Arousa lonja a lonja

Los parquistas «aguantan el tipo» en Carril

Aún sufriendo la pérdida de productividad marisquera, este puerto solo se ve superado por los grandes

Es la sexta «rula» con mayores ingresos de Galicia, tras cerrar 2024 con casi 8 millones de euros

Entre mariscadores y parquistas sumaron el año pasado 576 toneladas de producto para la lonja de Carril. |  Noé Parga

Entre mariscadores y parquistas sumaron el año pasado 576 toneladas de producto para la lonja de Carril. | Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Al repasar la preocupante situación que atraviesan las cofradías y lonjas arousanas a causa de la debacle del marisqueo hay que detenerse en Carril y sus singularidades.

Esta «rula» estaría agonizando, como lo están las de Vilanova y Vilaxoán, de no ser por las descargas correspondientes a la Organización de Productores Pesqueros Parquistas de Carril (OPP-89).

Hace un par de años ya se explicaba en FARO DE VIGO que de los 135 millones de euros facturados en Carril desde el año 2000, nada menos que 113 millones correspondían a las ventas realizadas por los parquistas.

Pues bien, la situación sigue igual, y el papel de esta organización es tanto o más relevante, teniendo en cuenta los ceses de actividad y la desaparición del libre marisqueo que durante los dos últimos años afectaron a los mariscadores carrilexos, tanto de a pie como de a flote.

Atendiendo a los datos entregados por la propia cofradía a la plataforma Pesca de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, hay que decir que desde el 1 de enero de 2005 la lonja carrilexa ingresó cerca de 138 millones de euros por la venta de 17.421 toneladas de producto, sobre todo marisco de concha.

Sus mejores años fueron 2023 y 2019, con más de 10 millones de euros en ambos casos, seguidos por 2020 y 2022, cuando se superaron los 9 millones, y por los ejercicios 2021, 2018 y 2016, con más de 8 millones de euros.

Acercándose a esa cifra se quedaron 2017 y 2024, cuando la pérdida de productividad marisquera se hizo notar también en Carril, de ahí que se despacharan 576 toneladas de producto, muy lejos del tope de 1.210 toneladas que se había establecido de 2019.

Limitando el análisis a lo que dio de sí el pasado ejercicio, y comparándolo con el precedente, hay que decir que la lonja carrilexa vendió 226 toneladas menos de producto y dejó de ingresar casi tres millones.

De los 7,7 millones totales de 2024 y sus 576 toneladas, prácticamente 7 millones de euros y 525 toneladas corresponden a la almeja japónica, que sigue siendo la principal arma de esta lonja, y que en 2023 había alcanzado los 8,9 millones de euros (730 toneladas).

Aquel año también se habían vendido cerca de 20 toneladas de almeja fina, por importe de 812.000 euros, y resulta que en 2024 fueron 8 toneladas y 375.000 euros, lo cual ayuda a entender también la pérdida de actividad y ganancias en este puerto vilagarciano.

El mismo en el que el berberecho pasó de 33 a 31 toneladas y de 370.000 a 171.000 euros, si se comparan los datos de 2023 con los de 2024.

También sufre la babosa, que pasó de casi 7 toneladas y 159.000 euros a 1,2 toneladas y 18.000 euros, completando la relación anecdóticas descargar de lamprea de mar y nécora.

A pesar de todo, y volviendo al principio, Carril aguanta el tipo. Lo hace, hay que insistir, gracias a los parquistas, cuya aportación permite que sea la sexta más importante de Galicia en cuanto a ingresos, y la segunda más destacada de la ría de Arousa.

Pero solo la superan Vigo, A Coruña, Burela, Celeiro y Ribeira, es decir, las lonjas que integran el inalcanzable pelotón de cabeza, gracias a las descargas de la pesca de altura.

Primera de las «pequeñas»

Esto es tanto como decir que la de Carril sigue siendo la lonja con mayores facturaciones de entre las limitadas a bajura y marisqueo.

Por detrás de ella estuvieron el año pasado todas las demás, con Cedeira, O Grove y Cambados como las más cercanas, seguidas de Cangas, Noia, Muros, Marín, Fisterra, Malpica, Camariñas, Baiona, Bueu, Aguiño, A Illa, Corcubión, Portosín y otras muchas.

En resumen, que las ventas también han disminuido a los pies de Cortegada, pero a pesar de todo la situación no parece tan dramática como la vivida el año pasado en las lonjas vilaxoanesa y vilanovesa, limitadas a 636.000 y 650.000 euros, respectivamente.

Otro apunte con el que terminar: Carril marcó el año pasado un máximo de 34 euros por la almeja babosa, un tope de 104 euros el kilo en el caso de la fina y un primer «mío» de en torno a 25 euros tanto para el berberecho como para la almeja babosa.

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