La "Ventana al Atlántico" que el escultor Francisco Pazos diseñó para A Coruña tiene gemela en Bulgaria

A las puertas del conocido como el Stonehenge búlgaro, enclavado en la localidad de Rayuvtsi, se encuentran algunas esculturas modernas para completar el enclave, y entre ellas se halla una curiosa escultura que, aunque lo parece, no es de Francisco Pazos. Una obra, esta búlgara, que evoca, se inspira -plagia o coincidencia de inspiración en los artistas- la «ventana al Atlántico» que el meañés Francisco Pazos concibiera en 2004, y que desde entonces luce como símbolo y «ventana al Atlántico» en A Coruña.

Cuando conocía estos días el calco de ambas obras, el escultor Francisco Pazos reconocía haber pensado que, ante tal coincidencia, se trataba de un montaje fotográfico, mas luego descubrió que es una pieza absolutamente real y el parecido con su obra de A Coruña es asombroso, por no decir un calco.

La escultura de Francisco Pazos representa una ventana abierta al mar con la erosión producida por el mar y por el viento. Está compuesta por doce grandes piedras de granito y a ella se accede por tres escaleras pétreas para asomar al mirador al Atlántico.

El mismo número, pareja forma, análogo número de peldaños, idéntico material pétreo… Todo casa con exactitud asombrosa.

La única diferencia, el espacio en que se encuentra la ventana pétrea búlgara, en medio de una zona de cuidada hierba, dejando entrever al fondo el parque pétreo del Stonehenge eslavo, uno de los grandes atractivos turísticos para los que se acercan a Rayuvtsi, y que tiene este parque en un espacio natural a apenas 500 metros de núcleo poblacional. Curiosas coincidencias.

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