Solución a medias para el colegio de Vilaxoán
La Xunta se compromete a enviar una profesora más, pero por el momento no atiende la reclamación de una cuidadora

El colegio está atravesando muchos problemas para dar la calidad docente que quieren. / Iñaki Abella
La situación por la que atraviesa el CEIP de Vilaxoán, debido a la escasez de profesionales especializados en la orientación y cuidado de alumnos con diferentes trastornos, ha derivado en la renuncia del equipo directivo del centro. En concreto de su directora, Alexia Rodríguez; Dolores Miramontes, jefa de estudios; y de Marco Lago, secretario. Una renuncia que no acepta la Consellería de Educación.
En la mañana de ayer, miembros de la ANPA se reunieron con la Dirección Territorial da Consellería de Educación en Pontevedra y, después de cerca de tres horas, lograron el compromiso de un profesor más para atender las carencias del centro, que quedaría a la espera de una cuidadora para ver cumplida totalmente su petición.
A la situación existente, en la que denuncian el difícil contexto educativo ante la falta de profesorado especializado, los miembros del equipo directivo argumentan que la decisión de su renuncia se precipitó tras la reunión mantenida por miembros de la ANPA con el departamento de Inspección de la Consellería de Educación. En ella, y ante la petición expresa de reforzar el número de personal especialista, la respuesta del ente autonómico resultó definitiva. Dolores Miramontes señaló que «nos culparon directamente al equipo directivo al decirle a los padres que el problema era que no sabíamos optimizar los recursos».
"Estamos con niños que no hablan y necesitan una persona de apoyo todo el día. Hay conductas agresivas y de insultos"
Con un total de 206 alumnos, de los cuales el 31% pertenece al Departamento de Orientación, la petición de la ANPA y de todo el claustro de profesores pasa por un especialista en Pedagogía Terapéutica y un cuidador, que se sumarían a los dos ya existentes en cada una de esas dos áreas.
La dinámica diaria del colegio de Vilaxoán lleva a que profesorado no formado en trastornos conductuales tenga que atender a alumnos con Trastorno del Espectro Autista, dependientes y de altas capacidades. Matiza Dolores Miramontes que «son un total de 90 alumnos que necesitan ayuda y cuidado diario y de los cuales hay un 80% con discapacidad. Tenemos problemas graves de conducta, de agresividad y de respeto. Este año estamos desbordados por completo, con bajas y muchos profesores en una situación límite».
Además, en el presente curso escolar se han aumentado los casos de alumnado con necesidades educativas especiales, concretamente en cuatro menores, pero los recursos del profesorado especialista o de apoyo son inferiores al pasado curso, concretamente dos ya que el centro fue excluido del programa PROA+, a pesar de cumplir los requisitos de selección.
Desde la ANPA ya expresaron en el pasado pleno municipal la necesidad de una acción que termine con situaciones que limitan desarrollar plenamente la formación de sus hijos ante la falta de recursos, lo que lleva a que el profesorado se vea incapaz y desbordado de ofrecer una adecuada atención educativa, generando frustración en el claustro y en las familias.
«Estamos con niños que no hablan y necesitan una persona de apoyo todo el día. Hay conductas agresivas y de insultos, además de ruidos continuos que perturban el desarrollo de la clase y generan ansiedad. Ante esto no se soluciona nada y solo nos encontramos en un bucle de burocracia y papeles mientras el día a día solo lo sufre toda la comunidad educativa», apuntó Marco Lago.
Concretamente, en el curso de 6 años ya han pasado 4 profesoras debido a las bajas que se han ido acumulando ante la falta de poder desarrollar su trabajo en unas condiciones mínimas debido a la demanda atencional que generan los alumnos diagnosticados, «además de otros que todavía no lo están», matizan desde la directiva.
Esta situación, además, se agrava porque las dos cuidadoras actuales superan la ratio establecida por ley para las mismas, que es 1 por cada 6, estando ahora mismo atendiendo a 9 alumnos, «por lo que algunos niños quedan sin atender en ciertos momentos. Por ejemplo, sin acompañamiento en algunas materias, o durante las meriendas, o sin vigilancia específica en los recreos…».
Ahora, la renuncia queda en el alero a la espera de que se haga efectivo el compromiso de Educación de un profesor más garantizado y resuelva la incógnita de la cuidadora solicitada.
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