El último temporal dejó un rastro de destrucción en la ría
Los bateeiros constatan numerosos daños en sus viveros flotantes
El casco del megayate refugiado en Vilagarcía ya fue trasladado

Una batea visiblemente deteriorada, en la ría de Arousa. | M. Méndez
Los bateeiros han podido comprobar que, tal y como se temía, el pasado temporal causó numerosos destrozos en los viveros flotantes.
Circunstancia que se hace notar de manera especialmente intensa en la ría de Arousa, donde hay una buena cantidad de viveros visiblemente dañados y otros que han perdido parte de su cosecha.
Trozos a la deriva
Un recorrido por la ría arousana también permite toparse con trozos de madera de esos mismos parques de cultivo flotantes que siguen a la deriva, por lo que es preciso mantener la vigilancia y la prudencia en todo tipo de embarcaciones.
Los productores de mejillón y ostra consultados confirman que, como se había avanzado en FARO DE VIGO, los efectos del último temporal «han sido cuantiosos», obligando a introducir reparaciones de emergencia ahora que las condiciones meteorológicas han mejorado.

La marcha del yate en construcción que se refugió en Vilagarcía de camino a Países Bajos. / M. Méndez
Circunstancia que ha sido aprovechada para continuar con las labores de remolcado hacia Países Bajos de un lujoso yate aún a medio construir que hace días se refugió en el puerto de Vilagarcía de Arousa, precisamente, a la espera de que pasara el fuerte temporal de viento.
Era, cabe recordar, el casco de un megayate en el que podía leerse la palabra «Vlissingen», que es como se conoce en neerlandés a Flesinga, una localidad de la isla de Walcheren, en la provincia de Zelanda (Países Bajos).
Durante el fin de semana, y con ayuda de dos de los barcos de pilotaje que habitualmente colaboran en este tipo de operaciones, el esqueleto del megayate abandonó la ría a muy reducida velocidad y sin incidencia alguna.
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