Almeja y camarón, el caviar de las lonjas a casi 140 euros el kilo

Los precios están disparados, aunque más por la escasez que por el encarecimiento de Navidad

Los placeros esperan vender bien el sábado y, algunos de ellos, confían en hacerlo el lunes

Bivalvos en el puesto de Mariscos Gallego en el mercado municipal de abastos de Vilagarcía, ayer.

Bivalvos en el puesto de Mariscos Gallego en el mercado municipal de abastos de Vilagarcía, ayer. / M. Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

La Navidad aprieta las carteras y la escasez de producto en las rías las remata. Los precios se han disparado como todos los años, pero esta vez, si cabe, con mayor ímpetu.

Precisamente a causa de la preocupante disminución de materia prima como los bivalvos, lastrados por los episodios de baja salinidad, subida de temperatura del agua, aumento de depredadores naturales, furtivismo, pesca ilegal y una pésima gestión.

Importación de producto

Sobre todo en el caso de la almeja, cuyo valor sigue al alza mientras se reduce la producción y aumenta la inevitable importación de bivalvo portugués.

La mejor prueba de ese encarecimiento puede encontrarse en lo sucedido esta semana en la lonja de O Grove, donde la almeja fina marcó el lunes un precio máximo de 132 euros por kilogramo, más IVA.

Curiosamente, casi a la misma hora se subastaba en la lonja vecina de A Illa uno de los productos más caros y característicos de la Navidad, como es el camarón, y su tope estuvo en 133,25 euros por kilo.

Pero es que ayer la fina salía a 137 de O Grove y a 133 de A Illa, con el camarón a 129 y 139 euros, respectivamente.

Dicho de otro modo, que la mejor almeja se cotiza a precio de camarón, lo cual la convierte ya en inalcanzable para muchas familias.

Junto a la almeja fina, que fue bajando en la subasta del lunes en O Grove hasta quedarse, la más pequeña, en 38 euros, hay que destacar que la japónica marcó un «primer mío» de 32,5, mientras que la babosa alcanzó los 31 y el centollo se pagó a más de 33 euros el kilo.

La plaza de abastos vilagarciana.

La plaza de abastos vilagarciana. / M. Méndez

Unos precios elevados que son también evidentes en A Illa, donde además de la fina se vendió almeja rubia, a más de 19, y babosa, con un techo de 37 euros.

Ayer la babosa ya marcó 39 en el puertos isleño, donde la japónica cotizó a 18 y la rubia, a 19, mientrras que el techo de la babosa en la villa meca fue de 27, el del centollo se situó en 35 y el bogavante alcanzó los 54.

Plazas de abastos

Ni que decir tiene que la subida de precios provocada por la escasez y la proximidad de las fechas navideñas también se hace notar en las plazas de abastos.

Esta semana inmersas en lo que bien puede considerarse una semana de transición, porque quienes ya han comprado producto para congelar no van a comprar más, y los que han decidido esperar al último momento realizarán sus compras para Nochebuena y Navidad el sábado, el lunes –cuando también abrirán numerosos puntos de venta– e incluso el propio martes 24.

Tania, de Mariscos Gallego, con un puñado de almeja, ayer.

Tania, de Mariscos Gallego, con un puñado de almeja, ayer. / M. Méndez

«Nosotros vamos a abrir el lunes que viene, en vísperas de Nochebuena, y también lo haremos el lunes 30, porque tenemos clientes que van a venir a comprar esos días y también tenemos muchas encargas realizadas ya para esas dos jornadas», explica Tania, la vendedora de Mariscos Gallego en la plaza de abastos vilagarciana.

«No hay muchas ventas y lo que sí hay es enorme escasez de producto», lamenta el cambadés Benito Pérez, vendedor en el mismo mercado de abastos.

Su esperanza es que las ventas aumenten el sábado, coincidiendo con la celebración del tradicional mercadillo ambulante vilagarciano y el último arreón en las últimas compras navideñas.

Quizás entonces los precios aún estén más caros, después de que ayer pudiera encontrarse almeja babosa a 25 y 30 euros el kilo en puestos como el de Mariscos Gallego, con la fina de tamaño grande a 90 y la extra, a 120 euros.

Es producto seleccionado como el berberecho, que salía a 12 euros, la nécora, que se vendía a 70 –si era de la grande– y la cigala, a 45, 55 y 70 euros.

En cuanto al centollo, hay puestos en las plazas de abastos que ya no venden «el de aquí», porque está a precios casi prohibitivos en las lonjas, y despachan el foráneo –sobre todo francés– a 25 euros.

Benito Pérez, en la plaza de abastos de Vilagarcía, ayer.

Benito Pérez, en la plaza de abastos de Vilagarcía, ayer. / M. Méndez

«Defender» el centollo gallego resulta más complejo, porque «para venderlo del bueno y sacarle algo de rendimiento no puede bajar de los 30 euros», indican diversas pescantinas.

Con el buey de mar ocurre algo parecido, por eso se vende el foráneo a unos 15 euros y el gallego, a 25 o 30.

El bogavante, ayer a 48 y 50 euros en muchos puestos, es otra de las especies recurrentes en esta época. Como lo son la langosta, a 75, y el «camarón del bueno», a 80, 90 y 120 euros.

Las cifras de 2023 ya son inalcanzables

Hace apenas diez días FARO DE VIGO volvía a alertar de la estrepitosa y preocupante pérdida de productividad de las rías, haciendo hincapié en que este año se han vendido en las lonjas gallegas apenas 1.700 toneladas de almeja y berberecho, por importe de 23 millones de euros.

Muy por debajo de las 10.000 toneladas de 2008 y lejos de las 8.312 toneladas de estas dos especies despachadas en 2019.

También se decía que Arousa es la ría más castigada, pues ni siquiera había llegado este año a las mil toneladas de almeja babosa, bicuda, fina, rubia, japónica, ameixón y berberecho, lo cual representa un descenso del 50% respecto a 2023.

Pues bien, ni siquiera el tirón de las fiestas navideñas revierte la situación. A estas alturas no se alcanzaron aún en Arousa esas mil toneladas de producto, por valor de 14 millones. Son ya inalcanzables las 1.900 con las que se cerró 2023 (30 millones de euros).

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