Cacabelos acusa a PP y BNG de «dar la espalda» al pueblo de O Grove
Conservadores y nacionalistas insistieron en seguir dilatando la aprobación del documento
Socialistas y esquerdistas apelaron a la «paz social» que se detecta en torno al planeamiento

Los concejales de Esquerda Unida y PSOE votando a favor del PXOM. / Iñaki Abella

La aprobación provisional del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de O Grove acordada por el pleno de la Corporación en la noche de ayer, como ya se informó inmediatamente después en la edición digital de FARO DE VIGO, requería de mayoría absoluta. De ahí que el alcalde, José Cacabelos Rico, advirtiera de que abstenerse era «como votar en contra».
Finalmente el gobierno socialista que capitanea, y que dispone de 8 ediles en una Corporación de 17, consiguió esa mayoría absoluta gracias a Esquerda Unida (3), dado que BNG (2) y PP (4) se abstuvieron.
De ahí que el regidor no dude en señalar a ambos grupos y acusarlos de «posicionarse de espaldas al pueblo de O Grove y a su futuro».
Lo cierto es que en la sesión, Cacabelos se despachó a gusto contra el conservador Pablo Leiva y el nacionalista Anselmo Noya, los líderes, respectivamente, de PP y BNG.
Escasa expectación
Una sesión plenaria, por cierto, seguida por media docena de vecinos –entre ellos varios exconcejales– en el salón de plenos y un puñado poco más grande a través del canal de YouTube del Concello.
Es absolutamente falso decir que los vecinos no conocen este documento, y la prueba es la poca gente que hay en este pleno, mientras que en el procedimiento anterior había cientos y miles de personas protestando en esta casa consistorial, en O Corgo y en las calles
Una escasa expectación que contrasta con la trascendencia del asunto tratado, lo cual llevó a Cacabelos y al esquerdista José Antonio Otero González a reafirmarse en su apreciación de que existe una «paz social» que nada tiene que ver con la crispación vivida con el PXOM que proponía el PP en 2014.
Época a la que se remontaron Anselmo Noya y Pablo Leiva cuando hicieron un particular de viaje al pasado que los llevó a reclamar insistentemente otra exposición pública del documento, como si no se hubiera hecho ninguna con anterioridad y prácticamente reivindicando poner los contadores a cero para empezar de nuevo con la redacción.

Anselmo Noya. / Iñaki Abella
Noya trató de difundir sospechas sobre las intenciones del gobierno y otros grupos de la oposición, insultó o menospreció a sus compañeros de Corporación y «rogó» a EU y PP que recuperaran «el espíritu de las manifestaciones contra el PXOM de 2014».
Pablo Leiva también demostró estar muy perdido en esto de la política local y como Anselmo Noya –ambos son recién llegados a la primera fila– quiso mirar al pasado.
Pero no solo eso, sino que dijo haberse sentidos «abrumado y aturdido» con tanta información recibida, criticando incluso que en el orden del día del pleno se incluyera un asunto de trámite, como era renovar el convenio del GES.
Esto lo llevó a decir que no tuvo tiempo para analizar tanta información junta, por lo que pidió sin éxito un aplazamiento más de este procedimiento, que en realidad se inició en 1979 y sorteó ya todo tipo de obstáculos.
«Funciona por dogmas y actos de fe»
Muy molesto con la postura de BNG y PP, Cacabelos espetó al BNG que «funciona por dogmas y actos de fe», para añadir que si Anselmo Noya hubiera tenido «un mínimo de interés político» en el PXOM habría consultado «la documentación que está al alcance de todos desde hace años». Pero «el BNG no hizo absolutamente nada por los vecinos en este asunto», proclamó.
En su particular repaso político a la oposición, el alcalde manifestó que «es absolutamente falso decir que los vecinos no conocen este documento, y la prueba es la poca gente que hay en este pleno, mientras que en el procedimiento anterior había cientos y miles de personas protestando en esta casa consistorial, en O Corgo y en las calles».
Lo que sucede en realidad es que «quien no lo conoce es el BNG, lo cual es lamentable, pues los representantes de los vecinos en la Corporación estamos obligados a trabajar para conocer el documento y saber qué solicitan, que es algo de lo que sí nos preocupamos en el PSOE desde hace más de una década, por eso estamos tan convencidos de este PXOM y presumimos de transparencia total y absoluta».
Así, tras insistir en que «fueron aceptadas el 95% de las 4.000 alegaciones» presentadas al anterior documento, Cacabelos cargó las tintas contra un Anselmo Noya al que acusó de no haberlas leído y «no saber de qué se habla».

José Cacabelos y Ángeles Domínguez. / Iñaki Abella
A su juicio, el único interés del BNG en este asunto es «manipular y tratar de confundir a la gente», dejando claro que los cambios introducidos obedecen a las exigencias de «la Ley de Patrimonio de Galicia, que todos debemos cumplir y que el PXOM debe acatar».
Acto seguido, el alcalde aseguró que «el BNG habla mucho de una transparencia y una participación que nunca practica», reprochando a los nacionalistas que también ellos «pudieron haber organizado charlas informativas como las que hicimos nosotros con los vecinos, y les habríamos cedido el local para que lo hicieran».
De este modo Cacabelos se plantaba ante un BNG y un PP cuyos representantes decían no haber tenido tiempo para estudiar este documento «porque es el mismo de 2023 y solo cambia lo que mandó cambiar Patrimonio, por lo que pudieron haberlo estudiado desde 2014 y las aprobaciones provisionales posteriores, si es que tenían un mínimo interés».

Los representantes del BNG. / Iñaki Abella
«Nos vienen acusando de falta de transparencia –añadió– cuando BNG y PP no hicieron absolutamente nada de lo que piden y no informaron a nadie de este procedimiento».
Para de nuevo cargar contra Noya «para corregirle la gran cantidad de errores que ha trasladado en su intervención» porque «es pura contradicción».
Aunque «lo más grave», a su juicio, es que Noya «dijo que es mi obligación como alcalde (conocer el PXOM e informar a los vecinos) pero que no es la suya, pues que un político que va a votar el PXOM diga que no es su responsabilidad conocerlo en profundidad quiere decir que evita algo que no conoce, lo cual me parece gravísimo».
Finalmente, tras hacer un último intento fallido por convencer al PP para que votara a favor del PXOM, Cacabelos agradeció el apoyo de EU para sacarlo adelante «y seguir trabajando por y para los vecinos hasta la aprobación definitiva de este documento urbanístico que O Grove tanto necesita».
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