Rebajas de madrugón y chaparrón en la comarca

Algunos arousanos esperaron media hora a la intemperie antes de que abrieran las puertas de la tienda

La actividad fue mayor de lo que hacía presagiar el mal tiempo reinante

Hay negocios que lo dan todo desde el principio y marcan un 75% de descuento

Una familia de compras en Vilagarcía, ayer.

Una familia de compras en Vilagarcía, ayer. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Los arousanos madrugaron para estrenar las rebajas y no dudaron en desafiar al temporal de viento y lluvia, por momentos intenso, que se vivió durante buena parte de la jornada de ayer.

A las nueve y media de la mañana ya había gente esperando a las puertas de Zara Vilagarcía, con colas que se estiraban por la calle de Rey Daviña desde su entrada en la plaza de Galicia.

Allí mismo, la lado de Zara, se sitúan Women Secret e Inside, cuyos escaparates apenas podían verse antes de abrir, dada la cantidad de gente que esperaba para entrar.

Comienzan las rebajas de enero

Agencia ATLAS / Foto: EP

Llovía intensamente, por lo que algunos, a pesar de tratar de refugiarse bajo el paraguas y los salientes de los edificios, estaban empapados cuando, media hora después, se abrieron las puertas y se apresuraron a entrar en calor.

Dos jóvenes bajo la lluvia tras realizar sus compras.

Dos jóvenes bajo la lluvia tras realizar sus compras. / M. Méndez

Fue una imagen, salvando las distancias, similar a las que se vive en algunos grandes almacenes de las principales ciudades del mundo cuando comienza la época de liquidación, solo que aplicada a una desapacible mañana en las Rías Baixas.

Los fallos de los Reyes

Tanto si era para buscar alguna que otra ganga como para cambiar algunas de esas prendas con las que, por talla, color u otras razones no acertaron los Reyes Magos, los arousanos parecían no querer esperar más de la cuenta, de ahí que desafiaran a las adversidades y pronto fueran llenando las tiendas, sobre todo las de conocidas marcas, como las de Inditex.

Colas de gente esperando entrar en Zara antes de que abriera.

Colas de gente esperando entrar en Zara antes de que abriera. / M. Méndez

En los escaparates, también en los del pequeño comercio de la comarca de O Salnés y el territorio Ullán, se veían ya desde el domingo los grandes letreros indicando descuentos considerables.

Y si bien en el pasado era costumbre que los precios fueran descendiendo a medida que avanzaba la campaña, con aquello de las segundas y terceras rebajas, de un tiempo a esta parte se aprecia que muchos negocios optan por darlo todo desde el principio.

De ahí que en algunos casos ya se aplicaran desde el principio descuentos de hasta el 75%, sobre todo en lo que a venta de textil se refiere.

Cierto es, también, que al coincidir el inicio de la temporada en martes, la expectación era mayor en ciudades como Vilagarcía, dado que los martes se celebra el mercadillo ambulante, que contribuye a animar las calles y comercios.

Algunos lanzan rebajas de hasta el 75% desde el principio.

Algunos lanzan rebajas de hasta el 75% desde el principio. / Noé Parga

Esta vez, en cualquier caso, la lluvia y el viento impidieron que ese mercadillo funcionara correctamente, lo cual contribuyó a aumentar el número de cliente que optaban por resguardarse al calor de las tiendas de moda.

Por la tarde la condiciones meteorológicas fueron más benignas, y eso también ayudó a caldear el ambiente postnavideño en los comercios. No solo en los de ropa, sino también en tiendas de electrodomésticos, telefonía y decoración.

«Con este mal tiempo no nos esperábamos tanta gente desde primera hora», indicaban en diferentes tiendas asentadas en la vilagarciana calle de Rey Daviña.

«Hay que darse prisa y venir a las rebajas el primer día, y a primera hora, porque si tardas más de la cuenta, cuando llegas ya no te encuentras nada de nada», indicaba una de las compradoras que más madrugaron para rebuscar entre las ofertas.

En su caso «para coger algo de ropa para los niños, pensando ya en la siguiente temporada», y sin descartar darse «algún capricho» en caso de toparse con «algo verdaderamente tentador».

Preguntados los clientes, la mayoría indicaban que se gastarían en estas rebajas «entre 100 y 200 euros». Aunque también reconocían que «una cosa es la intención y otra muy distinta, lo que pase después».

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