Miedo a actos vandálicos en la Aldea Grobit de A Toxa

Advierten de que a las tallas de madera puede sucederles lo mismo que a las garzas de acero colocadas en 2002 en el istmo

Piden cámaras de seguridad para salvaguardar las esculturas y todo el entorno

Un vehículo de la seguridad privada de la isla patrullando sus calles.

Un vehículo de la seguridad privada de la isla patrullando sus calles. / M. Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

O Grove

Los vecinos de O Grove que habitualmente se desplazan a A Toxa y pasean por su Parque Forestal, reclaman la instalación de cámaras de vigilancia y una mayor presencia policial y de la seguridad privada que opera en la isla.

Creen necesario intensificar los controles en todo el territorio insular, y muy especialmente en esa gran superficie pública de 210.000 metros cuadrados que se conoce como Monte Central, donde se ubica la Aldea Grobit.

Entienden los usuarios que «esa vigilancia ya era conveniente antes, para evitar actos vandálicos como los que se producen con frecuencia en la isla». Pero añaden que «ahora es más necesaria que nunca».

Descubre el secreto que oculta la aldea Grobit de A Toxa

Manuel Méndez

Lo plantean así tras enterarse a través de FARO DE VIGO de la colocación de decenas de tallas de madera con forma de animales y personajes de ficción para trazar un circuito biosaludable y didáctico en torno al parque infantil de los «grobits».

«Si no se vigila la zona acabará sucediendo lo mismo que con las esculturas de acero de A Lanzada», pronostican.

Aluden a las diecisiete obras con forma de garzas y flamencos elaboradas por Manuel Barreiro «Paparolo» e instaladas por el Concello en la rotonda central del istmo, allá por el año 2002.

Lugar que las pocas piezas que se salvaron tuvieron que abandonar precipitadamente, dado que poco después de su colocación algunas de las obras sufrieron graves desperfectos y otras fueron robadas, después de que alguien cortara con una sierra metálica sus patas de acero para, se sospechaba entonces, llevárselas para adornar algún jardín privado.

Temen que pase lo mismo

«Con las piezas de A Toxa va a pasar lo mismo, y si no se toman medidas de control no tardarán en robarlas, pintarrajearlas o romperlas», insisten los usuarios del Parque Forestal Xaquín Álvarez Corbacho.

Las tallas de madera.

Las tallas de madera. / FdV

Los mismos, por cierto, que muestran su malestar e incluso enfado con el Concello al alegar que «prohibieron el acceso al Monte Central hace más de tres meses para , supuestamente, protegernos de los jabalíes existentes en A Toxa, pero sin embargo tuvieron trabajando allí a los encargados de colocar estas esculturas de madera talladas en grandes troncos de eucalipto y otros árboles».

¿Existía verdadero peligro?

Lo que quieren decir es que «o bien no existía el peligro al que aludía el alcalde como justificación para prohibirnos el paso al monte, o bien durante todo este tiempo estuvieron poniendo en riesgo la integridad física de los trabajadores encargados de tallar las piezas y construir las bases de hormigón que las sujetan».

Algunas de las piezas.

Algunas de las piezas. / FdV

Unas plataformas semienterradas que, por cierto, también se habían colocado hace más de dos décadas en la rotonda de A Lanzada para sujetar con fuerza las esculturas y flamencos de acero desaparecidos después.

También entonces se pedía y anunciaban cámaras de vigilancia en el istmo para evitar daños en aquel conjunto escultórico.

Sea como fuere, los usuarios de A Toxa aplauden la idea de las tallas de madera , pues «hacen más atractivo si cabe el entorno de la Aldea Grobit y todo el Monte Central».

Un conjunto escultórico que, como avanzó FARO DE VIGO, va a promover el ejercicio físico, ya que propone a niños y adultos recorrer una serie de trayectos siguiendo las indicaciones que acompañarán a las diferentes figuras para imitar los movimientos de cada animal representado en ellas.

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