La flota vikinga navega en Angola

Otro barco de Astilleros del Ulla surca los mares del mundo

El barco enviado a Angola.

El barco enviado a Angola. / Astilleros del Ulla

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Catoira

Con una superficie de 20.000 metros cuadrados, de los que 6.000 son cubiertos –con tres naves para la construcción y montaje de las embarcaciones–, Astilleros del Ulla es una de las empresas más potentes, solventes y reconocidas de Galicia, dentro de sus características.

De ahí que no deje de construir naves de todo tipo repartidas por todo el mundo.

Enclavada a orillas del río Ulla, donde dispone de dos rampas y un muelle para la botadura y varada de embarcaciones de gran tonelaje, la firma Astilleros del Ulla sigue construyendo naves de pesca, vigilancia, salvamento y acuicultura que llevan el nombre de la empresa y del Concello de Catoira por todo el mundo.

El último ejemplo de ellos es el barco de cerco «Delta II», de casi 24 metros de eslora, motor principal de 900 caballos, dos grupos generadores y potentes hélices de maniobra en proa y popa que ha sido enviado a Angola, y más concretamente al puerto de Namibe, una localidad de 86.000 habitantes.

Explican en Astilleros del Ulla que está dotado con «seis grandes bodegas aisladas con sistema de agua refrigerada».

Al igual que dispone de «un conjunto completo de equipos hidráulicos de cubierta que facilitan las maniobras de pesca».

16 tripulantes

Su ficha técnica habla también de «habilitación de gran calidad para dieciséis tripulantes» y de «un puente con visión 360 grados» en el que tienen cabida «los equipos electrónicos más avanzados».

Esta nave pasa a incorporarse a una ya extensa y variada lista de embarcaciones fabricadas en el municipio vikingo, del que han salido desde pequeños pesqueros de artes menores hasta barcos de cerco, arrastre, volanta, palangre y polivalentes.

Eso en cuanto a la flota pesquera profesional, puesto que no hay que perder de vista la construcción de embarcaciones de prácticos, con «una estructura extremadamente reforzada, amplias defensas perimetrales y un casco con forma de una ‘V’ profunda, lo cual le confiere un excelente comportamiento en condiciones de mar adversas».

Acuicultura

A estas se suman las auxiliares de acuicultura, «diseñadas específicamente para el trabajo en las bateas de mejillón, las piscifactorías y en los cultivos mediante el sistema long-line».

Todas ellas «caracterizadas por disponer de una amplia y despejada cubierta y grúas de gran capacidad de carga», esgrimen en la empresa catoirense.

De la que también han salido patrulleras, catamaranes y embarcaciones «a la medida de las necesidades de cada armador, tanto en equipamiento y disposición como en dimensiones».

A modo de ejemplo, en Astilleros del Ulla citan «embarcaciones de asistencia marítima, pasaje con propulsión diesel convencional, pasaje con propulsión híbrida, oceanográficos, auxiliares de pesquerías y transporte de buzos».

Entre los proyectos más destacados que ha llevado a cabo en los últimos tiempos puede citarse el de construcción de dos embarcaciones de pasaje y motor eléctrico encargadas por la Diputación de A Coruña para los geodestinos de su provincia.

Argelia

También el de un atunero de poliéster reforzado con fibra de vidrio y 36 metros de eslora encargado en 2019 por un armador de Argelia; un barco de características similares a otro facturado en 2017 para otro argelino.

Podrían citarse otros muchos ejemplos para dar cuenta de la importante actividad llevada a cabo en esta factoría catoirense, cuyos responsables no se cansan de repetir que la clave del éxito está «en la máxima calidad que siempre ofrecemos en nuestros barcos, y también en el capital humano, que cuenta con gran experiencia y formación en las últimas tecnologías».

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