La borrasca Éowyn en arousa | Pendientes de las crecidas
La Xunta vigila una docena de ríos en la comarca por riesgo alto de inundación
Augas de Galicia identifica áreas sensibles en Vilagarcía, Vilanova, Cambados, Sanxenxo, O Grove, Meaño, Ribadumia y en el Ullán
Preocupan sobre todo las crecidas de O Con

Imagen de archivo de una inundación en Cornazo (Vilagarcía). / Noé Parga
Augas de Galicia ha identificado las zonas de mayor riesgo de inundación, las ARPSI (área de risco potencial significativo de inundación), y entre los municipios de O Salnés y Ullán suman más de una docena de puntos. Están en los municipios de Vilagarcía, Cambados, Vilanova, O Grove, Ribadumia, Meaño, Sanxenxo, Catoira, Valga y Pontecesures, y en la práctica totalidad de los casos, los episodios se deberían a las crecidas de ríos y arroyos. Todos ellos están referenciados en el Plan de Xestión do Risco de Inundación de Galicia-Costa vigente hasta 2027.
En Vilagarcía se encuentra una de las áreas de mayor riesgo, la formada por el río de O Con. Las devastadoras riadas de 2006 demostraron hasta que punto la capital arousana se podría ver afectada por una inundación en caso de que confluyesen los factores adecuados, como la existencia de lluvias intensas en un momento de marea alta o la deficiente limpieza del río o de las tragantes de agua.
De hecho, en el Plan de Xestión, el área de O Con figura con riesgo «alto» por su posible afección al núcleo urbano, así como a zonas industriales y agrícolas. El caso de Vilagarcía preocupa no solo por las eventuales crecidas del cauce principal, sino también de sus afluentes, como son el Leiro (que baja por A Laxe), el Santa Mariña o el A Lomba.
Los técnicos han planteado una serie de medidas para reducir el riesgo en Vilagarcía, como la creación de una zona inundable en A Laxe, en la confluencia de los ríos de O Con y Leiro; la elevación de los puentes que cruzan el río en Vilagarcía; la construcción de los tanques de tormentas de Fexdega y el curso bajo del río (obra que la Xunta está ejecutando actualmente); o dejar a cielo abierto la desembocadura de O Con.
Otras zonas
En el Plan de Xestión de la Xunta se clasifican las ARPSI según el nivel de riesgo. Como «muy bajo» figuran tres áreas en O Salnés, que son las del arroyo de Nanín, en Sanxenxo -que transcurre por una zona eminentemente rural-; el río Rasoeiro, de O Grove, que en caso de desbordar afectaría en su parte alta a varias viviendas aisladas; y el rego de Sordido, que nace en el monte Xiabre y que desemboca en el mar tras atravesar Bamio.
En la categoría de riesgo bajo-medio se encuentran otros tres cauces fluviales, que son los formados por los ríos de A Chanca y Fondón, en Meaño; el Umia, a su paso por Vilanova, incluyendo arroyos como el Marís o el Sisto; y el río de A Ucha, de Corvillón (Cambados), que en 2006 también había causado destrozos muy importantes. Una eventual crecida de este río afectaría a viviendas y naves industriales.
En la categoría de riesgo alto, los técnicos han consignado el arroyo Baltar, en Sanxenxo, y el tramo del Umia que discurre por Ribadumia, y en el que se encuentra también una estación depuradora de aguas residuales.
En el caso de las tres poblaciones del Ullán (Pontecesures, Catoira y Valga), el riesgo principal estaría ocasionado por el desbordamiento del río Ulla y de algunos de sus afluentes, como son el Sar, en Padrón, el Catoira, el Louro o el Valga.
Asimismo, los técnicos de la administración autonómica han señalado los puntos donde hay más riesgo de inundaciones costeras. En el Plan de Xestión vigente hasta 2027 se menciona a O Grove y Vilanova.
Dos lagunas artificiales en A Laxe que suman 46.000 metros
La Xunta propuso a finales del año pasado, después de la trágica dana de Valencia, la creación de áreas inundables en algunos puntos críticos. Uno de los seleccionados para iniciar el plan fue Vilagarcía. En este caso, el área se localizaría a la altura de A Laxe, en una zona de fincas donde actualmente confluyen los ríos de O Con y Leiro.El director de Augas de Galicia, Roi Fernández, apuntó en su momento a una serie de lugares concretos en los que esta fórmula estaba planteada, y explicó que se trata de un modelo que se ha aplicado con éxito en Vitoria (País Vasco), donde un entorno degradado fue acondicionado como parque periurbano y configura la balsa de Lasarte. «Tiene un coste de ejecución pequeño y muchos beneficios», apuntó.El director de Augas de Galicia explicó que se trata de localizar «puntos bajos» a los que de forma natural se dirige el agua y después implantar un «borde» que permita que esta zona sirva de «depósito». «Dejar al agua ese oxígeno que a veces necesita», añadió Roi Fernández. De este modo, parte del caudal quedaría confinado en esa área inundable, no causando daños mayores. En el caso concreto de Vilagarcía, el plan de la Xunta pasa por habilitar dos lagunas separadas por la carretera de A Laxe. Una, de 30.000 metros cuadrados, y con capacidad para 80.000 metros cúbicos, recogería las crecidas de O Con; la otra, de 16.000 metros y capacidad de 25.000 metros cúbicos, absorbería el agua del Leiro. En ambos casos terrenos bajos, muy húmedos y no urbanizables.
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