La nueva normativa de medicamentos pone en pie de guerra a los veterinarios arousanos

Numerosas clínicas se suman a un cierre simbólico porque creen que puede «poner en peligro la salud» de las mascotas | También se quejan de un ataque a su criterio clínico y de la amenaza de sanciones millonarias

Profesionales y clientes de la clínica Os Duráns durante el paro de protesta, ayer. |  Iñaki Abella

Profesionales y clientes de la clínica Os Duráns durante el paro de protesta, ayer. | Iñaki Abella

Lucía Romero

O Salnés

Los veterinarios de O Salnés están en pie de guerra contra la reciente obligación de informar sobre la administración y prescripción de antibióticos. Razón por la cual se sumaron ayer a un movimiento nacional de protesta que se tradujo -como primera medida- en un cierre simbólico de media hora en una buena cantidad de clínicas de la comarca. Se quejan de «restricciones desproporcionadas» y una burocracia «brutal» con amenaza de sanciones que pueden ser millonarias, pero sobre todo de «limitaciones» en la atención diaria que «pueden suponer un peligro para la salud» de sus pacientes, subrayan algunos de estos profesionales.

Los colegiados consultados por FARO tienen claras sus demandas: «Exigimos libertad de criterio clínico, acceso a los medicamentos y que se eliminen las sanciones que, en caso de incumplimientos muy graves, pueden llegar a un máximo de 1,2 millones de euros para un colegiado, ya no para el establecimiento», explica María Luisa Fresco, responsable de la clínica Os Duráns de Vilagarcía, donde ayer incluso portaron pancartas y sacaron a sus pacientes caninos a la calle.

Comienzo del malestar

Todo este malestar empezó el año pasado con la entrada en vigor del Real Decreto 666/2023, de 18 de julio, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios, pero la «gota que colmó el vaso» llegó el pasado 2 de enero, activando la exigencia de tener que informar de cada tratamiento en el sistema Presvet y de esperar una respuesta.

«Es inviable en la práctica», expone Rubén Domínguez desde su establecimiento de O Grove. «Una cosa es lo que pone el papel y otra lo que sucede en la clínica y cada caso es diferente. Ahora incluso se nos limita en el uso de cremas», agrega Iván Fernández de Meu Vet, en Cambados. Fresco lo resume en que «no podemos realizar una acción rápida» en las atenciones a sus clientes; cuestión que se agrava, dicen, en casos concretos como el control de las colonias de gatos callejeros porque son animales en libertad y «se hacen los tratamientos cuando se puede, no cuando quieren», aporta Fernández.

Según estos profesionales, ahora habrá ocasiones en las que deben mediar pruebas complementarias que sustenten su decisión profesional de administrar o prescribir algún tipo de medicamento, como pueden ser cultivos de laboratorio, y el asunto es que «no siempre se pueden hacer y puede ser necesario aplicarlos antes de que lleguen sus resultados”, añaden desde Meu Vet. O como sintetiza Rubén Domínguez: «No seleccionar lo que necesitamos y consideramos puede poner en peligro la salud animal».

De hecho, una de las quejas generalizadas tiene que ver con que, en su opinión, se estaría entrando en conflicto con la Ley de Protección y Bienestar Animal. Así que ayer no era extraño escuchar consignas como que «respetamos el nuevo decreto hasta donde podemos, intentando modificar los protocolos, pero seguimos trabajando como antes, habiendo un criterio clínico por detrás, el cual prima».

Por otra parte, la realización de esos exámenes a mayores puede suponer un incremento de costes para el propietario de la mascota, pero sobre todo, los veterinarios consideran que se «está cuestionando nuestro trabajo», exponen desde el centro sanitario de Os Duráns.

Resistencia a los antibióticos

Y también como colectivo, porque los nuevos preceptos legales tienen por misión, entre otras cosas, anteponerse a un desafío global como es la resistencia a los antibióticos. Pero «somos los primeros en defender un uso razonable y racional, estamos muy concienciados y somos una de las profesiones que más se prepara, pero nos meten en el mismo saco de los animales de alimentación y equinos de uso deportivo», expone la colegiada de Vilagarcía de Arousa. Es más, asegura que a pesar de ser un problema que afecta a otros ámbitos de la salud «somos el único gremio al que se está controlando, es abusivo».

En el ámbito de esta reivindicación que está recorriendo todo el país también reclaman la rebaja del IVA aplicado a sus servicios del 10% en lugar del 21% que rige actualmente.

El Refugio de Cambados busca hogar para una «víctima» del síndrome de Noé

El Refugio de Animales de Cambados sigue buscando un hogar para algunos de los 20 podencos que el año pasado retiraron de una finca junto con el Seprona, en lo que calificó de un posible síndrome de Noé por parte de su dueño.

En este caso se trata de «Biss», que «estaba casi muerto. Lo veíamos en el fondo del terreno pensando que era un cadáver, pero seguía con vida a pesar de llevar semanas sin comer y de que los demás perros se lo estuvieran comiendo (por falta de alimento)».

Ahora está en sus instalaciones, pero explican que no es el lugar adecuado para él por su edad (tiene unos siete años) y constitución, así que se «pasa los días tiritando de frío» y tampoco soporta los jerseys que le ponen. La protectora no quiere que «sus días se apaguen en una fría jaula» y por eso busca una familia dispuesta, aún sabiendo la dificultad que entraña su caso.

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