A Toxa, sin noticias del jabalí, también sufre por su paseo
El denunciado declive de la isla es evidente en la senda de madera que entra a la misma
Cada vez son más los vecinos, comerciantes y dirigentes políticos que asumen que A Toxa es una isla «olvidada», que no queda ni rastro de lo que fue este destino turístico t que necesita ayuda «con urgencia» para tratar de recuperar su encanto.
De ahí el nacimiento de una plataforma ciudadana que trata de presionar para reflotarla y, también, acciones como las llevadas a cabo últimamente para mejorar los jardines situados entre el Eurostars Gran Hotel La Toja y la capilla de conchas (San Caralampio).
Lo que sucede es que queda mucho por hacer para revertir la situación y recuperar al menos una parte del esplendor perdido.
Empezando por la necesidad de corregir problemas que pueden parecer menores, pero que transmiten sensación de abandono.
Resulta evidente, por ejemplo, al transitar por el sendero de madera que avanza desde el puente de entrada a la isla hacia el centro de artesanía O Redondo y La Aldea Comercial.
Quienes utilizaron ese paseo en los últimos días no dudaron en criticar con dureza su «lamentable y peligroso estado».
Hablan de «una preocupante falta de seguridad» y de una «pobre imagen» que en nada beneficia a los intereses turísticos de la isla y O Grove. ¡Todo lo contrario!
Tablones de madera rotos o desaparecidos, la balaustrada amenazando con caerse o clavos que sobresalen peligrosamente del piso centran las quejas vecinales, que también aluden al «deplorable estado» en el que se encuentra el pinar situado al otro lado de ese paseo, es decir, en la parcela situada a la izquierda del puente que entra a la isla.
En este caso las quejas se centran en el estado del terreno ocupado por el chiringuito de playa instalado el pasado verano.
Y mientras tanto, justo enfrente, el Monte Central o Parque Forestal Xaquín Álvarez Corbacho sigue cerrado desde que hace semana se registraron ataques de jabalí.
Nunca más se supo, al menos oficialmente, del plan de control y/o caza de los cerdos salvajes. ¡Puede que nunca se sepa! Pero el hecho de que las cintas policiales y de Emergencias sigan impidiendo la entrada al monte parece indicar que los jabalíes siguen sueltos.
La buena noticia es que también sirven para evitar riesgos en caso de caída de ramas o árboles cuando el viento sopla tan fuerte como lo hizo el domingo.
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