Muere un trabajador de una conservera de Ribadumia por la rotura de un cable del transelevador

Un vecino de Vilagarcía de 48 años de edad, M.A.M.R., ha muerto este viernes en un accidente laboral en el interior de la Conservera La Brújula, situada en el polígono industrial de Cabanelas, en Ribadumia. Todo ocurrió sobre las 13.10 horas en el interior de la nave industrial, cuando el hombre, que trabajaba en las tareas de mantenimiento, se encontraba actuando en un transelevador que se utilizaba para transportar la mercancía y almacenarla. Todo apunta a que la rotura del cable que sostenía la estructura de este transelevador se rompió, provocando que este cayera sobre el cuerpo del vilagarciano sin opciones de esquivarlo.

La muerte fue en el acto, pero sus compañeros alertaron de forma inmediata al 112, que activó a todos los servicios de emergencias, movilizando una ambulancia de Soporte Vital Avanzado, a los Bombeiros de O Salnés, a Protección Civil de Ribadumia, a Emerxencias Cambados y a la Guardia Civil.

Los sanitarios que llegaron al interior de la nave solo pudieron certificar lo que los trabajadores de la fábrica se temían, que el hombre había fallecido por aplastamiento, lo que puso en marcha todo el protocolo de actuación en accidentes laborales de carácter mortal. Ese protocolo incluye la presencia de una comitiva judicial y de un forense, que se presentaban en el lugar poco tiempo después.

Hasta allí también se desplazaron efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil y los inspectores de Trabajo para tomar pruebas que permitan esclarecer las circunstancias en las que se registró el siniestro mortal. De hecho, la Guardia Civil tiene abierta una investigación para determinar que pudo ocurrir para que el cable que sujetaba el transelevador se rompiese provocando la tragedia.

Los Bombeiros procedieron a la retirada del cuerpo levantando el transelevador, una tarea que no resultó sencilla, ya que tuvieron que recurrir a medios mecánicos para apartar la estructura. Los Bombeiros levantarían el operativo y regresarían al parque, que se encuentra a unos centenares de metros de donde ocurrió el siniestro laboral, sobre las 16.30 horas.

Muchos de los compañeros del fallecido permanecieron a las puertas de la fábrica aguardando a la retirada del cuerpo y se vivieron momentos de dolor hasta la retirada del cadáver. Hasta el lugar del siniestro también se desplazó el alcalde de Ribadumia, David Castro, que reconocía la dureza de la situación que se estaba viviendo en el interior de la nave situada en la calle Grenla del polígono industrial de Cabanelas. El regidor estuvo acompañado del edil Miguel Castro.

La noticia del accidente laboral también se extendió rápidamente por el municipio de O Salnés, aunque el impacto más duro de la misma sería en la parroquia vilagarciana de Bamio, de donde el hombre sería natural.