Arousa lonja a lonja

Vilanova, donde incluso la anémona genera más dinero que la almeja

La lonja factura 4 millones de euros menos que en 2017

Pasó de ocupar por ingresos el puesto 15 de Galicia a situarse en el 39

El nerviosismo va en aumento entre los socios

Mariscadores de Vilanova en O Esteiro. |  Iñaki Abella

Mariscadores de Vilanova en O Esteiro. | Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Como se ha explicado ya en diversas ocasiones, la de Vilanova de Arousa es, con mucho, la cofradía de pescadores que más sufre la pérdida de productividad marisquera en la ría.

Esta circunstancia, unida a otros factores, explican la brutal caída de ingresos de su lonja, donde llegaron a ingresarse casi 5 millones de euros en el año 2017 y que cerró 2024 con apenas 650.000, disminuyendo el volumen de sus ventas desde las 456 a apenas 62 toneladas de mercancía.

La cuestionada gestión de esta cofradía en los últimos años coincide en el tiempo con la pérdida de protagonismo de su «rula», en la que se habían facturado entre 4 y 5 millones de euros en los años 2007, 2008, 2016, 2018 y 2019.

Incluso se antojaban «aceptables» para una cofradía de estas características los resultados de 2009, 2010, 2015 y 2020, cuando se superaron los 3 millones de euros, en cada ejercicio.

Las señales de alarma saltaban en 2021, que se completó con unos ingresos de 2,9 millones de euros. Aunque ni siquiera esto parecía preocupar, ya que «años malos», con una facturación idéntica, se habían vivido ya en 1999, 2006, 2011 y 2014.

Libre marisqueo

Con el «susto en el cuerpo», y viendo como los bivalvos no dejaban de dar disgustos en la ría, en gran medida debido a una pésima gestión del libre marisqueo por la que aún no se depuraron responsabilidades dentro del sector, la lonja de Vilanova se conformó en 2022 y 2023 con algo menos de 2,8 millones de euros.

Integrantes del colectivo de marisqueo, en una protesta. |  Parga

Integrantes del colectivo de marisqueo, en una protesta. | Parga

Los indicios de la decadencia eran evidentes, aunque ni siquiera los más pesimistas podían esperar el aludido batacazo de 2024, cuando los ceses de actividad dieron la puntilla a los socios de A Pastoriza, de ahí esos 650.000 euros que suponen el peor registro de la historia de esta cofradía.

Situación que acrecienta el nerviosismo y, como se explicaba ayer, incluso ha llevado a la Asociación Profesional de Autónomos del Mar (Aproamar) a pedir a la Xunta que intervenga administrativamente este pósito.

Dicha entidad, presidida por Natalia Laíño Lojo, plantea este movimiento en base a una serie de supuestas irregularidades organizativas y, precisamente, a causa de la explicada caída de facturación, situándose ahora la lonja de Vilanova en el puesto 39 del ranking gallego de «rulas», cuando en 2017 ocupaba el 15.

Esto se explica, básicamente, diciendo que los bivalvos pasaron de 173 toneladas y 2,7 millones de euros en 2023 a solo 43 toneladas y 554.000 euros el año pasado.

Aunque no solo el marisqueo tiene la culpa del desastre, ya que los crustáceos, que generaban cerca de 91.000 euros por la venta de 2.645 kilos, pasaron a poco más de 221 kilogramos y 6.000 euros.

Lo único que mejora, pero tampoco supone un consuelo, ya que se trata de algo anecdótico, es el balance de algas y anémonas, ya que las primeras pasaron de 3.150 euros en 2023 a los 8.700 del año pasado, y la ortiguilla subió de 56.000 a 77.000 euros.

Japónica

Si se analiza lo sucedido especie a especie se comprueba que la almeja japónica sigue liderando el ranking en la lonja vilanovesa. La diferencia es que en 2023 lo hacía con 1,8 millones de euros (123 toneladas) y el año pasado lo hizo con 392.000 euros (28 toneladas).

Es tal el desbarajuste que la citada ortiguilla se ha convertido durante el pasado ejercicio en la segunda especie más importante de la lonja vilanovesa, superando los 74.000 euros del longueirón vello, que a pesar de facturar menos que en 2023 ha sido la tercera especie más importante.

La ortiguilla

Y todo porque en 2024 la babosa y la fina reportaron 45.000 y 30.000 euros, respectivamente. Dicho de otro modo, que estas otrora importantes especies de bivalvos alcanzan juntas en Vilanova menos facturación que la ortiguilla.

Un desastre sin precedentes que también queda de manifiesto en el caso del berberecho, en 2023 cuarta especie más importante en este puerto, con 160.000 euros, y el año pasado «hundida en la miseria», con 8.600 euros.

Eliminación de algas en los bancos marisqueros de Vilanova. |  Iñaki Abella

Eliminación de algas en los bancos marisqueros de Vilanova. | Iñaki Abella

Por citar algunas especies más cuyos resultados económicos confirman la caída libre que experimenta Vilanova, puede decirse que la nécora ni siquiera llegó a los 4.000 euros (51.000 menos que un año antes) y que la almeja rubia supuso unos pobres 343 euros (21.000 menos que en 2023).

