Los Ayuntamientos deben 10 millones a sus proveedores, un 20% más que hace un año
Catoira, Vilanova y Ribadumia son los únicos Concellos que incumplen la norma de pagar a las empresas en un plazo máximo de un mes
Vilagarcía cerró el trimestre con facturas pendientes por valor de 2,8 millones de euros

Obras de asfaltado en Baión (Vilanova). / Iñaki Abella
Los Ayuntamientos de O Salnés deben algo menos de 10 millones de euros a sus proveedores, lo que supone un 20 por ciento más que hace un año. Así lo apunta el informe trimestral de morosidad de las administraciones locales, publicado estos días por el Ministerio de Hacienda. Según esta tabla, los municipios arousanos adeudaban a 3o de septiembre de 2023 algo menos de 8 millones de euros a las empresas que les prestan servicios; pero esa cifra se había elevado hasta los 9.800.000 euros a 30 de septiembre de este año.
Eso sí, los Concellos de O Salnés siguen siendo buenos pagadores. La ley de morosidad establece la obligatoriedad de abonar las facturas en un plazo máximo de 30 días desde la recepción de la misma en el registro municipal, y todos lo cumplen menos tres: Catoira, Vilanova y Ribadumia. También excede el plazo máximo la Mancomunidade do Salnés.
Algunos de los municipios que aumentaron de forma considerable el valor de las facturas pendientes de pago en el tercer trimestre de este año, con respecto al mismo periodo de 2023, fueron Vilagarcía (que pasó de 334.000 euros a 2,8 millones), Catoira o Ribadumia. En cambio, rebajaron la deuda de forma notable Valga, Meis y Meaño.
La ley de morosidad obliga a las administraciones locales a remitir cada tres meses al Ministerio de Hacienda un informe sobre los pagos efectuados a los proveedores. Se trata de una medida que se puso en marcha a principios de la década pasada, en plena crisis económica, para evitar que los impagos de las administraciones públicas abocasen a las empresas a la quiebra por falta de liquidez.
Son proveedores de las administraciones empresas que realizan obras públicas, que venden suministros o que prestan servicios, como por ejemplo una actuación teatral o la redacción de un proyecto. El Ayuntamiento que tiene más al día el pago a las empresas es el de Meaño. A 30 de septiembre, no tenía ninguna factura pendiente de abonar, y estaba satisfaciendo los pagos a una media de un día. El Concello de Meis fue el segundo más rápido en pagar durante el tercer trimestre del año, ya que lo hizo a una media de nueve días desde la recepción de la liquidación. Cerró el periodo con 38.400 euros pendientes de abono.
El periodo medio de pago a proveedores de Sanxenxo fue de 16 días entre julio y septiembre, y cerró el trimestre con liquidaciones pendientes por valor de 316.000 euros. Valga, por su parte, estuvo pagando los recibos a una media de 18 días, y finalizó el periodo con 613.000 euros pendientes de abonar. Pontecesures liquidó los recibos a 19 días de media, y cerró el trimestre con 15.000 euros pendientes de pagar.
O Grove es otro de los Ayuntamientos que acostumbran a cumplir la ley de morosidad. En ciclo de septiembre lo cerró con un periodo medio de pago de 21 días, y facturas pendientes que sumaban 487.000 euros. En Cambados, el periodo medio de pago quedó fijado en 23 días en el tercer trimestre del ejercicio, y debía a las empresas 1,3 millones de euros.
Vilagarcía, por su parte, cerró el periodo con facturas en cola por valor de 2,8 millones de euros y un periodo medio de pago de casi 29 días. Los demás municipios que figuran en la tabla del Ministerio de Hacienda -el de A Illa no aparece en la misma- superan con creces el límite máximo de un mes para pagar las facturas.
Las mayores dilaciones las sufren las empresas que trabajan con Catoira, ya que este Concello estuvo pagando las facturas a una media de nueve meses desde la recepción. Cerró el trimestre con recibos en espera por un montante total de 1,4 millones de euros. Vilanova y Ribadumia han estado pagando a tres meses vista. Vilanova sumaba 1,3 millones en adeudos, y Ribadumia, 738.000 euros.
La deuda con los bancos se redujo el último año en 700.000 euros
El Ministerio de Hacienda también realiza un seguimiento de la deuda viva de las administraciones locales, que es aquella que mantienen con las entidades bancarias. En este caso, se recogen datos con carácter anual, cerrados a 31 de diciembre. Los municipios arousanos debían a los bancos a finales del pasado ejercicio 22,7 millones de euros, unos 700.000 euros menos que el año anterior.Nueve de los doce Concellos de O Salnés y Ullán habían rebajado el importe de sus préstamos, excepto Vilanova, Sanxenxo y Ribadumia, según los datos oficiales de Hacienda.Los dos únicos Ayuntamientos que figuran con deuda cero son Meaño y Pontecesures. Pero en 2022, habían cerrado el ejercicio sin deuda alguna con los bancos otras dos administraciones locales, que fueron los Concellos de Sanxenxo y Ribadumia. Este último figura en la relación del Ministerio con una deuda viva de solo 1.000 euros, mientras que el de Sanxenxo aparece con 274.000 euros pendientes de devolver a los bancos.La mayor deuda viva la tenía el Ayuntamiento de Vilagarcía a 31 de diciembre de 2023, con 7,2 millones de euros, unos 40.000 euros menos que el año anterior. Vilanova tiene la segunda deuda viva más elevada de la comarca (4,8 millones), lo que supone 150.000 euros mas que en 2022.
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