El punk muestra toda su esencia en Vilagarcía con Manolo Kabezabolo y The Eskarallas

La sala Cream generó una atmósfera punk sin igual. La presencia de la banda The Eskarallas, junto a una leyenda como Manolo Kabezabolo, se convirtió en toda una fiesta de lo transgresor más decibélico.

Manolo Kabezabolo interpretando uno de sus temas ante un público entregado. |  Iñaki Abella

Manolo Kabezabolo interpretando uno de sus temas ante un público entregado. | Iñaki Abella

Vilagarcía

El punk se dio un homenaje en la noche del pasado viernes en la Sala Cream de Vilagarcía. Una velada con pase doble de la banda The Eskarallas y de Manolo Kabezabolo, todo un referente en la música a la hora de verter crítica deslenguada, antisistema y sin más filtro que la realidad que oprime.

Estaba claro que la sesión sería todo un derroche de energía. La irrupción del grupo liderado por el vilaxoanés Julen despertó a todas las personas que querían experimentar la música decibélica y con sello propio. Los temas de su único disco hasta la fecha fueron sonando en pleno ejercicio de interacción de la banda con sus fieles. Temas como “¿De qué vas?” o “Carro policial” fueron calentando el ambiente. Como no podía ser menos también hicieron sonar sus últimos trabajos, los mismos que darán forma a su segundo disco.

Julen, líder de The Eskarallas, durante su pase. |  Iñaki Abella

Julen, líder de The Eskarallas, durante su pase. | Iñaki Abella

Las cerca de 90 personas que completaron el aforo en los dos pases disfrutaron también de la conexión con el escenario propia del punk más puro, si bien habría que decir que el público y los músicos formaban parte del mismo espacio. La hiperactividad de The Eskarallas hizo de los presentes aún más protagonistas hasta el punto que un joven vilagarciano de 18 años también tuvo la oportunidad de tocar un tema junto a ellos.

Dentro de lo que es una gira entre ambas formaciones, también hubo tiempo a compartir temas y guitarras. Manolo Kabezabolo irrumpió en los dos pases de sus compañeros, y viceversa, para disfrutar y hacer disfrutar.

Ambos cantantes compartieron escenario. |  Iñaki Abella

Ambos cantantes compartieron escenario. | Iñaki Abella

El propio músico aragonés fue el que demostró a su paso por Vilagarcía que su carisma está a la altura de su leyenda. Tiró de repertorio y bagaje para dejar claro que ni el paso del tiempo puede esconder el espíritu rebelde, deslenguado y original.

Acompañado de su sempiterna guitarra y siempre fiel a una estética tan transgresora como natural, fueron saliendo de su garganta canciones que fueron cantadas a coro por todos. Se notaba que no era un día cualquiera en la sala Cream. La presencia de un nombre con mayúsculas de todo lo ácrata alcanzó momentos de desbordante euforia ante un público totalmente entregado.

En definitiva, toda una doble ración de punk en Vilagarcía en la que el talento se mostró en su forma más incipiente, pero también en su versión más madura.

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