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Las carreteras de O Salnés: malas, deterioradas, olvidadas e insuficientes

La autovía a Vilagarcía sigue hibernando en los cajones de la Xunta | O Grove reclama el desdoblamiento por seguridad | El asfaltado está deteriorado en la práctica totalidad de la red | Ni un solo proyecto previsto

Recta de A Goulla en Meis

Recta de A Goulla en Meis / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Antonio Touriño

Antonio Touriño

Vilagarcía

Las infraestructuras viarias de O Salnés llevan años en progresivo deterioro sin actuaciones relevantes desde antes de la pandemia por lo que transitar por ellas es un verdadero desafío para los miles de vehículos ligeros y pesados que tienen que hacer estos recorridos a diario.

Los trazados son los mismos que el pasado siglo y el firme de las principales vías solo se ha parcheado en momentos puntuales, cuando aparecen socavones imposibles de esquivar, sin riesgo de accidente.

Las únicas acciones en la red autonómica y estatal también se enfocan a localidades de otras comarcas que atraviesan como Pontevedra, Umia o Deza, pero que casi nunca cubren el territorio saliniense, donde solo hay compromisos que se anclan en el túnel del tiempo, lo que motiva la constante queja de vecinos de las numerosas localidades que atraviesan y, a la vez, de los usuarios.

Últimos proyectos

Las deficientes comunicaciones es un mal histórico. Las últimas grandes infraestructuras en la comarca ha sido el desdoblamiento de la vía rápida de O Salnés, convertida en autovía hace una década después de gravísimos accidentes mortales en la misma y el anillo que circunvala Vilagarcía.

Recientemente, el presidente de la Xunta Alfonso Rueda anunció el rescate de la Autovía do Salnés (AG-4.1), pues estima en diez años se habrá amortizado la inversión. Es quizás, el tramo mejor conservado de la comarca, pues la concesionaria estaba obligada a labores de mantenimiento por contrato y todavía hace dos años que se renovó el firme casi en su totalidad.

Accesos peligrosos a la autovía

También se mejoró el asfaltado de la vía rápida desde Sanxenxo a O Grove, y actualmente se realizan trabajos de seguridad en la vía rápida desde Vilagarcía a Cambados, donde han quedado prohibidos los adelantamientos, con lo que se quieren evitar las graves colisiones frontales que suelen provocar víctimas mortales.

Es precisamente este riesgo contra el que de forma contínua alerta el alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos, consciente de que el tramo que le corresponde tiene un peligro similar, algo que se subsanaría con el desdoblamiento. El otro argumento que justifica la obra son los permanentes embotellamientos que se producen en verano, especialmente en el retorno de las playas, con atascos insufribles y de varios kilómetros a diario.

La saturada carretera a Pontevedra

Pero igualmente existen carencias importantes en otras vías accesorias. La carretera más saturada es, sin duda, la PO-531, que une Vilagarcía con Pontevedra, un trayecto de poco más de veinte kilómetros que supone invertir entre 40 y 60 minutos en horas punta, debido a la intensidad de tráfico que absorbe.

Las 37 marquesinas de las que nadie se acuerda

El supuesto olvido de las administraciones con respecto a las infraestructuras viarias queda también de manifiesto si se habla de transporte público, pues los usuarios no tienen siquiera donde resguardarse con dignidad cuando esperan subir al bus.Uno de los proyectos que se ha quedado solo en humo es el relativo a la renovación de las marquesinas que se anunció hace ya dos años en Meis.La Xunta había comprometido una inversión de casi 750.000 euros para la mejora de 37 paradas de autobús situadas en la red de carreteras autonómicas de O Salnés y que incluso aparece publicada en el Diario Oficial de Galicia.

El proyecto que también duerme el sueño de los justos lo presentó Luis López cuando era delegado territorial de la Xunta en Pontevedra y contó con presencia de la alcaldesa de Meis Marta Giráldez en A Goulla.Esas mejoras se iban a llevar a cabo en los municipios de Sanxenxo (14 paradas); Meis (12); O Grove (4): Cambados (4) y, Meaño (3).

La propuesta tenía sobre todo como finalidad mejorar los espacios para hacer espera del transporte público pero también por seguridad, «a la vez que favorecer la conectividad de zonas rurales y proteger el medio ambiente con la reducción del transporte privado»: Pasaron dos años y no hay ninguna noticia al respecto.

La plataforma resiste gracias a trabajos que se realizan por tramos, como en la zona de Curro, dode el pasado año se renovó la capa de rodadura en el carril ascendente, el más castigado por el tránsito de camiones y otros vehículos pesados, incluidos transportes especiales, en especial de prefabricados de hormigón, que recorren esta vía de forma muy frecuente.

Y ahora se ejecuta nueva glorieta en Campañó, ya en el municipio de Pontevedra, obras que también ralentizan el viaje entre las dos localidades.

La maleza en el scalextric de Curro

Mientras tanto, el proyecto de autovía guarda polvo en el cajón del despacho de Política Territorial, departamento que tampoco ha dicho nada sobre el destino de la infraestructura abandonada en la macroglorieta o scalextric de Curro, donde se realizó una obra millonaria que se encuentra en estado selvático.

Por parte del Ministerio se ha anunciado la ejecución de trabajos en la N-640, entre Caldas y el acceso al puerto de Vilagarcía, pero que tampoco toca la comarca de O Salnés.

Otras vías en el olvido

Hacia el norte son numerosos los vecinos que lamentan el abandono de la carretera de Vilagarcía a Catoira, una de las que registran índices más altos de siniestralidad de la comarca.

En este caso son las curvas pronunciadas las que motivan las quejas, pero también el mal diseño de los accesos a los polígonos industriales de Bamio y Catoira, principalmente.

Cabe recordar que gracias a la gestión del alcalde vikingo Xoán Castaño se ejecuta una mejora de los accesos al polígono de Bamio, sobre todo con el propósito de facilitar el giro a vehículos de gran tamaño.

La travesía olvidada

Con respecto a la red secundaria también son múltiples las deficiencias existentes. Baste poner sobre la mesa la existencia de baches en la carretera que lleva a Lobeira, de titularidad de la Xunta, aunque se encuentra en Cornazo (Vilagarcía). También cabe mencionar la tardanza en la transferencia a Vilagarcía de la N-641 en Rubiáns, que permitiría convertir la vía en una travesía urbana.

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