Entrevista | Alfredo Vázquez Oliveira Poeta

«Vivir en pareja sin amor es el mayor de los engaños»

Esta semana se celebra el día de San Valentín, y Alfredo Oliveira está en plena promoción de su nuevo libro, un poemario de amor titulado «Para cuando te vayas». Lo presentará en Cambados el 21 de febrero; quizás pudo hacerlo antes, esta misma semana, pero no cree en las fiestas inventadas por el marketing.

El poeta cambadés Alfredo Oliveira.

El poeta cambadés Alfredo Oliveira. / Iñaki Abella

Cambados

Alfredo Vázquez Oliveira (Cambados, 1970) se despertó una mañana con el síndrome de Guillain-Barré. La enfermedad lo ató durante siete meses a una silla de ruedas y le obligó a posponer su tesis doctoral. Para matar el tiempo empezó a publicar en sus redes sociales una serie de poemas de amor que tenía guardados en cajones y carpetas desde hacía muchos años. No los había escrito con el afán de mostrárselos a otras personas, y mucho menos de publicarlos, pero la respuesta de los lectores en internet fue tan buena que el escritor arousano se animó a presentar una selección de ellos a un par de editoriales. Ambas se mostraron interesadas en el libro, y Alfredo Oliveira se decantó por Cuadranta, de Valencia. El poemario se titula «Para cuando te vayas», y recoge 45 textos muy distintos entre sí en cuanto a estilo, métrica y hasta sentimiento. El primero del libro es un poema que Oliveira escribió con 22 años; cuando alumbró el último, tenía 54. «Para cuando te vayas» se presenta el 21 de febrero (viernes) a las 20.00 horas, en la Casa da Calzada. Alfredo Oliveira estará acompañado de otro poeta cambadés, y buen amigo suyo, Augusto Chaves.

A menudo parecen mundos opuestos y hasta irreconciliables el libro literario en papel y el de internet. Y sin embargo en su caso da la impresión de que el libro surgió gracias al empuje que le dieron las redes sociales.

Así es. Como escribió Umberto Eco en La Stampa, las redes sociales tienen sus pros y sus contras, pero bien empleadas pueden servir para dar visibilidad a los escritores que estamos lejos del foco literario de las grandes ciudades.

La portada del libro.

Imagen parcial de la portada del libro. / Iñaki Abella

El amor tiene muchas caras, y en su poemario hay versos de alegría, de tristeza, de esperanza y de angustia. ¿Cómo se escribe mejor sobre el amor? ¿Durante la euforia y la incertidumbre del enamoramiento, con la satisfacción del amor colmado o en pleno desengaño?

A mí me resulta más fácil escribir sobre el desamor. Mi introspección intimista va más con el desengaño, tan quevediano, con la desilusión, con el desencanto, con la ruptura de lo que pudo ser.

¿Cura esas emociones tan dolorosas escribir poesía?

A mí me han curado muchísimo. Los momentos de escritura son una catarsis para mí, ejercen como una válvula de escape a todas esas emociones.

¿La literatura es terapéutica también para los lectores?

Diría que sí, por las críticas que me llegan. Muchos lectores me han dicho que les ha pasado algo muy similar a mí, que empatizan con las emociones que ven plasmadas en mis textos.

En uno de sus poemas, una mujer le dice a usted que ya no le quiere, pero en los versos siguientes se explica que aún hicieron «un par de recados más» y que hubo una «tenue rectificación». ¿Es posible salir adelante con una relación después de que una de las dos personas haya dicho que ya no quiere al otro?

No. Cuando una relación se corta en un momento dado hay que dejarla en ese punto, todo lo que sea prolongarla en el tiempo es un parche que solo va a aumentar el dolor y la incertidumbre. Yo no creo en eso que se dice de que algunas segundas partes sí pueden ser buenas. Otra costa distinta es que por la fuerza de la costumbre o de otras pulsiones se mantenga la relación.

¿Es posible vivir en pareja sin amor?

Conozco muchas parejas que viven sin amor, pero eso para mí, como diría Francisco de Quevedo, es el mayor de los engaños de este diablo mundo.

¿Hay que ser muy valiente para reconocer públicamente que se ha fracasado en el amor?

Hay gente que lo considera un tabú, que lo esconde, pero yo he tenido la suerte de compartir mi vida con mujeres maravillosas. He tenido suerte en el amor, pero por circunstancias de la vida, algunas relaciones duraron trece años, y otras solo trece noches.

¿Es el amor el gran tema de la literatura universal?

Desde la Edad Media hay dos temas recurrentes, que son el amor y la muerte. Son desde luego el motor de la literatura lírica.

Usted ha pasado una enfermedad muy grave. Y en ese momento se decantó por rescatar poemas de amor. ¿No escribió nada sobre la muerte?

En estos momentos he dejado un poco de lado la poesía y estoy dedicándome más al relato corto. Ahí, en la narrativa, sí hablo un poco más de la muerte. Pero, salvando las distancias, creo que me pasa algo parecido a Miguel de Cervantes, que se consideraba a sí mismo mejor narrador que poeta, aunque lo que él quería verdaderamente era ser un gran poeta.

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