San Amaro reúne a sus fieles en la misa y en la mesa

San Amaro puso de acuerdo, una vez más, a las almas y a los estómagos. Vilanova y Meaño rindieron fervor al abad benedictino como cada 15 de enero. Hubo misas, procesiones, «poxas» y también muchos callos que llevarse a la boca en un día en el que las calorías se encontraron a gusto entre tanto frío.

La procesión salió de la iglesia de A Pastoriza para recorrer Vilanova mientras en las cocinas se preparaban los garbanzos. |  Iñaki Abella

La procesión salió de la iglesia de A Pastoriza para recorrer Vilanova mientras en las cocinas se preparaban los garbanzos. | Iñaki Abella

Diego Doval / T. Hermida

Vilanova volvió a ser fiel a la tradición de cada 15 de enero con motivo de la celebración de San Amaro. Una fecha en la que las almas y los estómagos se ponen de acuerdo para llevarse cada una su parte, ya sea con participación en la misa solemne y posterior procesión o con unos buenos callos que llevarse a la boca.

Después de que las salvas de bombas y el pasacalles a cargo de la charanga Fanfarria Furruxa advirtiese a los aletargados de lo especial del día, festivo en el municipio, los más fieles del abad benedictino fueron tomando posición en la iglesia para las sucesivas misas. La más importante fue la que tuvo lugar a mediodía, cantada por el coro San Sadurniño de Cambados.

Las terrazas notaron los 
efectos del sol. 
|  Iñaki Abella

Las terrazas notaron los efectos del sol. | Iñaki Abella

La procesión siguió al oficio religioso para recorrer las calles de Vilanova. Todo ello mientras las cocinas seguían humeantes con las ollas llenas de garbanzos, carne y demás nutrientes para calentar el cuerpo en una mañana perfecta para ello. Y es que las bajas temperaturas de las primeras horas se vieron aliviadas a mediodía con un sol que también quiso ser protagonista. Las terrazas lo agradecieron dando continuidad a la convivencia que también campaba a sus anchas en el interior de los bares.

Muchos optaron por 
llevarse a casa los 
garbanzos. 
|  Iñaki Abella

Muchos optaron por llevarse a casa los garbanzos. | Iñaki Abella

Los callos se degustaban en diferentes versiones. Ya fuese por cortesía de los bares con cada consumición, como plato o como raciones de entre 8 y 9 euros que muchas familias se llevaban a la casa para degustar en ollas repletas de sabor y tradición.

No fue Vilanova el único lugar en el que San Amaro genera un fervor destacable cada 15 de enero. Meaño no le anda a la zaga y ayer disfrutó de la primera jornada festiva de su humilde santo, al que se le rindió devoción en la pequeña ermita con que esta imagen cuenta en el barrio que también lleva su nombre. Fue una jornada meramente religiosa, con misas rezadas a las 10.00 y a las 11.00 horas, más la solemne a las 13.00 horas, con alboradas durante la matinal a cargo de un grupo de gaitas.

El santo que alegra almas y estómagos

El santo que alegra almas y estómagos

La mañana contó en tierras meañesas con dos procesiones. La primera, instantes antes de la misa solemne, con una comitiva portando el santo hasta el lugar de A Solda, donde se encontró con una segunda que subía desde la iglesia parroquial, portando a hombros la virgen de los Milagros. Ambas imágenes regresaron juntas a la capilla con motivo del oficio solemne. Tras éste, segunda procesión, ésta alrededor de la ermita. Luego finalizó con una tanda de las humildes «poxas», bajo la carpa adosada a la pared sur de la ermita y en la que algunos gallos fueron el principal aliciente.

El santo que alegra almas y estómagos

El santo que alegra almas y estómagos

La parroquia aparcará la jornada festiva para el próximo sábado. Ese día contará con misa solemne a las 12, procesión con el adiós de la imagen virgen de los Milagros que regresará a la iglesia parroquial. Luego, una segunda tanda de «poxas» y, al anochecer, una pequeña verbena a pie de la ermita y bajo carpa, en la que poder degustar el público de las tradicionales raciones de callos. La cena, que será de pie, se secundará con roscón y queimada para llevar la fiesta hasta el filo de la medianoche. Y, eso sí, toda la parte gastronómica se dispensará de forma gratuita por la comisión organizadora.

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