El lugar donde la cocina adquiere otra dimensión
Hacer de comer y cocinar no tiene nada que ver. Así lo afirma Gema Oubiña, cocinera de O Avó Chopo, un nuevo modelo gastronómico asentado en Vilagarcía. Aprender a manejarse en los fogones es una alternativa que añade a la posibilidad de satisfacer el apetito entre las vorágines diarias.
En un mundo donde las prisas dominan la rutina y la conciliación entre trabajo, familia y buena alimentación parece un lujo inalcanzable, iniciativas como O Avó Chopo surgen como respuesta a una necesidad creciente: comer bien sin sacrificar tiempo ni calidad de vida. En tan solo siete meses desde su apertura en Vilagarcía, este proyecto, liderado por Gema Oubiña y Abel Garrido, se ha convertido en un referente no solo en la oferta de comida casera para llevar, sino también en la formación culinaria y la innovación gastronómica.
La historia de O Avó Chopo comenzó en 2018 en A Illa, donde Gema y Abel gestionaban una tapería especializada en hamburguesas gourmet y cocina fusión. Aunque el negocio funcionaba bien, las exigencias de horarios y el estrés afectaron su vida familiar y la salud de Gema. Fue entonces cuando decidieron replantear su modelo.
«Queríamos conciliar nuestro trabajo con una mayor libertad», explica Gema. El resultado fue un concepto mucho más flexible y versátil que tomó forma en Vilagarcía, concretamente en el número 14 de la avenida Doutor Tourón. Tras nueve meses de reformas, muchas de ellas realizadas por el propio Abel, fontanero de profesión y con experiencia en repostería, el espacio abrió sus puertas en junio de 2024.
O Avó Chopo no es solo un local de comida para llevar. Es un espacio multifuncional que combina menaje, repostería, cátering y formación culinaria. Incluso ofrece la posibilidad de alquilar sus instalaciones para reuniones privadas con un enfoque gastronómico.
Cada mañana, Gema se pone al frente de los fogones a las 7.00 para preparar una amplia variedad de platos. Desde opciones tradicionales como carne estofada o cocido gallego hasta especialidades internacionales como ramen, curry indio o pasta italiana. Los precios, accesibles para todos los bolsillos, oscilan entre los 4 y los 12 euros, y la demanda asegura que las raciones se agoten casi siempre entre encargos y ventas directas.
La acogida del público ha sido especialmente notable durante la campaña navideña, en la que ofrecieron menús especiales para celebraciones. «Teníamos dudas de si dar el paso, pero la respuesta fue excelente. Sin duda repetiremos el próximo año», comenta Gema con entusiasmo.
Con una visión centrada en la calidad, la creatividad y la cercanía, O Avó Chopo se consolida como un modelo de negocio que no solo alimenta el cuerpo, sino también la mente y el espíritu de quienes disfrutan del arte de la gastronomía. Un ejemplo de cómo la pasión por los fogones y el deseo de equilibrio personal pueden generar un proyecto exitoso.
La formación gana adeptos con cursos para todos los paladares
Por las tardes, el local se transforma en un aula culinaria. Cursos de elaboración de masas, pan artesanal, hamburguesas al estilo americano o platos internacionales atraen a un público que busca redescubrir el placer de cocinar. Para Gema, la cocina es mucho más que una obligación: «Cuando descubres que cocinar no es lo mismo que simplemente hacer de comer, se abre un mundo nuevo. Cocinar con calma es un placer que queremos transmitir a todos los que nos visitan».
La formación no solo está dirigida a aficionados, sino también a quienes buscan ampliar sus habilidades culinarias. El objetivo es inspirar a las personas a disfrutar de los sabores, las texturas y las elaboraciones que hacen de la cocina una experiencia única. Ayer fue el turno de las masas asiáticas.
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