La calle Aquilino Iglesia incluirá un parking disuasorio en su segunda fase

El Concello de Vilagarcía ha encargado la redacción del proyecto para la segunda fase de las obras de mejora en la calle Aquilino Iglesia Alvariño, situada en el barrio de Os Duráns. Dentro de esta actuación, se habilitará un nuevo aparcamiento disuasorio de 1.750 metros cuadrados, que ofrecerá cerca de 90 plazas de estacionamiento, además de continuar con la humanización de la zona mediante la construcción de nuevas aceras en 476 metros cuadrados de vía pública.

En 2024 se ejecuta la primera fase del proyecto en esta calle, con una inversión destinada a transformar la vía en un espacio de prioridad peatonal mediante la renovación del firme. Además, se instalaron bancos, papeleras, juegos infantiles y se mejoraron las condiciones tanto en la iluminación como en el saneamiento.

Ahora, con esta segunda fase, se ampliará la humanización de la calle Aquilino Iglesia Alvariño en el tramo comprendido entre las calles Eduardo Pondal y Otero Pedrayo, continuando con la mejora de la accesibilidad y la seguridad para los peatones.

Uno de los puntos clave del proyecto es la creación de un nuevo aparcamiento disuasorio en un terreno de 1.750 metros cuadrados, situado frente al parque infantil de Os Duráns. Este espacio, que ha sido cedido temporal y gratuitamente al Concello por su propietario, será acondicionado para acoger cerca de 90 vehículos. Para ello, el gobierno municipal se encargará de habilitar los accesos y mejorar el firme. Cabe destacar que al final de esta misma calle ya existe otra zona de estacionamiento con capacidad para unas 50 plazas, lo que convertirá a este céntrico barrio en un punto estratégico para el aparcamiento disuasorio en la ciudad.

Con esta actuación, el Concello de Vilagarcía sigue apostando por la creación de aparcamientos disuasorios en el entorno de la ciudad, «con el objetivo de facilitar el acceso al centro sin saturarlo con tráfico rodado». Esta estrategia, que se ha venido desarrollando en los últimos años, permite reducir la circulación en las zonas más transitadas, mejorar la seguridad peatonal y fomentar una movilidad más sostenible.

El modelo de estacionamiento disuasorio, del que ha sido pionero en Vilagarcía, se ha extendido posteriormente a otros municipios gallegos. Gracias a los acuerdos con propietarios de solares pendientes de desarrollo urbanístico, estos espacios pueden ser aprovechados temporalmente como zonas de aparcamiento alternativas, proporcionando una solución eficaz y eficiente a las necesidades de estacionamiento en la ciudad.

Con estas actuaciones, el gobierno municipal reafirma su «compromiso con la mejora de la movilidad y la calidad de vida en Vilagarcía, apostando por un urbanismo más accesible, sostenible y orientado a las necesidades de sus vecinos». Ahora es cuestión de tiempo hacer realidad este proyecto que pronto se redactará.