El autor del albergue de Carril diseña el local de servicios sociales de Os Duráns

El arquitecto Iago Fernández Puentes es el padre intelectual de algunas de las obras públicas más importantes que se han hecho en Vilagarcía en los últimos años. De su despacho han salido proyectos tan aplaudidos como el del albergue de peregrinos de Carril o el de la escuela infantil de Vilaxoán, que incluso ganó un accésit en un certamen de arquitectura convocado por la fundación Juana de Vega. El Ayuntamiento arousano le ha encargado ahora un nuevo cometido: el proyecto del nuevo centro de servicios sociales, que se ubicará en el barrio de Os Duráns.

Además de los proyectos ya citados de Vilaxoán y Carril, Iago Fernández hizo los de remodelación del pabellón de Fontecarmoa y de humanización de Vicente Risco, una calle próxima a la iglesia parroquial de Santa Eulalia. Es, por lo tanto, un profesional de sobra conocido en Ravella.

Ahora, el Concello le ha confiado la redacción del proyecto del futuro centro de servicios sociales, que se levantará en cuatro locales de las calles Pablo Iglesias y Eduardo Pondal, adquiridos por el Ayuntamiento a finales de julio del año pasado para centralizar en ellos la actividad del área de servicios sociales. El importe del contrato asciende a 17.000 euros.

Estos días, el Ayuntamiento de Vilagarcía anunció que optaría a 3,8 millones de euros de fondos europeos para la ejecución de obras, y entre ellas se encuentra la construcción de este centro integral de servicios sociales. El Concello solicitará para este fin algo más de medio millón de euros, y permitiría habilitar las oficinas en unas dependencias más amplias que las que tiene actualmente en la planta baja del consistorio. De este modo, incluso se podrían ampliar los programas de apoyo a los ciudadanos y la plantilla. Los usuarios también podrán tener una mayor privacidad.

El Ayuntamiento compró cuatro bajos de un edificio con fachadas a las calles Eduardo Pondal y Pablo Iglesias -que pertenecían a dos propietarios distintos-, y que suman una superficie de algo más de 560 metros cuadrados, lo que supone más del doble de la que tienen en la actualidad. La operación supuso al Concello un desembolso de 230.000 euros.

En su momento, el alcalde, Alberto Varela, admitió que existían demandas de más espacio por parte de distintos departamentos municipales, si bien la petición de la Policía Local podría cubrirse con los espacios que dejasen libre los servicios sociales.

«Queremos potenciar los Servizos Sociais con más recursos económicos para ayudar a los vecinos y también con más personal para reducir las listas de espera. Además el espacio se ha quedado pequeño», explicó el regidor socialista tras formalizar la compra de los locales, el verano pasado.