La isla urbana de 1.200 metros cuadrados que Valga se niega a ceder a Pontecesures

El Gobierno de Valga, presidido por el popular José María Bello Maneiro, considera una afrenta la iniciativa impulsada por su colega en Pontecesures, la nacionalista Maite Tocino, quien plantea la expropiación de una parcela urbana de 1.200 metros cuadrados en el centro de su localidad.

El regidor indica que no se trata de una finca cualquiera y que se opone en defensa del territorio, una parcela de la que no se quieren deshacer porque forma parte del acuerdo histórico de segregación firmado hace un siglo.

Pero la regidora pontecesureña apela a la cordura geográfica con el fin de dar valor a un espacio situado junto al borde del Ulla y en pleno centro de la localidad, justo en el que se celebra la tradicional Festa da Lamprea.

Ambos Gobiernos emitieron sendos comunicados en los que se observa que la distancia respecto a un entendimiento es sideral, pues ambos alegan argumentos de peso para mantener sus posturas.

Memoria e historia

El Gobierno de Bello Maneiro subraya que la propiedad que el Ayuntamiento de Valga mantiene en Pontecesures «no debe ser entendida como un asunto económico, sino que se trata de una cuestión de Memoria e historia».

Recuerda que todavía a día de hoy «cinco valgueses pueden dar fe de la separación traumática que se produjo hace casi cien años cuando se permitió que el núcleo de Pontecesures fuese la única zona urbana del municipio, donde se encontraba la estación del ferrocarril, el punto de cobro de impuestos, el puerto, el médico...., mientras el resto del municipio era todo rural y carecía de todo tipo de servicios».

Buscar servicios

Se produjo luego la escisión, explican, y «fue necesario durante estos cien años, realizar un sobreesfuerzo de gestión, dedicación y trabajo para llegar a disponer de ellos. Y aún así, dicen desde Valga, «el Ayuntamiento siempre cedió desinteresadamente el uso de esta propiedad para la realización de actividades por parte de Pontecesures, comisiones de fiestas y otras entidades; a la vez que permitió que se emplee como párking».

De ahí que el Gobierno de Valga recuerde a Maite Tocino que no va a permitir que «con la única intención de celebrar el centenario de la escisión trate ahora de hacer suyo un terreno que para todos es parte de una historia y que debería ser siempre motivo de unión entre pueblos y vecinos, en vez de ser utilizado a la ligera para intentar propiciar el enfrentamiento».

Solar degradado

Por su parte, la alcaldesa Tocino apela a la lógica urbanística por lo que insiste en adquirir estos 1.200 metros de suelo para poder gestionar el conjunto de la plaza. Asegura que en varias ocasiones ha intentado negociar con Valga la compra de este terreno, aunque todos los intentos han sido en balde.

Entiende la regidora nacionalista que se trata solo de una cuestión «de lógica y de operatividad en beneficio de nuestros vecinos» pues se pretende incorporar al patrimonio local «un terreno de 1.200 metros, situado en plena zona comercial de la villa, catalogado en el PXOM como zona verde y con uso público como aparcamiento».

Afirma la edil del BNG que un cambio de titularidad «permitiría hacer trabajos muy necesarios de recuperación integral de ese espacio, que está muy degradado, y no solo limitarse a labores de mantenimiento».Con tal idea, agrega la alcaldesa, «el Gobierno local solicitó informes jurídicos de la viabilidad de la operación a una asesoría externa y también una tasación del valor de la finca».

Asegura que con tales documentos en la mano «se iniciaron contactos con el Ayuntamiento de Valga de modo que si fuera posible un acuerdo se realizaría la compra de manera dialogada y, si no fuere factible, el Gobierno estaría dispuesto a iniciar un proceso expropiatorio, ya que la Lei do Solo de Galicia ampara la utilización de ese procedimiento».

Reuniones próximas

Tocino revela asimismo que en dos ocasiones mantuvo reuniones con el alcalde de Valga con esta finalidad, pero asegura que Maneiro rechazo rotundamente la venta, lo que refrendó en la segunda reunión cuando advirtió que «llegaría a las últimas consecuencias».

El 31 de octubre, el Ayuntamiento de Pontecesures anunció el inicio del proceso de expropiación, del que en principio quieren hablar el próximo 20 de noviembre.

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