un informe técnico que recoge en sus conclusiones que el conocido como punto exterior de vertido de Sálvora «deberá ser considerado prioritario sobre otras alternativas».

La draga vuelve a funcionar

Así lo comunicó a la Consellería do Mar, de ahí que este departamento, ahora capitaneado por Alfonso Villares, recuerde que es el mismo punto «que se venía empleando hasta abril de 2021, cuando el Ministerio para la Transición Ecológica decidió no autorizar ningún nuevo depósito en él a la espera de alternativas».

Dicho de otro modo, que se han perdido cuatro años de posibles dragados para acabar depositando los áridos en el mismo lugar donde, por ejemplo, entre 1995 y 2010 se depositaron 139.000 metros cúbicos de «arena, fango, zahorra y roca» procedentes de ocho operaciones de dragado con las que ganar calado solo en Marín.

La misma fosa, a 14 kilómetros mar adentro en línea recta desde la playa de A Lanzada, a 3,2 de la zona marítima de Sálvora y a 6,6 de Ons, en la que ya se habían depositado unos 140.000 metros cúbicos de dragados anteriores en el puerto marinense.

Así como los restos procedentes de otros muchos puertos. Entre ellos el de Vilagarcía, que en el periodo 1995-2010 llevó a la fosa atlántica nada menos que 2.342.048 metros cúbicos de fangos y áridos.

Volumen de dragado pendiente: 1,6 millones de metros cúbicos

El Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) –organismo público dependiente del Ministerio de Transportes– plantea tres posibilidades: dos en el entorno de Sálvora –una de ellas la que se prohibió en 2021– y una cerca de la ría de Vigo.

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Su informe señala que «la previsión de necesidades de dragado entre todos los puertos ubicados en la zona de las Rías Baixas se estima en un volumen aproximado de 1,6 millones de metros cúbicos, de los que 422.000 son necesidades a corto plazo de los puertos autonómicos».

Las tres zonas objeto de estudio fueron seleccionadas «se pueden dividir en dos grupos por su localización geográfica: por un lado están las zonas B (nueva) y E8 (de vertido tradicional), situadas al norte de Sálvora, ante la ría de Arousa, y, por otro, la zona D (nueva) situada al sur, en el entorno de la ría de Vigo.

La zona B8, que se utilizó hasta 2021, «deberá ser considerada prioritaria sobre otras alternativas, siempre que los efectos ambientales de los vertidos realizados sean correctamente valorados y no supongan un riesgo sobre la calidad del medio marino u otros usos legítimos del mar».

El documento recuerda que «los tres puntos se encuentran dentro de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y de las áreas de interés comunitario.

Se considera que el efecto que el vertido pueda tener sobre estas figuras de protección puede ser mínimo y puntual, tanto espacial como temporalmente».

Se añade que «es muy improbable que el Parque Nacional de las Illas Atlánticas pueda quedar afectado por la mancha de turbidez» que generan las maniobras de depósito, si bien advierte de que sí podría haber problemas en caso de «condiciones climáticas pésimas».

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Al respecto, aclara que sería «en escasas ocasiones y durante periodos de tiempo muy cortos, que podrían evitarse fácilmente acotando las operaciones de vertido».

El Cedex señala que «las tres localizaciones definidas en este estudio se valoran como adecuadas», pero añade que «entre las zonas B y E8, cercanas entre sí, será necesario dilucidar cuál de ellas es la más adecuada».

Pero «la zona tradicional E8 debe considerarse prioritaria», insiste el informe. En este punto se han encontrado alteraciones como la «modificación de la geomorfología del fondo con la presencia de dos elevaciones por la acumulación de sedimentos, pero dada la elevada profundidad de la zona, no representan problema alguno para la navegación».

Las recomendaciones finales indican que se debe «considerar la zona D (en el entorno de la ría de Vigo) como la más adecuada para recibir los materiales de los puertos de las rías de Vigo y Pontevedra», mientras que la zona de Sálvora es la «más adecuada para los puertos de las rías de Arousa y Pontevedra a menos de 20 millas».