Los barcos bateeiros vuelven a emigrar en Meloxo

La amenaza del ciclón bomba Éowyn hizo que la flota arousana amarrara a puerto

Las naves auxiliares de acuicultura grovenses buscaron refugio en el muelle de O Corgo

Barcos bateeiros refugiándose en O Corgo.

Barcos bateeiros refugiándose en O Corgo. / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

A medida que las previsiones meteorológicas anunciaban ayer la llegada de intensos vientos, los problemas iban en aumento en la ya castigada ría de Arousa, donde algunas bateas y barcos no se recuperaron aún de los daños sufridos hace un par de semanas.

El temor a nuevos destrozos hizo que flota tomara precauciones desde la madrugada. Las naves auxiliares de acuicultura de Porto Meloxo (O Grove), por ejemplo, zarpaban despavoridas para refugiarse en el más calmado muelle de O Corgo.

Éxodo que comenzó incluso antes de que abriera el día e hizo que la ensenada de Meloxo y Moreiras se quedara prácticamente desierta, mientras los barcos mejilloneros, los de pesca y los de recreo se agolpaban en el puerto del centro urbano grovense.

También a medida que pasaban las horas se registraba una igual de intensa actividad en otros muelles y pantalanes de la ría, con una flota que trataba de ponerse a cubierto ante lo que estaba por venir.

El muelle de O Corgo, ayer.

El muelle de O Corgo, ayer. / FdV

Las noticias en torno al ciclón bomba Éowyn, presentado como una peligrosa «superborrasca» que podría batir récords y se acercaba desde las islas británicas, con rachas de viento que durante la mañana de ayer superaron los 137 km/h en Galicia, hicieron reaccionar de inmediato a los armadores.

Sobre todo en el citado caso de Meloxo, donde están a la espera de que en menos de un mes la Xunta anuncie medidas con las que subsanar su carencia de amarres y abrigo. «Estamos totalmente expuestos y no tenemos sitio para amarrar, por eso tenemos que irnos de aquí», indicaban a las ocho de la mañana los primeros bateeiros consultados.

No querían dejar sus barcos fondeados en Meloxo, ni tampoco amarrados unos sobre otros en el pequeño dique allí existente, «porque los destrozos pueden ser enormes», aseguraban.

La ensenada de Moreiras y Meloxo, en la foto, está habitualmente repleta de embarcaciones. Son, sobre todo, naves auxiliares de acuicultura, es decir, los barcos que se emplean para cultivar mejillón en las bateas. El de Meloxo es uno de los puertos más importantes de Galicia para esta actividad, y eso se nota cuando, por carecer de espacio de amarre suficiente, fondean en la ensenada y cubren esa lámina de agua que se observa en la imagen. Fue tomada al filo del mediodía de ayer, cuando el grueso de la flota bateeira había emprendido su éxodo hacia O Corgo. Una huida provocada por causa de fuerza mayor, como era el temporal que se anunciaba, y avalada por los precedentes, ya que en anteriores ocasiones llegaron a hundirse lanchas y pequeños barcos en esta misma ensenada. A la que también llegan bateas arrancadas de sus fondeos por el viento y las corrientes.

La ensenada de Moreiras y Meloxo, en la foto, está habitualmente repleta de embarcaciones. Son, sobre todo, naves auxiliares de acuicultura, es decir, los barcos que se emplean para cultivar mejillón en las bateas. El de Meloxo es uno de los puertos más importantes de Galicia para esta actividad, y eso se nota cuando, por carecer de espacio de amarre suficiente, fondean en la ensenada y cubren esa lámina de agua que se observa en la imagen. Fue tomada al filo del mediodía de ayer, cuando el grueso de la flota bateeira había emprendido su éxodo hacia O Corgo. Una huida provocada por causa de fuerza mayor, como era el temporal que se anunciaba, y avalada por los precedentes, ya que en anteriores ocasiones llegaron a hundirse lanchas y pequeños barcos en esta misma ensenada. A la que también llegan bateas arrancadas de sus fondeos por el viento y las corrientes. / FdV

De ahí que, como en otros fuertes temporales anteriores, iniciaran un peregrinar hacia O Corgo para tratar de ponerse a cubierto, ya que esta dársena está mucho más resguardada.

«Otra vez queda claro que en Meloxo no estamos bien y que son necesarias medidas urgentes», indicaba Diego Portela, el conocido empresario y bateeiro que abandera la plataforma de usuarios creada para, precisamente, exigir mejoras en los puertos mecos.

«Confiamos en que la Xunta cumpla lo prometido y en febrero nos presenten las mejoras que tanto necesitamos en Meloxo y que las acometan cuanto antes», concluía este mejillonero tras dejar sus barcos en O Corgo.

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