Opmega y Universidade de Vigo creen posible obtener mejilla suficiente en criadero

Es posible producir semilla de mejillón «en laboratorio» a partir de reproductores sanos

Esto garantiza el suministro de cría sin depender del estado del recurso en la costa

Labores de desdoble y encordado de mejilla en una batea de Opmega.

Labores de desdoble y encordado de mejilla en una batea de Opmega. / Pablo Hernández

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

Como otros colectivos, investigadores y organismos como la Consellería do Mar, la Organización de Productores de Mejillón de Galicia (Opmega) cree posible obtener mejilla –la semila del molusco– en criadero, lo cual supone una garantía extra para el sector acuicultor, ya que podrá disponer de los alevines suficientes para «encordar» sus bateas incluso en épocas difíciles, cuando escasea en las rocas del litoral.

Una posibilidad que también evitaría el histórico enfrentamiento en la costa entre bateeiros y percebeiros, estos últimos dispuestos a limitar la labor de los primeros, al considerar que raspar la mejilla en las piedras perjudica al percebe.

Lo que hace Opmega ahora es referirse a estudios de carácter científico desarrollados junto con la Universidade de Vigo, los cuales permiten albergar esperanzas en cuanto a conseguir la mejilla precisa.

Esos estudios, enfocados a la «producción sostenible de semilla de mejillón con avances científicos que permitan optimizar su producción en criadero» forman parte del proyecto MytilUP.

Medio ambiente

«Lo que buscamos es garantizar una producción eficiente y respetuosa con el medio ambiente, asegurando la disponibilidad de semilla de mejillón sin depender exclusivamente de la captación natural», esgrimen en Opmega, la organización mayoritaria del sector productor.

Y los resultados de la investigación realizada el año pasado, a la que se dará continuidad en el presente ejercicio, llevan a la entidad a concluir que «los muestreos realizados con ejemplares reproductores han permitido mejorar la selección y calidad de los mejillones destinados a la reproducción».

Complementando esa selección «se han realizado cultivos larvarios a diferentes densidades, analizando su evolución y seleccionando las mejores condiciones para su desarrollo».

Y con todo ello se ha conseguido «optimizar la fijación larvaria», lo cual resulta trascendental, teniendo en cuenta que es una fase crucial en la obteción de semilla.

«Se han evaluado distintos sistemas de asentamiento con el objetivo de incrementar la supervivencia y fortalecer la producción sostenible», añaden en la organización que preside Ricardo Herbón.

Control en batea

Donde también han trabajado, junto con la univerdidad, «en el seguimiento y control de la semilla en batea», tratando de determinar cuál es la talla mínima que la mejilla debe alcanzar en criadero antes de su traslado a la batea para su encordado, tratando así de garantizar la mejor adaptación posible al medio natural.

"Nos vamos a matar", claman los bateeiros que recogen mejilla

Manuel Méndez

A todo esto se suma el manejo de diferentes especies de fitoplancton para favorecer el «óptimo crecimiento del mejillón» identificando previamente los nutrientes «de mejor perfil nutricional».

Son «avances esenciales para asegurar la continuidad del sector y reducir la dependencia de los bancos naturales de semilla», aseguran en la organización.

Lo que buscamos es garantizar una producción eficiente y respetuosa con el medio ambiente, asegurando la disponibilidad de semilla de mejillón sin depender exclusivamente de la captación natural

Opmega

«Lo que hacemos es tratar de consolidar un modelo productivo sostenible y eficiente que garantice el futuro del mejillón gallego y la preservación del ecosistema marino», apostilla Ricardo Herbón.

La de Opmega es, como se decía al principio de esta información, solo una más de las líneas de trabajo abiertas para tratar de garantizar el abastecimiento de mejilla, cuya campaña de recolección en el medio natural se lleva a cabo desde el pasado 1 de diciembre.

Hay otras fórmulas, como su cultivo experimental en long-line, en la ría de Muros-Noia, y otros trabajos científicos semejantes, como los impulsados desde la Conseellería do Mar.

En este último caso hay que recordar que desde hace dos años, la comunidad científica emplea ejemplares de mejillón salvajes con los que ha empezado a producir cría en laboratorio.

Y con esos mismos trabajos se busca producirla en cantidades industriales y garantizar su plena adaptación al medio natural.

Ya se han realizado pruebas altamente satisfactorias en esa dirección, ofreciéndose los resultados obtenidos a cualquier empresa, entidad bateeira o iniciativa privada que quiera dedicarse a la producción de semilla de mejillón en criadero.

De hecho, en los últimos años se han intregrado al sector mejillonero importantes cantidades de cría de laboratorio que ha sido encordada en las bateas, permitiendo dar continuidad a los estudios científicos sobre sus niveles de adaptación y supervivencia.

La comparativa de los resultados entre semilla de criadero y la obtenida en las rocas del litoral son realmente esperanzadores.

CIMA

Así lo avanzaba también hace un par de años el director del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) de Corón (Vilanova), Carlos Gabín, en base a los protocolos y técnicas de obtención de semilla en criadero desplegados desde 2010.

Ricardo Herbón (derecha) en un barco auxiliar de acuicultura en el que se están desdoblando cuerdas.

Ricardo Herbón (derecha) en un barco auxiliar de acuicultura en el que se están desdoblando cuerdas. / Pablo Hernández

El propio Gabín indicaba que con la mejilla entregada a los bateeiros para que fuera encordada «hicimos un seguimiento periódico para ver su evolución, al tiempo que estudiamos todo tipo de materiales para tratar de dar con un sistema de fijación que resulte cómodo a los bateeiros y propicie el crecimiento de la cría».

Fue así cómo Gabín y su equipo llegaron a la conclusión de que es posible «conseguir en laboratorio mejilla que puede ser trasladada a batea en base a unos protocolos que ya existían y hemos actualizado para encontrar el tamaño adecuado para trasladarla al mar, y buscando también un material apropiado para que los bateeiros puedan trabajar como en el proceso de encordado habitual».

Avances notables de Mar en el CIMA

Así las cosas, hace ya un par de años los investigadores del CIMA, dependiente de la Consellería do Mar, no solo garantizaban que la producción de mejilla en criadero es posible, sino que decían haber encontrado un material apropiado para su fijación en las cuerdas de las bateas.

Dolores Vázquez explica al conselleiro la positiva evolución de la mejilla captada en long-line.   | // FDV

La empresaria Dolores Vázquez explica al conselleiro la positiva evolución de la mejilla captada en long-line. / FdV

No era otro que las fibras de yute («Corchorus capsularis»), una planta herbácea fibrosa, de la familia de las malváceas, cultivada en regiones tropicales.

Al tratarse de un producto totalmente vegetal y disponer de un nivel de degradación suficiente, la tela fabricada con hilo de yute que estaba siendo empleada en las pruebas del CIMA permitía «sujetar la semilla en las cuerdas dando tiempo al molusco a fijarse en ellas» sin afectar al medio marino, a diferencia de lo que sucede cuando se emplean superficies de fijación plásticas.

Por aquel entonces el director del CIMA aseguraba que «se ha comprobado que este sistema puede ser perfectamente incorporado en las tareas habituales de los bateeiros».

Y meses después el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, destacaba la importancia de tales investigaciones e incidía en la importancia y necesidad de producir cría a nivel industrial, además de adoptar medidas como la colocación de más cuerdas colectoras en los viveros flotantes para favorecer la captación de las larvas en el medio natural.

Tracking Pixel Contents