Buscan indicios de vertidos en los riachuelos de O Esteiro

Casi un mes después de que las mariscadoras de Vilanova se pusiesen en pie de guerra por el cambio en la catalogación de las aguas de la ensenada de O Esteiro, todavía no se ha conseguido descifrar el origen de los vertidos que afectan a uno de los espacios naturales más importantes del municipio y que, a su vez, es uno de los bancos marisqueros más productivos. La empresa adjudicataria del servicio, Espina y Delfín, ha revisado toda la red urbana sin encontrar filtraciones, lo han hecho, incluso, utilizando un colorante para ver por donde podía salir el vertido, pero la prueba no arrojó datos significativos.

Es por ello que, ahora, están revisando todos los riachuelos que llegan a la ensenada de O Esteiro, por si la contaminación llegó desde alguno de esos cauces. Se busca especialmente en el río Currás, el principal cauce de agua que llega a la ensenada, e incluso, se baraja la posibilidad de que hubiese sido un vertido puntual que acabó en la zona de O Esteiro.

«Hemos encargado varios análisis de los riachuelos que llegan a O Esteiro para tratar de determinar el origen de la contaminación porque en el casco urbano no hemos dado con él, ya que no hemos encontrado ningún punto de fuga en el alcantarillado», explicaba ayer el alcalde del municipio, Gonzalo Durán. El regidor sigue con gran preocupación los trabajos para localizar el punto de vertido por la afectación que esto está provocando a un sector económico tan importante en Vilanova como es el marisqueo. Insiste en que «nosotros hemos hecho varias actuaciones para evitar que el agua del alcantarillado llegue al mar y esperamos que sirvan para que las analíticas que realiza la Consellería do Mar arrojen datos favorables a las mariscadoras y que estas puedan trabajar en la ensenada para la campaña de Navidad.

Las mariscadoras continúan trabajando en otros bancos marisqueros a la espera de que la situación pueda mejorar en la zona de O Esteiro.

Suscríbete para seguir leyendo