Voces y acordeones se unen en favor de una buena causa
La coral Rosalía de Castro dio un concierto a favor de Manos Unidas

El Salón García registró una notable afluencia. | Iñaki Abella
La fuerza de la música y el espíritu solidario se dieron la mano en el Salón García de Vilagarcía, escenario de un emotivo concierto a favor de Manos Unidas. La coral Rosalía de Castro, acompañada por la asociación Amigos del Acordeón Rías Baixas, deleitó al público con un repertorio cargado de tradición y sentimiento.
El evento comenzó con la bienvenida de Felipe Gutiérrez, presidente de la coral, quien agradeció a los asistentes su apoyo y destacó la importancia de la causa: la lucha contra el hambre y la promoción del desarrollo en comunidades desfavorecidas, una misión que lidera Manos Unidas. Entre el público asistente, se encontraba Ilda Piñeiro, presidenta de la ONG en Pontevedra, quien quiso apoyar personalmente esta iniciativa solidaria.
La coral Rosalía de Castro, formada por 25 voces dirigidas por Montserrat Arousa, abrió la velada con dos piezas clásicas del repertorio gallego: «Os Berberechos» y la «Jota de la Dolores». Sus interpretaciones, llenas de matices y emotividad, arrancaron los primeros aplausos de un público entregado.

La formación vilagarciana en una de sus interpretaciones. | Iñaki Abella
El protagonismo pasó después a los siete integrantes de Amigos del Acordeón Rías Baixas, quienes, con su maestría, ofrecieron una selección de temas que conectaron rápidamente con la audiencia. Los acordes, tan reconocibles como vibrantes, llenaron el Salón García de energía y alegría.
El punto culminante de la noche llegó con la fusión entre las voces de la coral y los acordes de los instrumentos, en una tercera parte que demostró la perfecta armonía entre ambos grupos. Las piezas conjuntas arrancaron calurosos aplausos y cerraron el concierto con una nota alta de emoción.
El carácter benéfico del evento se reflejó en las donaciones recaudadas para Manos Unidas, destinadas a apoyar proyectos de erradicación del hambre y desarrollo social en comunidades vulnerables. Además, la organización del concierto incluyó el sorteo de obsequios entre los asistentes, reforzando el espíritu solidario de la noche.
La coral Rosalía de Castro, conocida por su compromiso social, volvió a demostrar que la música no solo emociona, sino que también puede ser un vehículo poderoso para generar impacto y ayudar a quienes más lo necesitan. Un concierto que dejó patente la capacidad de la comunidad vilagarciana para unirse por una causa para el bien común.
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