Las campanas repican con alegría desde la torre de la iglesia de Oeste en Catoira
Fueron ocho minutos ensordecedores en las inmediaciones de la impresionante iglesia de Oeste en Valga. Las campanas redoblaron al Toque de Alegría para conmemorar el segundo aniversario de la declaración del toque de campanas como patrimonio inmaterial de la humanidad. Algo que no se debe dejar perder.

Toque de campanas en Santa Eulalia de Oeste. / Iñaki Abella
Preservar el toque de campanas para las futuras generaciones es la misión que han emprendido varias asociaciones gallegas desde que el 1 de diciembre de 2022 se declaró esta solemne repique en las torres de las iglesias como patrimonio inmaterial de la humanidad.
Catoira lo celebró por todo lo alto, precisamente en la torre principal de la iglesia de Oeste, una de las más impresionantes de la localidad, de estilo románico, del siglo XIII.
A lo más alto se subieron Fernando Rial y Xosé Manuel Castro que durante ocho minutos largos interpretaron el «toque de alegría», con fuerza y a rebato.
A mediodía
Fue a las doce en punto del mediodía. Iban a sonar también las campanas de la iglesia de Dimo pero al «campaneiro» se le presentó un compromiso personal que le impidió acudir, explica una de las miembros de la asociación Cristina Conde Escaloni quien reivindica el papel de estos auténticos artistas.
«Ya solo quedan cinco campaneiros en la localidad», afirma Escaloni, por lo que entiende que es el momento de tratar de encontrar el relevo generacional.
Necesidad de relevo
«Hace falta que se involucren los jóvenes para que no se pierda esta tradición del toque de campana», expresa con cierta preocupación que espera que se disipe esta tarde.
El párroco Don Paulino ha invitado a todos los jóvenes de la localidad a que acudan esta tarde, a las cinco, a la capilla de San Xosé Obreiro da Estación, donde podrán probar como hacen sonar las campanas y a la vez comprobar la dificultad de hacerlo.
Mensajes musicales
Y es que el toque de campanas es en sí mismo un complejo medio de comunicación. Sus distintos toques pueden avisar a todo el pueblo de una boda, un bautizo, un nacimiento, un funeral..., también se una situación de alerta.
Como recuerdan, se emplean sonidos distintos que todo el mundo comprende en la localidad pues el aprendizaje se obtiene de boca en boca, pese a la dificultad que entraña percibir el mensaje.
Y es como recuerdan los campaneiros, los distintos toques pueden incluso llegar a diferenciar si el difunto es un hombre, una mujer, un joven o un niño.
Esas partituras que los campaneiros se saben tan bien hay que combinarlas con la suficiente fuerza y agilidad, doblarse para que las pesadas campanas reproduzcan el sonido.
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