Augas de Galicia culpa a las industrias de Sete Pías de los vertidos al Umia

El ente dice que el objetivo de las obras, en las que se invirtió casi un millón de euros, «nunca fue el de suprimir los alivios del polígono», eran para mejorar la eficiencia energética

El aliviadero de Cabanelas seguía vertiendo ayer a un pequeño afluente del río Umia.

El aliviadero de Cabanelas seguía vertiendo ayer a un pequeño afluente del río Umia. / Noé Parga

A. G.

Dos meses y un millón de euros después, los problemas de los vertidos en Cabanelas vuelven a la casilla de salida, con las empresas de Sete Pías señaladas como responsables de la contaminación del Umia y con Augas de Galicia asegurando que la actuación nunca tuvo como objetivo solucionar ese problema, sino que se llevó a cabo para mejorar la eficiencia energética del bombeo. Mientras, el agua del río Umia continúa recibiendo aceites y aguas fecales, todo ello a escasos cien metros de una captación de agua potable, la que da suministro a las exclusivas urbanizaciones de la isla de A Toxa, y a menos de tres kilómetros de uno de los principales bancos marisqueros de la ría de Arousa.

El ente dependiente de la Consellería de medio Ambiente, Augas de Galicia, apuntaba ayer que el problema que se registra en el bombeo de Cabanelas solo puede ser achacado a las industrias asentadas en el polígono de Sete Pías. Esas industrias «vierten directamente y sin tratar las aguas residuales procedentes del polígono y esta situación sigue persistiendo» pese a que, en su día, se anunció que la ampliación del colector de Cabanelas era para evitar los vertidos.

También anuncia Augas de Galicia que va a intensificar sus programas de control de vertidos, con inspecciones constantes «de cara a adoptar las medidas oportunas», aunque esas medidas no deben ser muy importantes cuando las empresas a las que se les lleva años culpando de este vertido siguen provocándolo.

La obra del millón de euros, explica Augas de Galicia, fue ejecutada en su momento por el ente y «tenía como objetivo principal alcanzar una mayor eficiencia energética, ya que no solo se aumentaba el volumen de la capacidad del referido bombeo, sino que también se garantizaba el bombeo directo hasta la EDAR de Ribadumia, sin pasar por el colector de Barrantes». En este sentido, y a pesar de que «se ha logrado un aumento de la capacidad de bombeo de Cabanelas, de 40 litros por segundo a 56 (un 40% más), el objetivo de esta mejora no fue nunca el de suprimir los mencionados alivios del polígono». Además, recuerdan que «los sistemas de saneamiento urbano están diseñados para el tratamiento de aguas urbanas, con unas determinadas concentraciones y tipos de residuos, y no para residuos de carácter industrial».

Mientras, en la Mancomunidade reconocen su «sorpresa» por todo lo que está pasando. El presidente del ente y alcalde de Ribadumia, David Castro, apuntaba ayer que «hay que analizar que es lo que ha pasado porque después de una inversión como la que se ha realizado, esto no podía ocurrir». El presidente de la Mancomunidade está esperando por una explicación técnica y espera que se resuelva cuanto antes e insiste en que «tenemos muy cerca a muchos jóvenes practicando deporte en el Club Náutico, un problema añadido que debe servir para buscar las causas de lo ocurrido y adoptar medidas de forma inmediata para que no vuelva a ocurrir». Castro reconoce que «es una situación muy desagradable ver que vuelves al punto de partida».

Cambados señala a las limitaciones de capacidad de la EDAR

La Policía Local de Cambados actuó en la tarde del pasado lunes en el vertido, recogiendo muestras para conocer su origen. Sin embargo, las informaciones que posee el alcalde de Cambados, Samuel Lago, difieren de las afirmaciones de Augas de Galicia y señalan a las limitaciones de capacidad de la EDAR de Cabanelas como las responsables de este nuevo vertido.Lago explica que «la depuradora de Cabanelas no admite más caudal por eso no tiene mucho sentido la obra cuando saben que hay una limitación de capacidad en la depuradora» que, cuando llega a su nivel máximo, reenvía hacia atrás todo el caudal, que se acaba escapando por el aliviadero que está en Cabanelas, como ocurría antiguamente.Esto ha ocurrido después de lluvias intensas por eso Lago pone el objetivo en la necesidad de actuar en toda la red «instalando separativas para evitar que el agua de la lluvia se acabe convirtiendo en un problema; esta situación solo se solventa en origen o ampliando la depuradora». Lo que no entiende Lago es que «si el proyecto del bombeo es de Augas de Galicia, la depuradora está gestionada por Augas de Galicia y la obra la hace Augas de Galicia, ..., se suponía que debían ser conscientes de que este problema iba a acabar pasando tarde o temprano».

Somos lamenta el «derroche» de dinero público

La formación Somos Ribadumia se mostró ayer muy crítica con la aparición de un nuevo vertido y señaló a las deficiencias de la red como las grandes responsables de lo que está ocurriendo, deficiencias que «son evidentes en red del Concello de Vilanova, que meten más agua de la que la red puede canalizar». Su afirmación no es baladí, ya que estaría respaldada «por el informe de la concesionaria del servicio, realizado en 2016 y que dejaba claro las actuaciones que se debían realizar para evitar esos desbordes: reparación de las redes de saneamiento y eliminar las entradas de aguas pluviales». Cuando ellos formaron parte del gobierno de Ribadumia, «actuamos en base a esas directrices, pero el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, ignoró esos informes, que ponían en entredicho su gestión como alcalde y optó por la solución populista, anunciar una obra muy cara para tener un bombeo más grande y potente, con el aplauso de David Castro, decisión que ahora resulta ser un absoluto fiasco».Ante esta situación, Somos entiende que se deben depurar responsabilidades políticas y «ofrecer explicaciones claras y transparentes, porque se han gastado un millón de euros para no solucionar un grave problema». La formación liderada por Sergio Soutelo tampoco duda en mostrar «nuestro asombro al comprobar que el vertido es de las mismas características que los anteriores, perteneciendo a la industria de siempre». Recuerdan que la Mancomunidade, de la mano de Marta Giráldez, puso en marcha un departamento específico que «el pasado noviembre comunicaba que realizara hasta 86 inspecciones en industrias, un trabajo que entendemos positivo y que seguro que ha provocado mejoras en todos los sentidos». Es por ello que consideran preocupante que «después de tantos años de vertidos y ahora con este departamento trabajando, aún no haya sido posible localizar y tomar medidas contundentes contra la empresa responsable de lo que está ocurriendo».

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