Denuncias

Con este triste panorama, no es de extrañar la preocupación del sector del mar vilanovés. Una preocupación que se ve acrecentada en base a las denuncias de Aproamar, donde aseguran que «desde que Rosalino Díaz Calo tomó posesión como patrón mayor no se realizaron las inversiones necesarias para dar continuidad a la actividad extractiva en las playas».

Es más, Natalia Laíño insiste, al exponer su denuncia ante la Consellería do Mar, en que «desde la dimisión de la presidenta de la agrupación de marisqueo, María del Carmen Martínez, se dejó de limpiar, rarear, vigilar y resembrar».

A su juicio, esto desencadena «la práctica insostenibilidad del recurso» e impide «hacerse cargo de los más elementales costes para dar continuidad a la actividad de la cofradía».

La misma en la que «en mayo de 2024 se rescindió el contrato mercantil con la entidad Mar de Galicia Consultores S.L., contratando en su lugar a una empresa de contables de Vigo que no llegó a actuar, debido a las trabas que se le pusieron para analizar las cuentas y ofrecer un asesoramiento integral».

Abundando en ello, la presidenta de Aproamar advierte a la Xunta de que esa empresa fue relevada por la contable Catalina Montesinos, más conocida como «Katy» y vinculada en el pasado a otras cofradías de la ría, como O Grove y Carril.

Tras aludir a ella y decir que se le asignaron «200 euros mensuales» y la «capacidad para tener acceso a datos personales de los asociados», Natalia Laíño concluye que «la situación económica de la cofradía es caótica».

Los bivalvos escasean más que nunca en Vilanova. |  Iñaki Abella

Los bivalvos escasean más que nunca en Vilanova. | Iñaki Abella

Cita como ejemplos no solo la debacle en la lonja, sino también que «no se atiende el pago a proveedores puntualmente, no se presentan las autodeclaraciones de impuestos, no se acreditan los costes efectuados para justificar las subvenciones y no existe una contabilidad rigurosa que atienda el estado económico real de la entidad».

No satisfechos con esto, a la denuncia presentada ante la Xunta añaden en Aproamar que el funcionamiento de los órganos de gobierno de la cofradía de Vilanova «es antidemocrático y defectuoso, pues no se convocaron elecciones parciales para cubrir las vacantes existentes».

Así las cosas, «ante la deficiente gestión económica del actual gobierno de la cofradía, y dada la ruina en la que se encuentra la entidad, dieron orden a los responsables de la lonja de hacer acopio de marisco en cantidades superiores a los cupos permitidos, procediendo a la venta de los excedentes de marisco retirados a los mariscadores de a pie y a flote para facturarlos y destinarlos a gastos generales y particulares», sostiene Natalia Laíño.

Quien sentencia que «esta venta indiscriminada de marisco irregular afecta negativamente a la gestión de los bancos marisqueros y supone un incremento del esfuerzo pesquero».

Además de constituir «competencia desleal respecto a otras cofradías a las que se impiden este tipo de prácticas».

Numerosos planes de explotación

Aunque tal y como están las cosas lo tendrá francamente difícil, la cofradía de pescadores de Vilanova tratará de salir a flote este año.

Para ello dispone de un plan de explotación marisquera a flote en sus autorizaciones con 160 tripulantes con derecho a cuota en 80 embarcaciones.

Pueden explotar almeja fina, babosa, japónica, bicuda, berberecho, birollo, carneiro y relojito en las autorizaciones de As Sinas, Con Grande y Esteiro-Ariño.Al igual que pueden trabajar a flote en régimen de libre marisqueo en As Carballas, As Negrenlas y Praia Nova, tal y como se avanzó hace días en FARO.

Los mariscadores de a pie pueden ser este año un máximo de 240 y disponen de 185 jornadas para trabajar en las autorizaciones de As Sinas, Carballas-O Bote, Castelete-O Rego y Esteiro de Vilamaior.

En cuanto a los recursos específicos, Vilanova tiene aprobados planes para obtención de poliquetos, algas, anémonas, navaja y longueirón mediante buceo en apnea o con suministro de aire desde superficie.

Puede recordarse que para los poliquetos se da permiso a cuatro embarcaciones con otros tantos buzos a bordo, quienes pueden extraer «miñoca de tubo» en As Sinas, Con Grande, Carballas, Negrenlas y Esteiro durante 80 días al año.

Las anémonas corresponden a 7 embarcaciones y 9 tripulantes que pueden actuar durante cincuenta días y con ciertos límites, desde Rego do Alcalde hasta Regato Aduana.

Para las algas hay 80 días de permiso este año para seis barcos y seis buzos, que deben limitarse a la zona sublitoral de Con de Portugal, Sinas de Fóra, Con Pequeno y el espigón del puerto.

La navaja y el longueirón viejo competen a siete buzos en seis barcos, limitándose a un tope de 10 y 30 kilos por trabajador y día, respectivamente, entre el puerto de Corón y Con do Castelete.

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