Vilagarcía cierra 2024 con la cifra de parados más baja desde hace 20 años gracias al mayor empleo femenino
En 2005 el número de personas demandantes de empleo era de 2.609, actualmente son 2.336 | El sector servicios sigue siendo el más demandado y el que más trabajo genera

El número de mujeres desempleadas en la ciudad se ha visto reducido considerablemente, no así el de hombres que aumenta. | I. Abella
El mercado laboral de la comarca ha experimentado importantes cambios en las últimas dos décadas, registrando cifras que oscilan entre máximos históricos y avances significativos en la reducción del desempleo. Al cierre de 2024, Vilagarcía alcanzó su menor número de desempleados desde 2005, con 2.336 personas en paro, consolidando una tendencia de recuperación tras haber registrado un récord de 4.844 desempleados en 2014. Este descenso, aunque significativo, no ha sido uniforme entre sectores ni géneros, y deja entrever importantes tendencias en la devenir de la actividad laboral.
La evolución positiva del mercado laboral también se observa en otros municipios de la comarca. Catoira, por ejemplo, registró en 2024 el menor número de desempleados en 20 años, con solo 134 personas en paro, frente a las 296 de 2005. Pontecesures también ha logrado reducir el desempleo significativamente, pasando de 203 a 130 parados en este mismo período. Valga sigue una tendencia similar, con una disminución de 418 a 236 desempleados. Cambados, por su parte, destaca por haber reducido su número de parados de 836 en 2005 a 589 en 2024, después de haber alcanzado un alarmante pico de 1.502 desempleados en 2014.
Otros municipios, como O Grove, también muestran avances notables, con una reducción del paro de 773 personas en 2005 a 376 en la actualidad. A Illa pasó de 245 a 147 desempleados; Meaño de 279 a 157; Meis de 255 a 175; Ribadumia de 273 a 166; y Vilanova de 718 a 502. Estos datos revelan un esfuerzo colectivo y la incidencia de políticas públicas dirigidas a fomentar la recuperación económica, aunque las disparidades sectoriales y de género continúan siendo evidentes.
Análisis sectorial
El análisis sectorial muestra tendencias contrastantes en la evolución del desempleo. En el ámbito de la agricultura y la pesca, el paro ha aumentado significativamente en Vilagarcía, donde en 2005 había 28 hombres y 21 mujeres desempleadas, mientras que en 2024 estas cifras han ascendido a 71 y 44, respectivamente. En Vilanova, el incremento también es notable, especialmente entre los hombres, cuyo número de parados pasó de 9 a 26 en dos décadas. En contraste, municipios como Cambados y O Grove han experimentado una estabilidad o incluso una disminución en el desempleo en este sector.

Son muchas más las mujeres que trabajan ahora que hace dos décadas. / Iñaki Abella
El sector industrial, por su parte, refleja un comportamiento mixto. En Vilagarcía, el número de hombres desempleados aumentó de 113 en 2005 a 132 en 2024, mientras que el paro femenino se redujo significativamente, de 236 a 121 mujeres. Esta tendencia se repite en otros municipios de la comarca, como O Grove, donde las mujeres desempleadas en la industria pasaron de 172 a solo 22. Cambados, A Illa y Valga también experimentaron reducciones notables, destacando el caso de Cambados, donde el paro femenino en la industria bajó de 126 a 37 desempleadas.
En el sector de la construcción, la caída del desempleo ha sido generalizada en ambos géneros. En 2005, había 607 hombres desempleados en esta actividad, cifra que se redujo a 277 en 2024, lo que representa una disminución del 54,37%. Entre las mujeres, el descenso fue aún más pronunciado, pasando de 125 a 48 desempleadas, un 61,6% menos. Sin embargo, este sector enfrenta un nuevo desafío: la falta de mano de obra especializada, que dificulta la contratación en muchas empresas locales.
El sector servicios, principal motor de empleo en la comarca, sigue siendo el que registra las cifras más altas de paro. En Vilagarcía, donde esta actividad genera más del 70% del empleo, el número de hombres parados aumentó de 491 en 2005 a 599 en 2024, mientras que la cifra de mujeres desempleadas se mantuvo en 986. En otros municipios, como O Grove, se observa una mejora, con una reducción de 151 a 119 hombres y de 288 a 167 mujeres en paro. Cambados y Vilanova muestran un incremento en el desempleo masculino, pero una reducción considerable entre las mujeres.
Tras dos décadas de cambios, el mercado laboral en Vilagarcía y su comarca ha experimentado avances notables, especialmente en la reducción del desempleo general y en sectores como la construcción e industria. Sin embargo, persisten desafíos importantes, como la elevada tasa de paro femenino, el aumento del desempleo en sectores tradicionales como la agricultura y la pesca, y las dificultades para generar empleo estable en el sector servicios.

El sector del comercio y de servicios es de los que más paro y más empleo genera. / Noé Parga
El número de mujeres desempleadas se reduce considerablemente en todos los municipios
A pesar de la reducción general en las cifras de desempleo, el paro femenino sigue siendo mayoritario en todos los municipios de la comarca. En Vilagarcía, el descenso del paro ha sido más pronunciado entre las mujeres, pero estas continúan siendo el grupo más afectado. En 2005, había 1.670 mujeres en paro frente a 939 hombres. Aunque en 2024 estas cifras han disminuido a 1.345 mujeres y aumentado a 990 entre los hombres, la brecha de género persiste.
En algunos municipios, como A Illa, el paro masculino ha aumentado ligeramente en las últimas dos décadas, pasando de 58 hombres desempleados en 2005 a 71 en 2024. Sin embargo, en la mayoría de los casos, tanto hombres como mujeres han experimentado una disminución en el desempleo, aunque en proporciones diferentes. Un ejemplo de descenso del paro en ambos sexos es O Grove. Si en 2005 había 280 hombres y 493 mujeres sin empleo, actualmente esas cifras son de 173 y 202, respectivamente. Cabe recordar que el paro masculino solo ha subido en A Illa y en Vilagarcía en los últimos 20 años.
Las cifras reflejan la necesidad de seguir impulsando políticas activas de empleo que aborden estas desigualdades y fomenten el crecimiento sostenible en la comarca, con especial atención a la inclusión de las mujeres y a la formación de trabajadores en sectores como la construcción.
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