El furor navideño abarrota plazas, comercios y calles

A pesar de la escalada de precios, los clientes llenan los mercados de abastos

El centollo de O Grove se vendía ayer en Vilagarcía a 45 euros

El concierto de Anduriña y las actividades programadas por Ravella animan la ciudad

La plaza de abastos de Vilagarcía, ayer.

La plaza de abastos de Vilagarcía, ayer. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El que quiera comprar marisco mañana va a tener que rascarse, y mucho, el bolsillo. La cartera ya se puso a temblar ayer, en una jornada caracterizada por una afluencia masiva de clientes a todo tipo de negocios de la comarca, con especial significación en las plazas de abastos y supermercados.

Las últimas compras navideñas y las ganas de adquirir carnes, pescados o mariscos «especiales» para poner a la mesa, tanto el martes como el miércoles, han desatado una auténtica «locura consumista», a pesar del encarecimiento de los productos frescos.

En la plaza de abastos de Vilagarcía, por ejemplo, se vendía el centollo de O Grove a 45 euros, el francés a 25 y la nécora, con una horquilla que iba desde los 25 a los 70 euros, dependiendo del tamaño y la procedencia.

Las pescantinas, que ya anunciaban ayer a sus clientes que mañana los precios serán aún más altos –al menos 3 euros más el kilo en el caso de la almeja–, también colocaban babosa a 25 y 30, berberecho a 17 y percebe a 75 euros el kilogramo.

No faltaba el bogavante, marcado en algunos puestos a 45 y 50 euros, ni la cigala, en la bancada de Mariscos Gallego despachada a 57 euros, en el caso de la arrocera, mientras que la mediana salía a 67 y la cigala grande o extra costaba 87 euros el kilo.

Benito Pérez vendiendo marisco en la plaza, ayer.

Benito Pérez vendiendo marisco en la plaza, ayer. / Noé Parga

Los precios altos de las ayer abarrotadas y animadas plazas de abastos –la vilagarciana también con actuación musical de Xóvenes Mulleres Anduriña– tienen su origen en las lonjas.

Lonjas

El viernes, sin ir más lejos, se cotizaba el camarón a 184, 140 y 145 euros, respectivamente, en las de A Illa, O Grove y Cambados.

La meca también vendía almeja babosa a 25 euros el kilo –hay que sumarle siempre el IVA–, la fina a 80 –llegó durante la semana a 137–, japónica a 26 y el escaso buey de mar existente, a 22 euros.

De esta «rula» también salía el mejor Centolo do Grove a 39, el lenguado a 32, la nécora más grande a 92, el bogavante a 60 y el percebe más «bonito» de la costa de San Vicente, a 170 euros.

Igual de llamativos fueron los precios en A Illa, donde además del camarón antes aludido se vendía navaja a 25, almeja fina que alcanzaba los 136 euros –en el «primer mío»– y babosa, a un máximo de 34.

En cuanto a la sesión del viernes en la lonja de Cambados, destacaba también el centollo, a 33 euros, el lenguado, a 30, y el bogavante, a 46 euros el kilo.

El concierto ofrecido en la plaza.

El concierto ofrecido en la plaza. / Noé Parga

La nécora, por su parte, cotizaba en Tragove a 64, el rodaballo lo hacía a 39 y tanto la mejor volandeira como las mejores zamburiñas salían a 11 euros el kilo.

«Los precios han subido, pero la gente estos días está a lo que está, que es comprar pescados y mariscos», indicaba desde la plaza vilagarciana el carnicero José Manuel Limeres.

Carnicerías

También las carnicerías tienen tirón en esta época del año. «Aunque a un ritmo más suave que las pescantinas, que esta mañana están a tope de gente», confirmaba este empresario.

En su puesto despachaba el cordero a 22 euros y el pollo de corral o capón casero, a 11,5 euros el kilo. «Las demás carnes, de ternera y de cerdo, están prácticamente igual que todo el año», concluía Limeres.

«Gran ambiente»

Tanto él como Tania, la encargada de Mariscos Gallego, y otros vendedores consultados resaltaban el «gran ambiente» que se vivía ayer en la plaza de abastos vilagarciana.

Un ambiente que mejoraba con el citado concierto de la asociación de mujeres rurales Anduriña, ofrecido en la planta de hostelería y eventos del mercado municipal de abastos, y que, en realidad, se respiraba en toda la ciudad, donde, como cada sábado, se celebraba el mercadillo ambulante.

Además, desde el gobierno local se pusieron en marcha diferentes actividades que contribuyen también a animar las calles y plazas de Vilagarcía.

Drones

A modo de ejemplo, la exhibición con drones organizada por la asociación Dronámbulos en la plaza de Independencia, donde el viernes se había inaugurado la Aldea de Nadal.

Asistentes a la exhibición de drones.

Asistentes a la exhibición de drones. / Noé Parga

A mayores, los talleres de cocina «Nadal Chef», los pasacalles con los elfos de Papá Noel o el espectáculo «Cores, contos e rock & roll», de Pakolas y Laura Romero.

Son algunas de las propuestas de Ravella para animar las calles de Vilagarcía, donde hoy es el turno del pasacalles con la tradicional figura del «Apalpador» y Paco Nogueiras ofrece «Son animal».

Mañana los elfos y el «Apalpador» recorrerán Vilagarcía desde las 18.00 horas, coincidiendo con un cuentacuentos y un concierto.

Ya el martes, el gran protagonista será Papá Noel, quien pretende recorrer las calles durante toda la mañana.

Las propuestas socioculturales de Ravella continuarán el próximo finde con los talleres de cocina, un concierto de Nelson Quinteiro Troupe, el cuentacuentos «En el desván hay un baúl», la actuación de «Os Músicos de Bremen» y un cabaret infantil.

Carril

Todo ello iniciativas que se complementan con otras muchas previstas en Vilagarcía para los próximos días. Entre ellas, las de la sociedad cultural Gato Negro, de Carril, que ayer ofrecía una actuación de marionetas y hoy promueve una recepción a Papá Noel en la Praza da Liberdade, a partir de las cinco de la tarde.

Con juegos, talleres y música se animará esa llegada de Papá Noel al muelle, a bordo de un barco, antes de que acuda al local social de Gato Negro para fotografiarse con los niños y escuchar villancicos, dando paso a «una buena chocolatada para entrar en calor», explican en la entidad organizadora.

La misma, por cierto, que anuncia ya que habrá baile en fin de año y el día de Reyes, por lo que anima a los vecinos a visitar O Gato Negro «y disfrutar de Carril».

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