China, Singapur, Reino Unido y Francia estrenan el año del BDRI
El Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares recibe a los primeros alumnos de la temporada

El BDRI ofrece formación dentro y fuera de la ría de Arousa a alumnos llegados de todo el mundo. / BDRI
El Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI, por las siglas en inglés de Bottlenose Dolphin Research Institute), inicia una nueva temporada centrada en la investigación del medio marino y la conservación de la biodiversidad.
Y no es una temporada cualquiera, sino que se cumplen exactamente veinte años de la creación del BDRI.
Se conmemoran, por tanto, dos décadas dedicadas al «estudio de la biodiversidad marina». Pero también a la «formación de científicos, estudiantes, responsables políticos y del público en general».
Depredadores superiores como los delfines, marsopas, ballenas, nutrias y aves marinas vuelven a ser el objetivo de este centro al que cada año acuden jóvenes investigadores de todo el mundo dispuestos a indagar sobre su entorno físico, su estructura social y las dinámicas poblacionales de cada especie.
Los primeros estudiantes e investigadores de este 2025 ya están en O Grove, donde se encuentra la sede del BDRI, y llegan procedentes de Hong Kong, Singapur, Reino Unido y Francia.
Así lo explica el equipo de trabajo que lidera el biólogo Bruno Díz López, director y fundador del BDRI, que este año se hace acompañar, entre otros colaboradores, de Joyce Neves, una estudiante de doctorado que investiga sobre la ecología de las ballenas; Nathalie Dunel Roig, que investiga al delfín nariz de botella –el mular o arroaz–; Naia, una joven investigadora especializada en aves y cetáceos y la doctora Séverine Methion, mano derecha de Bruno Díaz y autora de numerosos trabajos científicos de relevancia internacional.
Tanto estos como los demás colaboradores de Bruno Díaz López afrontan «un año emocionante de trabajo de campo, aprendizaje, análisis de datos y programas educativos para estudiantes apasionados por la vida marina» y directamente relacionados con las diferentes especies de la ría de Arousa y la plataforma continental.
Tales como el delfín mular (Tursiops truncatus), la marsopa común (Phocoena phocoena), calderón gris (Grampus griseus), delfín común (Delphinus delphis), delfín listado (Stenella coeruleoalba), calderón común (Globicephala melas) y el rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata).
Eso sin olvidar al cachalote (Physeter macrocephalus), el rorcual norteño (Balaenoptera borealis), rorcual común (Balaenoptera physalus), la orca (Orcinus orca), la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) y la ballena azul (Balaenoptera musculus).
Un intenso trabajo que se hace extensivo a la nutria europea (Lutra lutra) que habita en O Grove y A Toxa.
El arranque de la temporada no ha podido ser mejor, ya que el buen tiempo de los últimos días ha permitido desplegar los primeros trabajos de campo, centrados en la observación y recopilación de datos sobre el comportamiento de los delfines desde tierra firme.
Más concretamente desde el privilegiado mirador de Punta Cantodorxo, en el Ayuntamiento de O Grove.
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