Atención: explosiones (controladas) en el centro de Vilagarcía

Tratan de eliminar una gran roca para hacer los cimientos de un edificio

La excavación para los cimientos.

La excavación para los cimientos. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La empresa Promociones Inmobiliarias Julio Rey confirmó ayer a FARO DE VIGO que durante los trabajos de cimentación de un edificio en el centro de Vilagarcía «apareció una importante masa de piedra con la que no contábamos, pero se hicieron todos los estudios necesarios para ver cómo afrontar la situación».

Esto permitió «seleccionar la mejor manera de ir rompiendo esa roca poco a poco, garantizando la total seguridad para los vecinos y y viviendas del entorno».

También se elaboró un «protocolo de grietas» y, en definitiva, «se han tenido en cuenta todos los factores para minimizar los daños, lógicamente comprometiéndonos a subsanarlos en caso de que se produjeran».

Cerca de la estación de tren

Sucede en la calle Luisa Vila Janer, que avanza desde la de doctor Moreira Casal hacia la intersección entre las calles de Santa Lucía y de Ramón Piñeiro López.

Para que el lector se sitúe: es el tramo que va desde la subida a la estación de tren hasta el colegio de A Escardia, realizándose la obra en una parcela que se había estado empleando como aparcamiento disuasorio.

La gran roca que hay que destruir.

La gran roca que hay que destruir. / Iñaki Abella

Óscar Rey Iglesias, gerente de Promociones Inmobiliarias Julio Rey, explica en detalle lo sucedido, como ya se lo explicó a los propios vecinos, «para que todos estén tranquilos y sepan que estamos actuando con totales garantías y respetando escrupulosamente las normas de seguridad».

Al referirse a este episodio, que está provocando «un retraso de tres meses» en la ejecución de la obra –está previsto entregar los pisos en verano de 2026–, Óscar Rey se lamenta diciendo que «lo sucedido es uno de esos imprevistos que suelen aparecer en toda obra, y además es un claro ejemplo de mala suerte».

Mala suerte con las catas

Y es que «en su momento se realizaron las catas previas correspondientes, con hasta una veintena de penetraciones, y resulta que en ninguna de ellas apareció esta enorme piedra, ya que en todas las catas la habíamos estado rodeando sin darnos cuenta».

Lo mismo sucedió cuando llegó la primera pala excavadora, que también fue rodeando sin saberlo la inoportuna roca.

Así serán los edificios que se entregarán en verano de 2026.

Así serán los edificios que se entregarán en verano de 2026. / FdV

«De pronto nos encontramos con esa gran piedra, que es tan dura que no se puede eliminar con picador, por lo que pedimos todos los permisos necesarios, avisamos a la Guardia Civil e informamos a los vecinos para poder utilizar los cartuchos de gas, ya que en un lugar como este no se puede emplear dinamita».

Precisamente por la cercanía de otras viviendas «tenemos que actuar con sumo cuidado y muy poco a poco, colocando grandes lonas encima de las cargas de gas cada vez que las detonamos», matiza Óscar Rey.

Para terminar diciendo que «con los vecinos no hay ningún problema, sino todo lo contrario, porque hemos ido siempre de frente y desde el primer momento los mantenemos informados de este contratiempo y cada una de las medidas adoptadas».

Lo cierto es que, aún estando preocupados, los vecinos reconocen que, «a simple vista, se están tomando medidas preventivas».

Lo que piden es que «sigan siendo máximas» y que se garantice la seguridad de peatones y automovilistas, ya que «las explosiones se realizan justo al lado de bloques de edificios habitados, de una concurrida calle y a escasos metros del colegio».

El testimonio de los ciudadanos que residen en el entorno coincide con el de la empresa promotora: «Al excavar se han encontrado una gran roca y ahora la están destruyendo poco a poco con cargas explosivas, lo cual nos hace permanecer muy atentos».

Confirman también que «durante las explosiones tapan la zona con grandes mantas, en el momento de la detonación, y solo se escucha un fuerte estruendo, por lo que parece que todo está bajo control».

Medio centenar de viviendas ya vendidas sobre plano

La promotora encargada del edificio en construcción en la céntrica calle de Luisa Vila Janer, explica que se trata de viviendas de uno, dos y tres dormitorios «que se adaptan a las necesidades del cliente para garantizar su máximo bienestar».

Se trata de un edificio provisto de medio centenar de viviendas –ya están todas vendidas sobre plano– y dotado de planta sótano, bajo, cinco pisos altos con bajo cubierta, además de garajes y trasteros.

Las lonas con las que se cubren las bombas de gas.

Las lonas con las que se cubren las bombas de gas. / Iñaki Abella

La firma Julio Rey lo define como «un edificio situado en un emplazamiento en el que se respira calma sin tener que renunciar a una localización estratégica donde contar con todos los servicios, establecimientos comerciales y hosteleros, paradas de transporte público y amplias zonas verdes a las que se unen la playa de A Concha y el paseo marítimo, configurando el entorno ideal para establecer tu nuevo hogar».

La promotora aclara igualmente que «está a unos diez minutos a pie de la plaza de Galicia y del Pazo da Golpelleira, que data del s. XVI y que se sitúa en el barrio de A Torre».

Para añadir que «a menos de 400 metros se ubica la playa de A Concha» y que «una inversión de solo seis minutos caminando te permitirá disfrutar de un enorme arenal, zonas ajardinadas, un parque saludable y un extenso paseo desde el que podrás llegar a la parroquia de Carril, a pie o sobre ruedas, al disponer de carril bici anexo».

A la espera en O Piñeiriño

La actualidad inmobiliaria en Vilagarcía también gira en torno a una obra cuyo comienzo esperan muchos con impaciencia: el primer edificio con piscinas comunitarias y zona «chill out» en la azotea de la séptima planta.

Una de las piscinas será del tipo «infinity» –da la impresión de que la masa de agua se funde con el horizonte– y la otra, se reservará para los niños.

Tendrán espectaculares vistas a la ría para disfrute de los residentes del edificio, dotado de 39 viviendas. Lo levantará inmobiliaria Alcom en una parcela de O Piñeiriño con fachada hacia la avenida de Cambados.

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