Villares se familiariza con la recogida de muestras para el control de biotoxinas

El conselleiro participa en las labores de seguimiento del Intecmar

Alfonso Villares y Covadonga Salgado, en Vilaxoán.

Alfonso Villares y Covadonga Salgado, en Vilaxoán. / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, volvió a destacar esta mañana, en Vilagarcía, el papel que desempeña el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar), dirigido por Covadonga Salgado y asentado en el puerto de Vilaxoán.

Pero eso es algo que ya hizo en otras ocasiones, al igual que su predecesora, Rosa Quintana, y todos aquellos que saben de la trascendencia de este laboratorio nacional de referencia de biotoxinas marinas, que «cada año emite cerca de 300 resoluciones de apertura, cierre o cambio de clasificación de zonas; más de 500 informes del estado de las zonas de producción; y más de 600 avisos que llegan a más de 500 destinatarios mediante correo electrónico».

Lo realmente novedoso de esta visita es que el propio Villares ha tenido la oportunidad de participar en la recogida de muestras en la ría y posterior recepción de las mismas en el Intecmar, donde estuvo acompañado del delegado de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera, y de Covadonga Salgado.

De este modo el titular de Mar pudo familiarizarse con ese complejo proceso de control que garantiza la llegada al mercado de productos aptos para el consumo, lo cual requiere de la realización de 70.000 análisis anuales.

Metales pesados

Como se ha explicado en otras muchas ocasiones anteriores, es en el Intecmar donde se evalúan también diversos parámetros oceanográficos y se hace un estrecho seguimiento de hidrocarburos, metales pesados, sustancias organocloradas y clorofilas, además de analizarse la concentración de nutrientes, hacer recuentos de fitoplancton y desplegar estudios microbiológicos de los moluscos.

Dotado con 5 millones de euros, este centro dependiente de la Xunta «asegura una calidad suficiente para la explotación de los recursos, controla las posibles fuentes de alteración ambiental y potencia nuevas estrategias de explotación y comercialización, con el fin de minimizar las pérdidas económicas derivadas de los procesos tóxicos naturales», esgrimen desde Mar.

Donde hacen hincapié en que del trabajo realizado en el Intecmar no solo se benefician los bateeiros, que son los que salen mejor parados con su funcionamiento, sino también las cofradías de pescadores y los mariscadores.

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