Patrimonio impone condiciones a la obra del acceso Oeste de O Castriño
La Xunta autoriza la actuación, pero debe realizarse un control arqueológico y se empleará piedra similar a la anterior
El Ayuntamiento reactiva el proyecto con un año de demora
La Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia ha autorizado la obra de recuperación del paso existente entre el parque Enrique Valdés Bermejo y el Castro Alobre, que se desmoronó en marzo de 2020 debido a un episodio de lluvias muy intensas. Eso sí, ha impuesto condiciones para la ejecución del proyecto, entre ellas la realización de un control arqueológico.
El proyecto de ejecución de la obra ya está aprobado en junta de gobierno, y ha sido valorado en 210.746 euros. Pero también ha necesitado el visto bueno de Patrimonio de la Xunta, debido a la proximidad tanto del yacimiento castrexo como del pazo de O Castriño, que forma parte del catálogo de edificios a conservar en Vilagarcía. La Xunta ya se ha pronunciado, y ha puesto dos condiciones: que en la reparación del talud se emplee el mismo tipo de piedra que había antes en los muros y escaleras; y que se realice un control arqueológico.
También advierte de que si apareciesen restos de bienes inmuebles durante los movimientos de tierras, habría que estudiar un cambio de proyecto. El gobierno local ha contratado el proyecto arqueológico y el posterior control de los trabajos a la empresa Citania, por un importe de 1.900 euros.
El acceso entre el parque Valdés Bermejo y Castro Alobre quedó destrozado hace casi cinco años. El exceso de agua derivado de un temporal sucedido en marzo de 2020 provocó unos desprendimientos de tierra en la terraza que separa los dos niveles del parque, y el Concello cerró por precaución la zona. Los trabajos se han demorado, según el Ayuntamiento, porque ha sido necesario esperar a que el terreno volviese a asentar.
En todo caso, el proyecto se ha demorado finalmente más de lo esperado. De hecho, la junta de gobierno de Vilagarcía ya autorizó la obra en septiembre del año pasado, y ese mismo mes Patrimonio contestó al requerimiento que se le hizo desde Ravella. Sin embargo, el Ayuntamiento de Vilagarcía ha tardado casi un año y tres meses en contratar el proyecto arqueológico que le pidió Patrimonio.
El proyecto de obra lo ha redactado el ingeniero técnico industrial Fernando Puceiro Bouzas, de la empresa FB2 Estudio de Ingeniería. En su momento, se contrató también un estudio geotécnico, y la empresa Emmacosa sugirió construir un muro en escollera para contener los desprendimientos.
El parque Enrique Valdés Bermejo y la parte superior del monte, donde se encuentra el castro de Alobre es el mayor pulmón verde urbano de Vilagarcía. Pero son muchos los que consideran que se trata de un espacio desaprovechado para su potencial. La musealización de los restos arqueológicos ha sido muy cuestionada, y el mal estado de algunos senderos dificulta el disfrute pleno y seguro de los paseos. En su momento, el municipio había solicitado al Gobierno central una subvención para renovar las barandillas del parque botánico, pero no la consiguió, por lo que algunas de estas estructuras de madera están ahora muy dañadas.
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